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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadSe murió el amor

Se murió el amor

O tal vez no lo ha hecho, y sólo está agonizando, quizá sólo tenga sed, por lo mucho que ha caminado, quizá ha llegado de la guerra y se siente desahuciado. Tal vez sólo está cansado, de todo lo que ha dicho y todo lo que ha callado, de lo que ha sufrido y llorado, de lo que ha recibido, a cambio de lo que ha entregado.

Después de todo, quizá no ha muerto, tal vez sólo necesita un tiempo, necesita respirar, recobrar el aliento, recordar la magia, vivir el momento, sentir que está vivo, vivir contento. Tal vez sólo esté enfermo, quizá sea un resfriado, un bajón de azúcar, una migraña, una fractura, un mal momento; tal vez sólo quiere dormir porque tiene sueño o no quiere jugar porque teme perder el juego.

¿Se murió el amor?, se pregunta quien espera en el puerto, con la maleta llena de dudas, con el alma inflada de deseo, pensando si ha fallecido o solo está perdido en la infinidad del mar o enredado en las velas de los barcos porque se lo ha llevado el viento; Puede ser que el amor llegó a otro muelle, viajó sobre otras olas, miró un nuevo cielo, pero no porque se haya ido, dejará de ser cierto.

Se ha muerto el amor, lo afirma quien selló con lápida el oscuro rincón donde descansa un cuerpo, el mismo que un día contuvo la sonrisa más linda de todo el universo, los ojos más brillantes que reflejaban el firmamento. Todo es melancolía porque ya no se siente su aliento, su dulce voz, sus eternos cuentos; su calor en la cobija, las huellas de sus pies, el olor a su perfume, las caricias de sus dedos. Ese amor no murió, y no morirá, aunque pase mucho tiempo, se han transformado los abrazos en el aire que respiras, el amor que das a otros, en lo que un día fueron besos.

Yo creo que el amor no ha muerto, no lo espero en la ventana, ni el cine, ni en el puerto. El amor regresó a mí, ahora yo lo llevo puesto, es mi prenda favorita, mi mejor atuendo. Nunca se ha ido de mi lado, quizá se ha transformado y cambió de piel al pasar el tiempo; antes era joven y lucía terso, ahora tiene arrugas, pero el corazón bonito, más sensible, menos terco.

Sé que el amor está vivo, lo veo en las esquinas, en los parques, en el paradero; Lo veo en tus ojos, en los míos, en los sueños de todos, en la fe que tenemos, Así pues, mientras esté vivo, cuidaré de él, aunque parezca que se acerca el final, aun cuando parezca que se acaba el cuento. Me atreveré a vivirlo, aunque viva mil veces su muerte, lo resucitaré, así fallezca en el intento; porque no se puede vivir la vida sin haber amado, sin amar incluso a los que despidieron al suyo por pensar que si se había muerto.

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10 COMENTARIOS

  1. Un artículo muy estimulante, profundo, que me invita al el espejo
    y me mueve.
    Preciosa mirada Maritza.
    Gracias por compartirla.

  2. El es sufrido, es Benigno, no se envanece…el amor será por siempre …no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad…
    Bendiciones mi mary

  3. Recupera ud hija, y describe de manera poética lo que sabían los abuelos, el amor no muere, simplemente cambia de nido. Mil abrazos y bendiciones.

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