En política el concepto de Outsider, anglicismo usado por excelencia para referirse a los que están por fuera de los parámetros normales del ejercicio electoral tradicional, no ha sido la excepción en Colombia.
Al menos desde la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI se puede hablar de algunas personas que encarnaron esta figura en Colombia en contracorriente a la hegemonía bipartidista pero que además de representar otras ideas, proponían otras formas de hacer política, disruptivas, contestatarias y divergentes.
La primera de ellas es quizá Gabriel Antonio Goyeneche, un personaje pintoresco que se lanzó por primera vez a la presidencia de la República en 1958. Residente de la Universidad Nacional, vendía sus panfletos a cambio de centavos a quién quisiera comprárselos y conocer sus propuestas, tan descabelladas como Pavimentar el Río Magdalena para hacer una gran autopista que comunicara el país de norte a sur, pues ya habiendo agua y arena sólo era necesario echar el cemento y listo, otra de sus propuestas era poner marquesina en Bogotá, o bombardear las nubes para que dejara de llover tanto, escoger un pobre diario y que cada colombiano le diera un peso así al final de su mandato todos serían ricos y no habría pobres, la más llamativa fue convertir la chicha en champaña entre otras propuestas del mismo cariz enmarcadas en la inocencia y la ingenuidad, la mamadera de gallo y una imaginación febril producto quizá de una afectación relacionada con una gripa que le pegó duro al hombre en 1918 y que le dejó fuertes secuelas mentales, las que no fueron óbice para aspirar 4 veces a la presidencia de la república, entre 1958 a 1978. Siendo su mejor participación el 3er lugar en las elecciones presidenciales del año 1962 dónde sacó el asombroso número de 2652 votos quedando en tercer lugar. Sobre este personaje, que llama poderosamente mi atención escribiré a futuro otros textos, por ahora lo menciono como el primer outsider auténtico que sin renunciar a sus ideales y con 4000 propuestas en 20 años de campaña, disputó sin rendirse y sin chance nunca de ganar la presidencia de la república.
Nuestra búsqueda nos lleva a mencionar otros nombres, entre los que figuran Rodolfo Rincón, el candidato torero, que disputó las elecciones del 2002 contra Serpa, Uribe, Lucho Garzón, Noemí Sanín, Harold Bedoya entre otros, con un total de 6311 votos cifra nada despreciable para alguien que cambió las arenas de la tauromaquia por las arenas movedizas de lo político, Rincón, lo intento también sin éxito a la alcaldía de Bogotá, y al concejo perdiendo en ambos intentos.
Aparece en la escena de estos candidatos Outsider Regina Betancur de Liska, bruja y mentalista. Esta particular señora y candidata, aspiró en el año 1986, 1990 y 1994, casi el mismo récord de su antecesor Goyeneche, con el sobrenombre político de Regina 11 y bajo la égida de su Movimiento Metapolítico, ha sido quizá la única mujer dentro de este pintoresco grupo de candidatos que logró curules en el congreso como senadora y concejal de Bogotá.
La cosa mejora y promete en las elecciones del 2010, con la irrupción en la arena política del profesor, filosofo, matemático, ex rector de la nacional, dos veces alcalde de Bogotá Antanas Mockus. Un Outsider que a diferencia de los anteriores, demostró que haciendo política de manera distinta es posible ganar y más aún, es posible gobernar, Antanas, con sus girasoles, sus posturas filosóficas, su apertura ideológica y su figura disruptiva, logró disputar la presidencia de la República sin éxito en el 2010, en las dos vueltas presidenciales contra Juan Manuel Santos, sin embargo Antanas, perdiendo, gana un electorado joven y alternativo que aún hoy pervive defiendo los postulados de: la vida es sagrada, y los recursos públicos son sagrados. Mockus es el Outsider más importante en la vida política de Colombia, no sólo por sus logros políticos, que aunque no logró la presidencia, pudo ser Alcalde de la capital y por dos años Senador, antes que un error le cobrara caro su curul, hoy retirado de la vida política, su último acto fue renunciar al partido verde hace pocos meses debido al escándalo de la UNGRD dónde miembros de su partido están implicados, Antanas simboliza hoy todo lo que un antipolítico debería ser.
El 2022 presentó a un Outsider, Rodolfo Hernández a quién se le puede cuestionar clasificarlo en esta categoría, pues El ingeniero como se le dio en llamar, fue concejal por el partido liberal en los años 90 y siempre hizo negocios con la clase dirigente tradicional de Santander y Bucaramanga, logrando un patrimonio multimillonario, como el de ningún otro candidato en disputa.
Rodolfo Hernández ex alcalde de Bucaramanga, irrumpió en la campaña política del 2022, quedando contra todos los pronósticos de segundo en la primera vuelta con 10.700.000 y logrando una curul directa en el senado, por el que pasó poco tiempo sin pena ni gloria y renuncia para buscar la gobernación de Santander, que no logra debido a su estado de salud.
Rodolfo fue catalogado por muchos medios y analistas como un Ousider político, sus maneras de expresarse cercanas al populacho, sus polémicas declaraciones contra las mujeres, las creencias religiosas y la moral, sus bailes de Tiktok populares en la campaña sus excesos y lujos, no fueron inferiores en pintoresquismo a sus descabelladas ideas y posturas.
La primera y que se parece un poco a la de los pobres de Goyeneche era la promesa de que todos los colombianos conoceríamos el mar, la otra era convertir la casa de Nariño en un museo, o la más osada, regalar dosis gratis a los drogadictos, entre otras perlas expresadas en campaña lo equiparan a Goyeneche, sólo que Hernández estuvo cerca de lograrlo, siendo por segunda vez un candidato de este tipo que disputa segunda vuelta.
Tendremos outsiders en Política para rato en Colombia y en Latinoamérica, la crisis de credibilidad de las izquierdas y las derechas tradicionales permiten la emergencia de personajes distintos, que prometiendo lo imposible y siendo muy hábiles en atacar a la clase política tradicional, logran rentables réditos políticos y llegar al poder. Milei en Argentina es un ejemplo de lo que hablamos.
MIGUEL ÁNGEL RUBIO
@Rubio_miguel