Pereira tuvo la fortuna de contar con un grupo muy selecto de alcaldes que contribuyeron a su transformación. Fueron alcaldes que hicieron historia y a quienes la ciudad les debe, en buena medida, lo que es hoy.
Uno de ellos fue Fabio Alfonso López Salazar (1934 – 2025), cuya contribución al desarrollo de Pereira fue de tal tamaño, durante sus dos periodos de gobierno, que representó el motor que le dio un nuevo impulso a la ciudad, especialmente en el momento en que se convirtió en la capital del departamento de Risaralda.
Recogiendo un perfil realizado por El Diario del Otún, se lee que «presidió la junta de construcción de las obras físicas de la Universidad Tecnológica de Pereira, de la cual fue durante muchos años el presidente del Consejo Directivo. Compró los terrenos para la construcción de la actual plaza de Ferias en Cerritos, y uso el antiguo lote de esta, para construir, junto con el Instituto de Crédito Territorial, la Unidad Residencial Primero de Febrero (Los Bloques frente al coliseo mayor). Inició el proceso de ampliación del aeropuerto Matecaña y comenzó la construcción de la avenida 30 de agosto entre el Aeropuerto y La Villa Olímpica. Construyó el edificio de la Unidad Administrativa El Lago e inició la construcción de la Planta se Tratamiento La Corea. Lideró la transformación del sector del Parque Olaya Herrera e inició la construcción de la Avenida Sur. Inició la pavimentación de la carretera Pereira – Alcalá. Construyó la vía que comunica la Avenida Circunvalar con Los Álamos. Construyó los puentes vehiculares de la Florida, San José y La bananera sobre el río Otún. Diseñó y ejecutó una unidad residencial para periodistas».
También cuenta que «en el sector privado, a los 25 años era copropietario de la firma que inició la construcción de la carretera La Mesa – Anapoima – Tocaima – Girardot. Fue inversionista en la construcción del barrio El Poblado, donde se levantaron 2.500 viviendas junto con como su hermano Byron López y Alejandro Ángel, que transformaron urbanísticamente la ciudad. Fue Director y luego copropietario del periódico La Tarde durante tres décadas. Incluso, fue corresponsal del periódico El Tiempo en Pereira. En la vida política, además de alcalde de Pereira, fue concejal de la ciudad, Representante a la Cámara y Senador de la República»
Cuando se lee el resultado de su gestión en el servicio público y en la actividad privada, se entiende por qué era considerado uno de «los grandes», como se define a quienes han tenido un papel protagónico en la historia de Pereira.
Por encima de estas realizaciones y contribuciones, aparece una marca indeleble que deja Fabio Alfonso López Salazar, como legado: la Honestidad. Él ejerció la política y el servicio público durante cinco décadas, y nunca tuvo siquiera un llamado de atención. Fue reconocido como un funcionario probo, guardián insomne de los bienes públicos.
Descanse en paz, que la ciudad seguirá agradeciéndole lo que hizo por ella.
Humberto, bonita semblanza y gran homenaje a este hombre probo, como pocos, muy pocos; tal vez sería bueno destacar los otros que ejercieron su poder sin abusar de él, enriqueciéndose ilícitamente como lo hicieron los gobernantes de los últimos años. Duque entre otros, fue tan malo, que recuerdo que decían que murió en su ley, cuando amanecido, terminó estrellándose contra un camión recolector de basura, además con uno de sus trabajadores mutilado en sus piernas.