Esta semana del Banco Mundial actualizó las proyecciones de crecimiento económico para América Latina. En el caso de Colombia la entidad ajustó la proyección al 31 de diciembre de este año a un crecimiento de solo el 1,3%, una cifra por debajo de la que tenía inicialmente, 1,8%, y de la proyectada por el Ministerio de Hacienda, que es del 1,5%. No obstante, la tasa del organismo internacional sigue por encima de la tasa del Banco de la República que es más pesimista y solo estima un crecimiento del 1,1% para este año.
Las tasas de crecimiento económico de América Latina siguen estando entre las más bajas del mundo y este año continuarán igual. Otras economías han tenido mejores desempeños después de la pandemia. Al cierre del 2023 el producto interno bruto (PIB) de Asia Oriental era 19% más alto que en el 2019 y el de Asia Pacífico creció un 18% el mismo periodo, mientras que el PIB de América Latina y el Caribe solo fue el año pasado un 7% más alto que en el 2019.
En Colombia y otras economías de la región la recuperación del consumo a finales del año pasado fue incipiente. El país debe implementar un plan de reactivación económica y recuperar la confianza de los inversionistas. Se requieren mensajes atractivos para los empresarios para que logren bajar la percepción de riesgo.
Lamentablemente los anuncios y trinos del presidente logran todo lo contrario. Algunas de las reformas en curso y la amenaza de una constituyente aumentan el clima de incertidumbre y minan aún más la confianza en el país.
El año pasado la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) registraron mejoras en la confianza del consumidor, sin embargo, en Colombia, al igual que en Chile y Brasil, la confianza empresarial es más baja que el promedio histórico.
Por último, el reto para el país es mayor este año considerando que el Banco Mundial también proyecta que las economías de China y de Estados Unidos también crecerán a un ritmo menor.
Y porque todos temen decir, que es el Banco de la República, el que tiene frenada la economía. Lo otro son análisis sesgados y retóricos.