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SociedadSéptimo lugar que podría ser cuarto

Séptimo lugar que podría ser cuarto

Por: Juan Antonio Ruiz Romero

Mientras en enero la mayoría de personas seguíamos desconectados y en plan descanso, la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Cotelco, publicó un interesante informe sobre la ocupación hotelera durante la temporada navideña y de inicio de año.

El promedio nacional fue del 53,8%, lo que demuestra la dinámica propia de ese sector, a pesar de la implacable competencia de las plataformas de alquiler en línea y la “parahotelería” u hotelería informal. Y sin incluir en esa cifra a los miles de viajeros que se alojan en casa de un familiar o un amigo.

En el top 10 de ocupación hotelera de Cotelco durante la reciente temporada vacacional aparecen las siguientes ciudades y regiones:

  1. Cartagena, con el 83,84%
  2. Magdalena y Santa Marta, 83,24%
  3. Quindío, con el 75,35%
  4. San Andrés, 74,7%
  5. Tolima y Alto Magdalena (Girardot, Tocaima, Nilo) 71,66%
  6. Antioquia 69,55%
  7. Risaralda 64,87%
  8. Cesar 63.35%
  9. Santander 63.21%
  10. Boyacá 61.11%

El departamento de Risaralda aparece en una significativa posición, si se tiene en cuenta que después de la décima casilla hay destinos turísticos de gran reconocimiento como Villavicencio y los Llanos, Barranquilla y ciudades como Manizales y Pasto que en el inicio de cada año celebran sus fiestas tradicionales.

Ahora, si dejamos de lado los destinos de mar como Cartagena, Santa Marta y San Andrés, que tienen un mercado propio, nos encontramos con que Quindío y Risaralda, dos de los departamentos que conforman el Paisaje Cultural Cafetero, Patrimonio de la Humanidad, fueron el primero y el cuarto destino turístico preferido, para viajar por el interior de nuestro país.

Ante la ausencia de playas, el eje cafetero ofrece marejada multicolor: guaduales, cafetos, yarumos, orquídeas, heliconias y vistosos follajes. Aquí el turista puede sumergirse en bosques nativos y senderos ecológicos, avistar algunas de las 889 especies de aves que habitan nuestro territorio; disfrutar de una inolvidable experiencia en aguas termales; vibrar con el turismo de aventura; descubrir la riqueza cultural, gastronómica y patrimonial de nuestros pueblos y, a la vez, enamorarse de ciudades donde todavía se puede vivir y son exitosos los negocios y las convenciones.

Si Risaralda ya está en el mapa turístico nacional, como lo demuestra el informe de Cotelco, es necesario mejorar y segmentar la oferta. Desarrollar las potencialidades de los municipios: optimizar los alojamientos, restaurantes y cafés, sin que pierdan su autenticidad. Consolidar atractivos como el vuelo en parapente y la oferta de cocina ancestral con la gallina enterrada del Taller Don Pancho de Apía; las granjas cafeteras en Santuario; la ruta de la seda en Guática; el proceso del cacao en Belén de Umbría; la filigrana en oro y plata de los artesanos de Quinchía; el bosque seco tropical de La Virginia; las artesanías emberá chamí en Pueblo Rico y Mistrató; las granjas ecológicas de La Celia; los miradores paisajísticos de Balboa y Dosquebradas y asegurarnos que, además de Santa Rosa y Marsella, todo Risaralda tenga la certificación de turismo sostenible y respetuoso del medio ambiente.

A la par, se requiere estimular el turismo doméstico con grupos de la tercera edad; moteros, ciclistas, familias, clubes deportivos, ambientalistas y caminantes. Urge una adecuada señalización en la red vial; ampliar la cobertura  de internet y vincular a estudiantes y bachilleres en guianza cultural y turística. También es fundamental promocionar el destino. Si Risaralda es séptima con una modesta inversión, ¿se imaginan lo que conseguiríamos con una estrategia turística agresiva, focalizada y a largo plazo?

Lo tenemos todo y hay mucho por hacer. Ojalá sea el momento.

ruizromeroja@gmail.com

Foto: Tomada de Risaralda Turística. Atardecer en el parque principal de Marsella.

1 COMENTARIO

  1. maestros tiene la agenda turistica regional
    ahora a vender( en el mejor de los sentidos ) de verdad verdad lo que se puede confeccionar y ayudar a algunos grupos que han mostrado vocación turística ambiental.

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