POR JAMES FONSECA
Refriéndonos a la glorieta de Corales, advertimos, hace un año “(…) la obra que se pretende construir ahora no sigue el diseño que se pagó entonces, porque se le cercenó el paso deprimido, en forma de Y, que era el componente que repartiría el tráfico vehicular en dos niveles, para darle fluidez. (…)
“(…), la obra, sin el deprimido, sería una solución muy efímera para el problema que se pretende resolver, puesto que, solo con el actual flujo vehicular, estaría cerca de la saturación desde el comienzo (…).”
Ni las advertencias de doctos ingenieros de la ciudad ni la nuestra, fueron escuchadas por el gobierno municipal de entonces y la glorieta, disminuida, se construyó. Hoy, cuatro meses después de abierta, la congestión es más grave que antes de su construcción, pues entonces los semáforos permitían alguna circulación, mientras ahora se depende de la buena voluntad de los conductores, que están dentro de la glorieta, para que otros puedan ingresar a ella.
Con el cambio de alcalde, el actual secretario de Infraestructura, seguramente, previó la insuficiencia de la solución y comenzó a hablar de una segunda etapa de la obra.
La duda del secretario, publicada en los medios en mayo pasado: “No se sabe aún si es un deprimido o un puente elevado el complemento para la fase 1 de la llamada Glorieta de Corales en Pereira.”, prueba que esa segunda etapa no estaba en el diseño sustituto y que fue una idea improvisada para enmendar el daño que sobrevendría, además de un intento para desviar la atención de la enorme pifia de su antecesor, en la que ya se estaban invirtiendo $2.858 millones
Su duda estaba resuelta en nuestra columna aludida, de septiembre de 2019: “Con el agravante de que una vez construida, por razones técnicas, no se le podría agregar el deprimido y sería necesario derrumbar buena parte, para reconstruir, incluyéndolo.” Esto porque hacer el deprimido, adicional a la glorieta actual, implicaría una excavación tan profunda que sería muy difícil y costosa para evitar que se inundara.
Ahora el secretario de Infraestructura habla concretamente de un puente: “para dar fin al gran conflicto vial de este sector”, solución para la que, seguramente, será necesario destruir una parte de lo que se construyó y cerrar, nuevamente, las vías.
Por todo lo anterior preguntamos: ¿Quién va responder por el detrimento que se le ha causado a la ciudad con la construcción de esta obra insuficiente?, que es el resultado de la falta de conocimiento, o de juicio, o, tal vez, del afán para que se firmara un contrato, de quien, en la época, tenía la voz cantante sobre la infraestructura municipal.
sigo pensando que aplicar en el sector de corales una salucion parecida a la obra construida dobre la via pereira Cartago sector de Mercasa que distribuye el tragico hacia el centro de la ciudad, Caldas, Quindio y algunos otros sectores del sur occidente pereirano era la indicada
Quién responderá❓
…Fuenteovejuna señor❗