Si se puede remodelar un edificio, también es viable hacerlo con una columna de opinión.
Con el título de “Pereira es más que un cruce de caminos” el 19 de noviembre de 2014 escribí una columna en El Diario. Desde entonces está en mi blog del olvido, pero parece escrita esta mañana de confinamiento voluntario y obligado a la vez, por culpa del coronavirus global que sabemos. Dice así:
El poeta Luis Carlos González fungía como secretario del Club Rialto y caminaba desde la calle 17 con 7ª hasta su casa de la carrera 6ª con 22, hoy sede del Concejo (El mismo que sospechosamente sesiona mientras la ciudad está en cuarentena).
En ese trayecto, me lo encontré al poeta muchas veces a finales de los años 70 cuando fui periodista de Caracol radio en la antigua sede de la calle 20. (en la misma sede demolida y donde dicen que nació César Gaviria Trujillo). Nunca olvido cierta vez que lo acompañé y me dijo: “Vea Luis, la gente dice que geográficamente Pereira es un cruce de caminos, pero los que saben dicen que lo que no se venda en Pereira, no se vende en ninguna parte, o sea, Pereira es como una tienda en una esquina”.
El poeta sabía que el civismo de empanadas (que según Juan Manuel Buitago es mentiroso o sofista) no es suficiente y que a una tienda hay que darle la competitividad que exige el mercado.
Traigo esta anécdota inédita a colación, ahora que el Gobierno anuncia las licitaciones para las Autopistas de la Prosperidad, una de las cuales conecta al Valle con Antioquia y pone el tramo Pereira-La Virginia como bisagra que articula las dos grandes regiones y ambos océanos. (Han pasado 6 años y nada de la doble calzada La Virginia-Cerritos porque hay quienes la ven como un servicio y otros como un negocio jugoso).
Una vez más, es evidente la posición geoestratégica del Área Metropolitana Centro Occidente que conforman Pereira-Dosquebradas-La Virginia, pero como tantas veces se ha dicho, una región no es estratégica per se, sino por el talento que su población (dirigentes) desarrolle para surtirla de condiciones y oportunidades para hacerla competitiva.
En ese orden de ideas, es que podemos deducir si somos una tienda en una esquina o simplemente una esquina sin tienda. O sea, sin oferta y ni mercado.
Con motivo del proceso de modernización del Aeropuerto Matecaña, (ya casi) en el clima de opinión local algunos dirigentes confiados dicen que aunque Manizales haga Aerocafé y Armenia modernice El Edén, por su ubicación, Aeromatecaña seguirá siendo el aeropuerto regional.
Para ellos hay una mala noticia: eso era antes, cuando los conceptos de competitividad y sostenibilidad no contaban para los inversionistas. Un ejemplo: las tiendas de esquina en los años 60, hoy desplazadas por los supermercados y grandes superficies competitivas en precio, servicio, variedad, calidad e incluso entretenimiento, como oferta de valor agregado.
En menos de 50 años el Eje Cafetero será una megalópolis de centralidad estratégica que articulará los mercados del Atlántico con el Pacífico. En ese contexto, Pereira requiere un portafolio robusto de infraestructuras pertinentes. (hoy marzo de 2020, no tenemos banco de proyectos fase 3).
Hoy solo hablamos de tres grandes proyectos detonantes para un nuevo desarrollo económico regional: Aeromatecaña, Zona Franca y el Centro Logístico. Aunque el Parque Temático de Flora y Fauna y el Centro de Convenciones son una gran motivación, la oferta turística, está biche. (Sin un plan de marketing global solo tendremos turismo mochilero).
En síntesis. El reto es probar que Pereira es mucho más que una tienda esquinera, porque no hay duda de que el mercado demandará más de lo que hasta ahora tenemos como oferta. Y no es poesía.