Pereira necesita más espacio público efectivo para sus habitantes, uno de los grandes retos que afrontara el alcalde electo de los pereiranos, entre las comunas que menos espacio público efectivo tienen para el disfrute de sus habitantes se encuentran las comunas del Centro, Villavicencio y el Rocio.
Los pereiranos reclamamos más espacios públicos amables, seguros, iluminados y limpios para realizar actividades sociales, lúdicas y deportivas, sin embargo nos encontramos con muchos parques y espacios públicos que poseen problemáticas que limitan el ser considerados confortables y amigables para los ciudadanos. Parques como el de La Libertad (antiguo Paz o Cañarte), El Lago (antiguo Concordia o Parque de los Novios) y el parque Olaya, tradicionales e históricos para la sociabilidad de los pereiranos, se han convertido en lugares oscuros e inseguros especialmente en horas nocturnas, volviéndose un gran nicho de bandidos y atracadores, prestándose para el consumo y comercialización de estupefacientes, donde la delincuencia merodea y domina el sector, frente a la mirada impávida de las ciudadanía y las autoridades, la policía y la administración se hacen de la vista gorda y el monitoreo con cámaras de seguridad es casi nulo, pareciendo zonas vetadas para las autoridades.
Lo mismo sucede con parques como El Buenos Aires, o el tradicional parque de Las Banderas; espacios públicos si existen, pero debemos volverlos más confortables, seguros, limpios y amables para los ciudadanos. Deben convertirse en lugares de integración donde se puedan realizar actividades lúdicas y recreativas con una amplia oferta institucional pública y privada; sitios de esparcimiento con cafés al aire, espacios para el teatro, la cuentería y la exposición del arte, con bibliotecas virtuales para la lectura y la degustación de un delicioso café.
Nuestros adultos mayores en medio de una ciudad que según las estadísticas se está envejeciendo, reclaman más espacios públicos, donde puedan realizar actividades lúdicas, recreativas y de prácticas saludables, con mobiliarios para realizar actividades y juegos tradicionales como ajedrez, cartas o parqués, entre otras.
Los espacios públicos deben ser lugares incluyentes, de fácil acceso y confort para el tránsito de la población con enfoque diferencial, aptos para toda la población donde no se genere temor en su disfrute y estadía.
Muchos parques y plazoletas se encuentran abandonados, oscuros y sucios por falta de mantenimiento y cuidado, necesarios para el esparcimiento y entretenimiento de nuestros niños y adolescentes.
No entendemos porqué después de mucho tiempo de haber sido entregado el Parque de los Estudiantes en el sector de los Álamos, anunciado por la administración con bombos y platillos, los mobiliarios prometidos no se hayan instalado y dicho parque permanezca solo e inservible, una obra inconclusa que esperamos no se convierta en otra obra obsoleta con recursos despilfarrados.
Otra obra que los pereiranos no saben que pertenece al municipio de Pereira es el Mirador de Cerritos, construido después del peaje de cerritos, con dirección hacia Cartago a mano izquierda, con vista al valle del rio Consota, el cual fue construido por la administración municipal de Pereira en los años 2014-15 con una inversión superior a los 1.500 millones, como equipamiento público, pero hoy más de 8 años después todavía se encuentra inservible, por ser construido sin viabilidad de suministro de agua, ¿quien responde por este detrimento financiado por los pereiranos?. Es lamentable que los recursos de los pereiranos sean despilfarrados, pero más lamentable es que los pocos espacios públicos que tengamos, no cuenten con las condiciones de mantenimiento, funcionalidad y seguridad que requieren los espacios modernos y amables en armonía con el medio ambiente para los ciudadanos del siglo XXI.
La Plaza de Bolivar, con el Bolivar Desnudo como principal atractivo, necesita una buena limpieza. Dentro del recinto como tal, y en todos los andenes alrededor.
Una hidrolavadora, en un día, mejor, en una noche, con un buen operario, haría la tarea de recuperarla. Y si esa lavada con agua a presión se hace cada mes, volvemos a tener un espacio de interés para propios y visitantes.
No sobra un buen mantenimiento a los mangos para evitar que se desgajen ramas como sucedió hace poco, afortunadamente sin lesionados.