Por: Christian Ocampo Fernández
“La segmentación de la noticia es una realidad que los comunicadores sociales no podemos aplazar más”. Es quizás una afirmación con la que solía iniciar mis clases de legislación de la comunicación, hoy en extinción por cuenta de las reformas curriculares y los nuevos pensum que han cambiado la relación del ser humano con la academia y que siguen poniendo en aprietos a muchas instituciones de educación en el país, tanto las públicas como privadas.
Comienzo por allí estas líneas ya que el trasegar profesional me ha venido mostrando una preocupante situación que vive el periodismo no solo a nivel regional y local, sino mundial; y es la forma como nos preparamos para la llegada de la informática y las nuevas tecnologías. Aquellas que sin darnos cuenta dejaron en antaño las formas clásicas de ejercer el periodismo escrito, radial y televisivo.
La
tradicional formula del emisor – mensaje – canal y receptor que tantos debates
causó en las facultades de Comunicación Social, es hoy un problema de
informática, procesadores, Bigdata, o incluso, que puede ser abordado en unos
años por la revolución robótica, lo que nos lleva a efectuarnos unas preguntas:
¿El Comunicador Social y Periodista de hoy maneja estos temas?, ¿En los
contenidos diarios de la programación hay noticias sobre ciencia y tecnología?,
incluso si los hay, ¿Sabemos cómo afecta la vida de nuestras comunidades?.
Pudiera seguir planteando muchos otros cuestionamientos pero es mi interés
ahondar simplemente en que estamos ad portad de una nueva revolución
tecnológica, la cual seguramente será más rápida que la vivida a finales del
siglo XIX, que en menos de 50 años trajo, junto a la computadora, una serie de
avances que hoy nos tienen conectados a cada rincón del mundo e inclusive han
originado plataformas que sin lugar a dudas facilitan y mejoran la calidad de
vida.
En medio de esa nueva revolución, lo que ayer eran los medios masivos de comunicación, están llamados a revaluarse y resignificarse frente a la sociedad, que querámoslo o no, hoy es una sociedad segmentada, medible, predecible e influenciable a través de los aparatos tecnológicos o la informática y para quienes la novedad o la chiva noticiosa dejó de ser lo más importante, pues tienen la foto o el video en sus redes sociales y a solo un click de distancia.
Replantear la misión del periodismo en los tiempos previos a la revolución robótica, reflexionar sobre los conocimientos que debe tener el comunicador de hoy y el manejo indispensable que será para su vida profesional el dominio del lenguaje informático son algunas de las motivaciones que los lectores podrán encontrar en esta columna de opinión que inicia, y cuyo pretexto no va más allá de ser un generador de inquietudes y reflexiones jurídicas del acontecer de nuestra región, el país y el universo.
Agradezco y celebro la decisión de un grupo valiente de colegas de generar periodismo de opinión desde las regiones del país, y estoy seguro que gracias a las nuevas tecnologías sabemos que la calidad profesional de quienes amamos y elegimos este noble oficio podrá trascender fronteras en el espacio y el tiempo.