Por: Carlos Alberto Cardona Montoya
Facundo Cabral, con certeza, decía que hay que: “Tenerle miedo a los tontos que actúan como estúpidos, por que son muchos, y como tal, son peligrosos, pues como son mayoría eligen gobiernos como éste”.
Cuando la dama que funge como vicepresidente de Colombia afirmó que: “Tenemos DEMASIADAS psicólogas, sociólogas, carreras que no les sirven para tener mejores ingresos, entonces queremos ver como involucramos a un porcentaje de niñas del departamento (de Antioquia), para entrar a estas carreras y vamos a promoverlas hacia las áreas del conocimiento donde el desarrollo profesional va ser más importante como su ingreso económico”, desató reacciones bruscas de todos los sectores cuyas formas, igualmente polarizadas, irritantes unas, desafiantes otras; evidencian que efectivamente, lo dicho por la dama es síntoma de que nuestra sociedad padece graves problemas de salud mental, que requieren más psicólogos, más psiquiatras más sociólogos, mejor pagados y en mejores condiciones de trabajo, contrario a su precaria propuesta..
La deslustrada dama desconoce informes de ONU según los cuales, en el futuro inmediato los profesionales de la salud mental, y los cultores de las humanidades serán los que menos posibilidades tengan de perder sus fuentes de trabajo debido a la atención que requieren los trastornos que padecen sociedades como la nuestra, en donde los conceptos de justicia, libertad y desarrollo riñen con la realidad y por lo tanto enferman, (Un fiscal anticorrupción preso por corrupto, Magistrados de las altas cortes presos por negociar fallos de justicia, Curas que violan niños en el nombre de Dios, Políticos presos por compra de votos pero Mafiosos políticos libres, dueños del control del Estado, Militares que asesinan civiles para simular combates que no existieron)… Muy difícil entenderlo, pero estamos enfermos; y su atención no está al alcance de las máquinas de inteligencia artificial, si no en la preparación que tengan más seres humanos capaces de orientar a otros seres humanos sometidos por la estupidez humana.
Es probable que la señora que “vice preside” crea que Psicólogo es la última persona con la que uno habla antes de empezar a hablar solo, lo que explicaría su desatinada afirmación y nos ubicaría a los profesionales de la salud mental en una dimensión desconocida ante la necesidad de atender ahora mismo los miles de casos de depresión por la desesperanza aprendida en la realidad nacional; la que muestra la propiedad de la tierra en manos de menos del 1% de la población, Políticos (Como ella) con patrimonio por encima de los 8 mil millones y su pago de renta es cero pesos, Con reformas tributarias destinadas a que los más ricos tengan subsidios con el dinero de los impuestos que pagamos los más pobres, sociedad con el anhelo de una paz negociada y firmada pero camino a hacerla trizas por los que como ella, dicen cosas sin conectar su única neurona con la realidad; así es que el desajuste social que padecemos requiere más profesionales en humanidades y salud mental. menos chafarotes, menos desprecio por lo humano, menos odio.
Para resumir, digamos que la ecuación de la “Vice” está desproporcionalmente invertida, porque profesionales de las ciencias sociales, y la salud mental faltan muchos, y que de ellos (Como ella, cuota de una secta fanática), o sea, de los que habla Facundo Cabral, de esos SI, hay demasiados.
Las humanidades, fundamento para la,reconciliación con el otro, para l la comprensión de si mismo y del otro, en todas sus complejidades.