El pasado siete de agosto el presidente Petro rompió la tradición de recordar la Batalla de Boyacá, (evento crucial para nuestra independencia) donde tradicionalmente se había conmemorado, en el histórico Puente de Boyacá; esta vez se desplazó a la isla de Santa Rosa de Loreto, la que según su discurso pertenece a nuestro país y sobre la que el Perú pretende tener soberanía; este reclamo causó escozor entre las autoridades peruanas, pero entre los habitantes del sector de la triple frontera, en especial de los habitantes de la isla hay sentimiento de gratitud porque gracias a las palabras de Petro, Perú ha vuelto a poner sus ojos en los habitantes de esta marginada región, carente de buenos servicios públicos y donde las tres nacionalidades viven hermanadas ( Ver video 1).
Después del discurso del presidente se han escuchado las voces de rechazo de los malquerientes del actual gobierno, incluso la de uno que se ha considerado anti-uribista, el señor Gilberto Tobón, antioqueño para más señas, quien con mente calenturienta imagina un escenario en el que Petro arma guerra contra Perú, declara estado de conmoción interior, no hay elecciones, y se queda en el poder, no es que eso no pueda suceder, es que es de mala leche que el señor aludido no haya pensado o dicho lo mismo cuando Duque de manera servil quiso ayudar al señor Bolton, Secretario de guerra de Trump para invadir Venezuela y derrocar a Maduro con sangre y tropas colombianas, ni hubiera pensado lo mismo cuando Colombia bombardeó el campamento de Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, un muy buen golpe militar a las Farc.
“La Isla Santa Rosa se encuentra en una disputa territorial entre Colombia y Perú, ya que ambos reclaman su soberanía. Perú la considera parte de su territorio y creó el distrito de Santa Rosa de Loreto, pero Colombia argumente que la isla se formó después de los acuerdos fronterizos de 1929 y debería someterse a un proceso de asignación” (Visión general creada por IA). Pero, el asunto de la soberanía sobre este territorio tiene sus peculiaridades (ver video 2).
La primera precisión que hay que hacer es, que al darse la independencia de España para evitar una guerra por territorios entre las nuevas naciones americanas y afianzar su estabilidad, se acordó usar el precepto del derecho internacional, proveniente del derecho romano del uti possidetis iuris, que implicaba conservar como fronteras internacionales los límites administrativos internos que existían cuando eran colonias de la nación ibérica; ese propósito se cumplió en parte, pero por falta de información geográfica y cartográfica más precisa, surgieron conflictos que se solucionaron en su mayoría, de forma diplomática, con diálogos entre las naciones que tenían diferendos, dando lugar a negociaciones cuyos resultados fueron tratados firmados y ratificados por los Congresos de las naciones en Conflicto.
Por desgracia, hemos sido despojados de territorios por “países hermanos (Foto 1) :” la mayor parte se perdió en tratados internacionales desventajosos, firmados por jurisprudentes ilustres con más práctica en oratoria que conocimientos en Geografía, y por técnicos mal pagados y peor equipados, ansiosos por regresar cuanto antes a la capital” (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29).
No es la primera vez que nuestra patria sufre perdidas territoriales frente a sus vecinos; para no ir muy lejos, recordemos que, como consecuencia de la guerra de los mil días, Colombia perdió el departamento de Panamá: “ante un burdo montaje de insurrección organizado por los Estados Unidos, acompañado de ejércitos que se dirigían a ambas costas, el cual fue rechazado por Colombia con apenas débiles protestas. Ni siquiera se rompieron relaciones con Estados Unidos, país que rápidamente negoció un tratado de redacción unilateral con las nuevas autoridades para finalizar la construcción del canal y conservarlo a perpetuidad. En 1922, en el tratado Urrutia- Thompson, Colombia reconoció a Panamá y se legalizó el robo del siglo (color azul en el mapa), (Foto 2). (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29).
Infortunadamente para nuestro país la mayor parte del territorio del que nos han despojado los países vecinos lo han logrado por falta de defensa de esos territorios, por traiciones a la patria y entregas bobaliconas: “ Según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, entre 1834 y mediados del siglo XX, Colombia perdió territorio por cinco partes distintas de su frontera con Venezuela (color rojo en el mapa)- Entre laudos arbitrales, sentencias, comisiones, demarcaciones, cancilleres y tratados, una parte importante del territorio colombiano fue cedido imperturbablemente al vecino del este, siendo el acto más aberrante de todos la entrega del canciller Holguín, en 1952, de las islas y cayos llamados Los Monjes, indiscutiblemente colombianos hasta el año de 1944” (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29).
Tan mal nos ha ido con la frontera con Venezuela que, en 1893, el presidente de Colombia Carlos Holguín regaló a la reina regente de España María Cristina el ” Tesoro Quimbaya”, en agradecimiento por el laudo que resolvió el conflicto de límites entre Colombia y Venezuela, supuestamente a favor de nuestro país ¿Qué tal que el laudo hubiera sido en contra nuestra?
“El colosito del sur. Para empezar, una vez disuelta la Gran Colombia, Ecuador, que en un primer momento había decidido confederarse como estado con la Nueva Granada en 1830, invadió el Cauca causando la guerra de 1832, que terminó con la independencia del hoy vecino país, Desde entonces empezó a exigir primero a Buenaventura y luego todo el departamento del Cauca. “conformándose”, en 1916, con un amplio territorio en el sur del río Putumayo (que luego le quitaría el Perú con ayuda de Brasil y Colombia). (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29).
El caso del Perú, el conflicto por tierras no es una novedad de este siglo: “Del puente a la Alameda. El expansionismo del Perú efectivamente tuvo un mayor costo para Ecuador que para ningún otro país vecino, pero Colombia perdió también lo suyo. Aunque el UTI POSSIDETIS IURIS de 1810, o sea mantener los límites como estaban en esa época, había sido aceptado por Perú, este país firmó tratados con Ecuador y Brasil para repartirse el territorio colombiano (color amarillo en el mapa). Eso generó un siglo de litigios fronterizos, finalizados con un tratado en 1922 en el que Colombia obviamente cedía un enorme territorio. De esa época de tire y afloje, se destaca el tratado secreto Mosquera – Zelaya, firmado entre el gobernador del Cauca y un representante del presidente peruano, para crear la República Independiente del Cauca. (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29).
Tampoco debemos olvidar que, en los años 30 del siglo XX, Colombia debió entrar en guerra contra Perú para defender el territorio amazónico de las pretensiones de la citada nación.
Con Brasil la cosa no ha sido diferente: “La colonización brasileña al frente de los bandeirantes siempre fue activísima mientras que la fijación de límites se dilató todo lo que se pudo, pues incluso llegaron a inventar la existencia de una falsa cordillera entre la región de Marañón y la del Orinoco. Entre tanto llegaron los movimientos de independencia, luego de los cuales Brasil se repartió las tierras colombianas con Perú y Venezuela en sendos tratados. Afortunadamente, el Congreso negó el tratado Lleras- Lisboa, que legitimaba estos límites, pero con los tratados de 1907 y 1928 (sugerido éste por el Secretario de Estado norteamericano), se aceptó efectivamente renunciar a una inmensa parte del territorio (color lila en el mapa). Los colombianos decimos con orgullo que estamos deliciosamente atrapados entre tres mares, haciendo una referencia poética al Amazonas, pero la verdad es que de este río solo nos quedó una ventanita de 80 kilómetros, mientras que para Brasil es prácticamente un “Mare Nostrum”. (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29). Para colmo de males en la demarcación de esta frontera, los colombianos por el clima poco benigno, impaciencia por regresar y obligados a hospedarse en cuarteles brasileños, aceptaron muchas mediciones de los brasileños, llegando a decir que unos kilómetros más o menos no eran importantes en aquellos territorios.
“Entre mosquitos y canalitos. Colombia ejerció soberanía desde su independencia sobre la Costa de Mosquitos, La isla de Mangle y San Andrés y Providencia, áreas que la Corona Española había segregado de la capitanía general de Guatemala en 1803 para añadirlas al Virreinato de la Nueva Granada. Pero, en 1890, las islas Mangle fueron ocupadas por Nicaragua e incorporadas a su territorio, sin que Colombia se opusiera más que con una protesta, Y, en 1928, se terminó de ceder oficialmente a ese país tanto las islas de Mangle como toda la Costa de Mosquitos (color lila en el mapa). (Mal tratados, revista Credencial historia, julio 2000, David Roll y Miguel Borja, páginas 26 a 29).
No podemos pasar por alto la página de la pérdida de 75.000 kilómetros cuadrados del mar territorial de Colombia por el fallo de la Corte Internacional de Justicia, en noviembre de 2012 ante demanda de Nicaragua que desconoció el meridiano 82 como límite: “El límite marino entre Colombia y Nicaragua fue precisado en 1930 con el Acta de Canje de Instrumentos de Ratificación del Tratado Esguerra- Bárcenas de 1928, firmada el 5 de mayo de 1930. En esta acta, se delimitó la frontera marítima en el meridiano 82 grados de Greenwich, a sugerencia de Nicaragua” (Visión general creada por IA).
Mañosamente Nicaragua argumentó que ese tratado no tenía validez pues lo había firmado estando bajo invasión de Estados Unidos: Colombia pagó millones de pesos por una defensa que no sirvió para nada ¡Qué cosa más vergonzosa ¡ La única defensa jurídica que el gobierno de esa época, de manera pusilánime no utilizó, era desconocer la competencia de la CIJ para modificar un tratado de límites vigente, firmado por las partes y ratificado por los Congresos de las dos naciones.
Tenemos mala imagen internacional, nos llaman el Caín de América porque nuestros gobernantes han sido lacayos de la política exterior norteamericana: “El Caín de América Latina fue el apodo que nos ganamos hace tiempo por ser un país que se asocia con fuerzas extranjeras para atacar a nuestros propios hermanos del continente. Colombia le dio la espalda a Argentina en su lucha legítima de defensa de las Malvinas, en tiempos de Turbay. Pero en cambio envió más de 5 mil soldados del Batallón Colombia la guerra de Corea, en tiempos de Laureano Gómez. Y fue el único país latinoamericano en apoyar la guerra de Irak, y el único que envió soldados nacionales al destacamento de la OTAN en la guerra afgana, ambas en los ocho años del gobierno Uribe” (“El Espectador” El Caín de América Latina, Renson Said, 17 de junio 2020).
¡Qué ironía ¡ A pesar de nuestra fama de malos amigos, si quisieran apodarnos por las pérdidas de territorios a manos de nuestros vecinos, tristemente podrían apodarnos como “las p… del paseo”.
Hola Isdaen: fenomenal aporte a mi artículo, mil gracias y felicitaciones por su gran contribución . Mil saludos y bendiciones.
Buen día Danilo. Saludos.
Excelente trabajo investigativo.
Llevando a cabo el respectivo recorrido como lector del texto presentado hago los siguientes
comentarios y una amplitud cognitiva con relación al tema actual de Colombia con Perú respecto
a la Isla Santa Rosa en el río amazonas.
1. La pérdida de espacios fronterizos terrestres y marítimos de nuestro territorio es una muestra del
descuido de las autoridades gubernamentales con respecto al tema y es el colmo que no la hallan hecho
varias veces lo cual demuestra negligencia o porque no corrupción ante la permisividad de estos casos.
Como dice una frase : » La primera vez es culpa de los demás, las demás veces es culpa mía «. ¿ Qué
tiene que pasar para aprender ?.
2. Dice el artículo 455 del Código Penal: “El que realice actos que tiendan a menoscabar la integridad
territorial de Colombia, a someterla en todo o en parte al dominio extranjero, o a afectar su naturaleza de
Estado soberano, o a fraccionar la unidad nacional, incurrirá en prisión de veinte a treinta años”. En ese
orden de ideas, por qué las autoridades no se han hecho e hicieron sentir frente a estos temas ?
Danilo anexo un documento respecto al tema de la Isla de Santa Rosa y me disculpa la extensión pero
el no ampliarlo me remordería la conciencia .
La advertencia científica de hace décadas sobre el río Amazonas y Leticia que fue ignorada
Desde hace más de 20 años, un grupo de científicos colombianos alertó sobre los cambios en el río Amazonas: su caudal comenzaba a desplazarse hacia el lado peruano, dejando en riesgo el acceso de Leticia al río. Hoy, esa advertencia se cumple, y las consecuencias son cada vez más visibles para esta ciudad amazónica. ¿Aún podemos hacer algo?
Hasta hace unas semanas, quizá muchos no habían oído hablar de Santa Rosa. Esta isla, ubicada en medio del río Amazonas y que tiene casi 3.000 habitantes, cobró protagonismo debido a la discusión que estalló entre Colombia y Perú por su soberanía. Luego de que el Congreso del vecino país aprobara una ley para crear el distrito de Santa Rosa de Loreto y así declararla territorio peruano, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia presentó “contundentes notas de protesta”.
El 7 de agosto, en una ceremonia que marcaba el inicio de su último año en el poder, el presidente Gustavo Petro leyó una declaración con la que reafirmó su posición: “Debería haber un acuerdo común entre los dos gobiernos antes de definir si es colombiana o peruana”, sostuvo. El mandatario, además, había mencionado un asunto de fondo en esta polémica. En su cuenta de X, aseguró que la decisión de concebir Santa Rosa como un distrito de Perú “puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico”. ¿A qué se refería?
Santiago Duque, profesor de la Universidad Nacional, ha dedicado décadas de su trabajo a investigar este tema: el río Amazonas, el más caudaloso del mundo, se está alejando, poco a poco y de manera natural, de Leticia. El docente explica que, por su geomorfología, cada cierto tramo el río presenta zonas abiertas y estrechos. En estos últimos, el agua se distribuye por diferentes brazos, entre los cuales se forman las islas de cauce, como la de Santa Rosa y otras, las más antiguas: Ronda y Chinería, también conocida como Rondiña.
Aproximadamente 20 kilómetros arriba de Leticia se encuentra uno de esos estrechos, Nazareth, en el cual Duque y sus colegas han medido su profundidad y calculado su caudal a lo largo de los años. “En 1993, un estudio nuestro, de la sede Bogotá de la Universidad Nacional, indicó que el 70 % del volumen del agua que salía de Nazareth se iba por el brazo peruano y el otro 30 % transitaba por dos brazos colombianos que había en ese entonces”, recuerda el profesor. Esto comenzó a evidenciar que el flujo del río estaba disminuyendo en Colombia.
Juan Gabriel León, también profesor de la Universidad Nacional, pero de la sede Palmira, identificó que la situación actualmente es incluso más preocupante, tras realizar mediciones en el estrecho de Nazareth en junio pasado. “Bajé a medir los canales y encontré que para las islas de Ronda y Rondiña (un poco antes de Santa Rosa y Leticia) estaba pasando menos del 19.5 % del agua que viene de Nazareth; es decir, que casi el 80 % ya se está yendo por el brazo peruano”, cuenta León a El Espectador.
Precisamente entre Ronda, que es parte de Colombia, y Rondiña, de Perú, se propuso hacer una excavación que permitiera remover rocas y otros materiales del lecho del río Amazonas. De esa manera, explican los investigadores, se podría garantizar un mayor flujo de agua por los canales colombianos desde el estrecho de Nazareth, pero esa no es una idea nueva. Hace casi dos décadas, los científicos lo plantearon en un proyecto liderado por la profesora Lilian Posada, de la sede Medellín de la Universidad Nacional, pero nada se ha concretado.
Lo anteriormente mencionado lo puede leer porque tiene una mayor extensión textual en la siguiente dirección : https://infoamazonia.org/es/2025/08/19/la-advertencia-cientifica-de-hace-decadas-sobre-el-rio-amazonas-y-leticia-que-fue-ignorada/
Excelente trabajo investigativo.
Siga escribiendo Danilo.
Un feliz día le deseo Danilo. Éxitos.