Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

Actualidad“Pereira, 161 años de historia, pujanza y civismo”  

“Pereira, 161 años de historia, pujanza y civismo”  

Al celebrar los 161 años de la fundación de Pereira, es importante reflexionar sobre las etapas que han definido su evolución desde un pequeño asentamiento en medio de la selva hasta convertirse en una ciudad moderna y próspera.

Pereira, impulsada por la pujanza de sus habitantes, ha atravesado diversos ciclos económicos y sociales, cada uno de los cuales ha dejado una huella indeleble en su identidad y desarrollo.

A través de este recorrido histórico, exploraremos cómo cada una de estas etapas ha contribuido a forjar el carácter único de esta ciudad.

La historia moderna de Pereira comienza el 30 de agosto de 1863, cuando Remigio Antonio Cañarte y un grupo de colonos antioqueños fundaron la ciudad sobre las ruinas de Cartago Viejo, un antiguo asentamiento indígena.

Este acto de fundación no fue meramente simbólico; representó el inicio de un proyecto colectivo para transformar un territorio selvático en una comunidad próspera y organizada.

Los primeros años fueron difíciles, con desafíos que incluían la densa vegetación, las enfermedades y la falta de infraestructura básica.

Sin embargo, los fundadores, con una voluntad inquebrantable, comenzaron a abrir caminos, a establecer cultivos y a construir viviendas rudimentarias, dando así los primeros pasos hacia la creación de lo que hoy es Pereira.

A finales del siglo XIX, la introducción del cultivo del café marcó un cambio fundamental en la economía de Pereira.

El café se convirtió rápidamente en el motor económico de la región, transformando tanto el paisaje como la estructura social de la ciudad.

Los arrieros, con sus recuas de mulas, jugaron un papel crucial en este periodo.

Estos hombres, símbolo de la verraquera y  determinación antioqueña, transportaban el café desde las fincas en las montañas hasta los centros de comercio en Antioquia y el Valle del Cauca.

La arriería no solo facilitó el comercio de café, sino que también estableció a Pereira como un centro neurálgico en la red de comercio regional.

El auge del café llevó a la construcción de las primeras trilladoras en la ciudad, lo que permitió a Pereira consolidarse como un importante centro de procesamiento del grano.

Esto no solo impulsó la economía local, sino que también atrajo a nuevos migrantes en busca de oportunidades laborales, lo que contribuyó al crecimiento demográfico y a la diversificación de la comunidad.

La prosperidad cafetera de finales del siglo XIX y principios del XX sentó las bases para las futuras transformaciones de Pereira.

El siglo XX trajo consigo una serie de avances tecnológicos que aceleraron la modernización de Pereira. Uno de los más significativos fue la llegada del Ferrocarril del Pacífico en 1926. Este ferrocarril conectó a Pereira con el puerto de Buenaventura, facilitando el transporte de café y otros productos hacia mercados nacionales e internacionales. La llegada del ferrocarril transformó la dinámica económica y social de la ciudad, permitiendo un comercio más fluido y eficaz, lo que a su vez impulsó el crecimiento urbano.

El ferrocarril no solo fue un avance en términos de infraestructura, sino que también simbolizó la integración de Pereira en la economía global.

Con el ferrocarril, la ciudad dejó de ser un centro aislado para convertirse en un nodo crucial dentro de la red comercial del país. Este periodo también vio la expansión de la ciudad, con nuevos barrios y la construcción de edificios más modernos, reflejando el creciente optimismo y la confianza en el futuro.

En 1944, la comunidad pereirana logró uno de sus mayores hitos de infraestructura: la inauguración del Aeropuerto Internacional Matecaña. Este aeropuerto, construido «a punta de pico y pala» por la misma comunidad, simboliza el espíritu cívico y la determinación de los pereiranos. El Aeropuerto Matecaña fue fundamental para la conectividad de la ciudad, permitiendo a Pereira consolidarse como un nodo estratégico en el occidente colombiano.

Durante sus 80 años de existencia, el Matecaña ha sido fundamental para el desarrollo socioeconómico de Pereira. Ha facilitado el comercio, impulsado el turismo y atraído inversiones, lo que ha contribuido al dinamismo de la economía local. Además, el aeropuerto ha sido un factor clave en la modernización de la ciudad, conectándola no solo con otras regiones de Colombia, sino también con el mundo, posicionándola como un punto de referencia en el Eje Cafetero.

Entre las décadas de 1960 y 1980, Pereira experimentó un notable auge en la industria de la confección. La ciudad se convirtió en un centro industrial clave donde pequeñas, medianas y grandes empresas producían camisas, pantalones y otros productos textiles que se comercializaban tanto a nivel nacional como internacional. Este florecimiento industrial no solo transformó la economía local, sino que también tuvo un impacto significativo en la estructura social de la ciudad.

Miles de mujeres encontraron empleo en esta industria, convirtiéndose en el pilar económico de sus familias. Este fenómeno dio lugar a lo que se conoció como un «matriarcado» en Pereira, donde el liderazgo femenino en el ámbito laboral y económico fue prominente. La industria de la confección, con su capacidad para generar empleo y riqueza, contribuyó al desarrollo urbano y a la modernización de la ciudad. Sin embargo, este auge no duró para siempre.

Con la llegada de la globalización y la apertura de mercados internacionales en las décadas de 1990 y 2000, la industria de la confección en Pereira comenzó a enfrentar serias dificultades.

La competencia de productos importados a menor costo, junto con los cambios en las cadenas de suministro globales, llevaron al declive de este sector. Muchas fábricas cerraron, y sus locales fueron reconvertidos en talleres, restaurantes, comercios o garajes de carros y motos. Este cambio reflejó una transición significativa en la vocación económica de la ciudad, que pasó de ser un centro industrial a especializarse en comercio y servicios.

Esta transformación no fue fácil, pero la capacidad de adaptación de los pereiranos permitió que la ciudad encontrara nuevas oportunidades de desarrollo. La transición hacia el comercio y los servicios ha permitido a Pereira mantenerse como un centro económico dinámico en la región, ofreciendo nuevas oportunidades de empleo y crecimiento económico.

El civismo de los pereiranos ha sido un motor fundamental para la realización de grandes obras que han marcado el desarrollo de la ciudad.

Además del Aeropuerto Matecaña, proyectos como la Villa Olímpica, inaugurada en 1971, y Expofuturo, un moderno centro de convenciones, son ejemplos de cómo el espíritu cívico ha materializado iniciativas que han contribuido al progreso de Pereira.

La Villa Olímpica ha sido un referente deportivo nacional, albergando importantes eventos deportivos y promoviendo la actividad física entre los habitantes de la ciudad. Expofuturo, por su parte, ha posicionado a Pereira como un destino clave para el turismo de negocios, atrayendo convenciones, ferias y otros eventos que dinamizan la economía local. Estas obras son testimonio de la capacidad de los pereiranos para unirse en torno a proyectos comunes que benefician a toda la comunidad.

 

El crecimiento urbano de Pereira en el siglo XXI ha sido acelerado, con la expansión de la ciudad hacia las áreas rurales, transformando campos agrícolas en zonas residenciales, comerciales e industriales.

Este proceso de urbanización ha traído consigo nuevos desafíos, como la gentrificación de barrios tradicionales.

Personas de clase media y alta, provenientes de otras grandes ciudades del país, han comenzado a establecerse en Pereira, atraídas por su clima, percepción de seguridad y costo de vida.

Este fenómeno ha desplazado a las poblaciones de bajos ingresos hacia la periferia, generando nuevas dinámicas sociales y económicas.

El gran crecimiento poblacional, causado por el aumento de las migraciones de nacionales y extranjeros, junto con la gentrificación, ha creado una creciente demanda por servicios públicos, vivienda y ha planteado serios retos en materia de movilidad.

La ciudad, una vez pequeña y tranquila, ahora enfrenta los desafíos típicos de un centro urbano en expansión, donde la planificación y la sostenibilidad se vuelven esenciales para mantener la calidad de vida de sus habitantes.

La historia de Pereira, a lo largo de estos 161 años, es un relato de transformación constante y de la capacidad de sus habitantes para adaptarse a los cambios.

Desde su fundación en medio de la selva hasta su consolidación como una ciudad moderna, los pereiranos han sido los arquitectos de su propio destino.

La era cafetera, el auge de la arriería, la industrialización textil, y la transición hacia el comercio y los servicios son capítulos que reflejan la determinación y el espíritu cívico de una comunidad comprometida con su progreso.

Al celebrar este aniversario, es fundamental recordar que el espíritu cívico que ha hecho grande a Pereira sigue vivo.

Con la misma determinación y unión que permitieron la construcción del Aeropuerto Matecaña, la Villa Olímpica y Expofuturo, los pereiranos seguirán enfrentando los desafíos del futuro, escribiendo nuevas páginas en la historia de una ciudad que, con trabajo y voluntad colectiva, continuará prosperando y siendo un ejemplo de progreso para Colombia y el mundo.

Javier Ríos Gómez

6 COMENTARIOS

  1. Mi estimado Javier: errores garrafales en las fechas de la llegada del tren a Pereira y en la inauguración del Matecaña.
    Muchas vaguedad en el texto, que así formen parte de un imaginario colectivo, lejos están de corresponder a los estudios históricos.

  2. Me encanta saber sobre la historia de Pereira y sus habitantes , siempre que he visitado la ciudad tengo un sentimiento muy grato con sus habitantes ! Espero regresar pronto !!
    Rafael Puentes Cinematographer .

  3. Muy buena reseña histórica Javier.
    Dos aspectos fundamentales para revivir:
    El Ferrocarril primer puntal del desarrollo y el Civismo Pereirano traicionado hoy por quienes le entregaron el Gran Parque Matecaña en el Batallón al Viceministro de Defensa en la pasada reunión en la alcaldía.

  4. A propósito de su afirmación……»El civismo de los pereiranos ha sido un motor fundamental para la realización de grandes obras que han marcado el desarrollo de la ciudad»…porque ahora nos va a quedar grande el gran central park batallón San Mateo????. El desistir en ello no refleja sino la falta de liderazgo de sus dirigencia y el inmediatismo de sus gobernantes que les impiden( por intereses personales o falta de pensamiento estratégico)proyectar, como si lo hicieron los ciudadanos de antaño, el el desarrollo de un la ciudad para el mediano y largo plazo . En eso los antioqueños y Barranquilla nos llevan mucha ventaja

  5. Muy buen articulo señor Javier Ríos. Ha puesto sobre el tapete varios de esos frentes laborales.
    Regio ver como alguien hace este tipo de columna.
    Ante este panorama tan diverso, solo espero que esa ciudad Civica que ha sido Pereira, vuelva a hacerlo, pero con una Característica de ser los buenos ciudadanos, que individualmente se tomen en serio la práctica de la Civica, como cuando era Enseñada en nuestras escuelas de antaño.
    Lo bien aprendido se Practica toda la vida, y hemos de recordar que el Civismo no solo trata de todos puntos por usted enunciados, sino retornar a lo básico de ser ciudadanos de a pie, recordando que su casa de habitación no solo es su hogar, sino que Pereira y sus calles, parques, edificios de orden público y todo lo que atañe al urbanismo, también lo es y merece todo el cuidado y atención, de los habitantes de nuestra apreciable cumpleañera. Gracias por permitirme el presente comentario a su semblanza de los 161 años de la Villa de Cañar te.

  6. Excelente paneo de la historia pereirana desde lo social y lo económico, sin dejar de lado la capacidad de resiliencia frente a los golpes dados a la economía que con tanta dificultad se había construido.

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