Por encima del Instituto de Estudios Ambientales y Meteorológicos de Colombia; por encima de las Corporaciones Autónomas regionales; por encima del mismo Gobierno Nacional, está la madre naturaleza, a veces caprichosa y juguetona; a veces recia y fuerte.
Equipos satélites, estacionarios o no, alrededor de la tierra observan el comportamiento de la naturaleza, en cuanto a su recorrido, velocidad y tiempos para determinar o aventurarse a pronosticar si esa nube que llega a determinado país se detendrá sobre él, si descargará agua o si, por el contrario, desviará su recorrido o, simplemente, se posará varios días y se diluirá.
Cuántas veces hemos escuchado que verdaderos ciclones y huracanes van directo a la ciudad costera equis y llegando a ella se diluyó en solo una brisa sin mayor peligro, no sin antes haberse dado la alerta nacional y mundial sobre lo que pasaría, según se pronosticó.
Este es un preámbulo para llevar una idea a quienes se encargan de querer comprender a la naturaleza desde un equipo de cómputo con unos programas que reciben información y la transforman en datos con los que se emiten los pronósticos del tiempo con porcentajes de presentación de posibles lluvias, la temperatura, el comportamiento de las nubes, etc.
Hoy domingo que escribo esta nota, me encuentro con que hace tres días, el jueves anterior, los pronósticos apuntaban a que los golpes de calor, el fenómeno del niño y todos los bochornos del intenso verano seguirían hasta abril o mayo; y no estamos ajenos a que se presente tal situación. De hecho, los hermanos chilenos viven una oleada de calor, acompañada de múltiples incendios forestales y estructurales sin controlar, que han causado la muerte de, por lo menos, 56 personas, según el más reciente balance. Nuestra solidaridad con ellos.
Pues, desde el mismo jueves el clima ha estado entreveradito, intercalado. Un fuerte aguacero en Pereira anunció la llegada de la lluvia en cantidades industriales. Y así ha seguido entreveradito el clima, en Pereira, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal. Como amaneció hoy domingo lloviendo en Dosquebradas y Pereira y la lluvia se prolongó por varias horas.
Ahora el Ideam ha anunciado que es posible que lleguen las lluvias. ¿En qué queda el pronóstico de verano intenso hasta abril o mayo? Vuélvanse serios o más cautelosos, porque por encima de ustedes está la madre naturaleza.
Esa misma naturaleza, es a la que el filósofo Baruch Spinosa se refiere cuando sugiere que ahí esta el dios que busca la humanidad. Por esas aseveraciones, fue perseguido y odiado hace 400 años y en ellas invita a agradecerle a la naturaleza sin adorarla en imágenes, solo vivir cuidándola, y, en ella, cuidando a todas sus formas de vida. Así de sencillo lo expuso Baruch.
Con todo lo anterior ¿Está desacreditado el Ideam? Tal vez no, sobre todo cuando recurre a la manida frase “Variabilidad climática” que en síntesis, nos lleva a lo mismo: No terminamos de comprender a la caprichosa naturaleza.