Por ADRIANA VALLEJO DE LA PAVA
Diciembre es el mes de los balances. Muchos han expresado su opinión relacionando la suerte de la ciudad con los logros que presentó el Alcalde de Pereira en su informe de rendición de cuentas, sin embargo, no todo depende de la gestión pública, hay externalidades y gestión privada que puede afectar positiva o negativamente el devenir de una ciudad. Adicionalmente, un gobierno no puede evaluarse en su primer año de gestión. Esta columna es una opinión sobre algunos temas de la ciudad y se referirá a algunos aspectos de la gestión pública local.
La pandemia deja la ciudad con más pobreza y más desigualdad. Aunque el Área Metropolitana de Pereira está entre las cuatro con menor tasa de desempleo en el país, la misma aumentó. Los más afectados son las mujeres y los jóvenes. El aumento en la informalidad es evidente en el centro y en diferentes partes de la ciudad, lo que representa un empleo de mala calidad y un riesgo futuro para quienes quedaron por fuera del sistema de seguridad social.
El sector salud ha sido el gran damnificado, pérdidas humanas atendiendo la pandemia, enfermedades no atendidas por miedo al contagio y aplazamiento de citas y procedimientos para el 2021. No obstante, la alcaldía de Pereira amplió la capacidad hospitalaria de las unidades intermedias de salud, entregó el lote para la construcción del hospital de cuarto nivel de complejidad y abrió los puestos de salud de Combia y de Morelia.
El deterioro en la movilidad afectó la calidad de vida de todos los ciudadanos, los que pasan por la ciudad y los visitantes, especialmente los que entran por Cerritos. El año termina con un aumento en el número de motos, autos particulares circulando y una disminución en el uso del transporte público, lo cual es positivo para la pandemia, pero muy costoso para la ciudad, que le apostó a un sistema integrado de transporte masivo, que incluye cable aéreo.
Este año el Alcalde Maya inauguró una de las obras más esperadas, el nuevo Aeropuerto Matecaña, impulsado por el exalcalde Vásquez y continuado en el gobierno de Gallo.
Por último, el trabajo coordinado entre el gobierno municipal y el sector gremial permitió la implementación de alivios tributarios y el acceso al crédito para las empresas de la ciudad. Con criterio propio, se empezó un proceso de apertura que salvó a muchos negocios. No fue el mejor año, pero pudo ser peor.