Ha-Joon Chang es un surcoreano, especialista en economía del desarrollo y profesor de la universidad de Cambridge. En el 2005 obtuvo el prestigioso premio Wassilly Leontief por «extender las fronteras del pensamiento económico» y según la revista Time es una de las diez personas más influyentes del mundo.Oigámoslo un poco: «El hecho es que todos necesitamos saber algo sobre los diversos enfoques de la economía si no queremos ser víctimas de las decisiones de otros. A toda política económica y toda acción empresarial que afecta nuestras vidas-, el salario mínimo, la seguridad social, la seguridad alimentaria, las jubilaciones, etcétera-, subyace alguna teoría económica que inspiró esas acciones o que justifica la forma de actuar de quienes detentan el poder». Y agrega más adelante en su libro Economía para el 99% por ciento de la población: «Cuando nos enteramos de que existe mucho terreno intelectual común entre las supuestas «facciones enemigas» de la economía, podemos enfrentar con mayor eficacia a quienes desean polarizar el debate…entonces ganaremos confianza para analizar la economía como lo que realmente es – un argumento político-, y no como una ciencia en la que hay «buenos y malos».
Esto conviene a nuestro debate político-económico, donde se perfilan dos tendencias: la de unos «ricos» y sus defensores que encarna por ejemplo, mi amigo Alvaro Ramírez Gonzales, los cuales siempre defenderán una «economía de libre mercado», y otra, que incluiría a los partidarios de dividir el pastel en busca de «justicia social», como el insobornable Carlos Alfredo Crosthwaite.
Según el coreano aquí estaríamos equivocados, pues, aunque todas las escuelas toman posición frente al sagrado asunto del mercado, hoy no existen solo dos, sino, al menos ¡nueve escuelas de pensamiento económico! Y todas ellas surgieron después de la clásica, fundada por Adam Smith sobre el mito del mercado; la marxista –que estatizó el mercado-; la neoclásica; la desarrollista; la austríaca; la Schupenteriana; la Keynesiana; la institucionalista y la conductista. Ahora bien: como tratar de explicarlas en esta columna nos llevaría unos 5 años. ¡ Por el momento es suficiente!
AGM-9-IV-2024