PENSANDO EN VOZ ALTA.
Se necesita estar desquiciado mental y políticamente para defender una pizca de la degradada “Revolución Bolivariana”. Lo que acaba de hacer ese bulto de grasa maligna en el hermano pueblo, no tiene parangón. Todas las condiciones estaban dadas para el triunfo del candidato Edmundo González quien, desafortunadamente no logró agrupar a todos los contradictores del chavismo porque allá, como aquí tampoco los más caros ideales de la patria logran eliminar las ambiciones de quienes se creen jefes, sin serlo. Había más de 10 aspirantes opositores, todos con votación residual separadamente, pero juntos producirían un círculo virtuoso que aglutina recursos, defiende los mismos principios y unifica el discurso, todo lo cual lleva a una sinergia moral que facilita acumulación de fuerzas para derrotar hasta al más berraco, porque es verdad que “el pueblo unido jamás será vencido”. Algunos de esos seudoopositores eran fletados por el chavismo para debilitar a González. ¡La extrema izquierda con uno solo y la oposición dividida! Pero, aun así, González siempre llevaba la delantera. Todas las encuestas le daban un margen de triunfo por encima de 20 puntos sobre el mastodonte que, hizo todos los grotescos posibles: En escenarios públicos bailaba reguetón, donde parecía un cerdo gordo y amorfo moviéndose sobre un hormiguero; hacía carreras con dificultad para arrastrar esa asquerosa barriga; cantaba intentando imitar a Chávez que sí tenía buena voz. El resultado de todas sus ridiculeces era el evidente desprecio de las masas populares. Régimen más antidemocrático no habíamos visto. La pregunta es ¿si estaba haciendo las cosas correctamente, por qué no permitió la entrada de veedores de la derecha? Ningún proceso realizado dentro de la ley puede temer la vigilancia. ¿Por qué no dejaron inscribir a los migrantes? ¿Por qué 6 horas para dar resultados, tratándose solo de elegir presidente? Claro, estaban modificando las cifras, fieles al principio de que “quien escruta elige”, en ese remedo de democracia. Salieron con el cuento de haber sido hacheados. ¿No dizque tenían el sistema más blindado del mundo? A otro perro con ese hueso. Maduro tiene que caer. Y, aclaro: no es que me guste esa derecha corrompida, trumpista, bolsonarista y mileísta. Pero la única manera de enderezar a Venezuela es sacando al dictador que dice ser antiimperialista, pero se amanguala con Rusia, China y el perverso Irán. Luego formar un gobierno de transición y unidad nacional para abrir paso a la consolidación de una democracia verdadera con economía de mercado y plenas libertades, pero con fuerte intervencionismo de Estado para que el capital no se desborde. Mundo entero, Venezuela no resiste 6 años más de represión y pobreza para los de abajo, pero enriquecimiento desmedido a los de arriba. ¿A eso llaman revolución? Cínicos. Todo lo que está pasando en Venezuela es culpa absoluta del infeliz dictador que no se para en mientes para atribuirlo a la valiente oposición.
“Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó…”
Jaime Bedoya Medina