Por JERSON ANDRÉS LEDESMA
Desde los programas de comunicación deben enfatizarse que el periodismo es una contravía al poder. Es decir, los periodistas vigilan, sospechan e indagan acerca de las actividades de los hombres que ostentan los altos mecanismos de dirección de un Estado-Nación. ¿Cuál es el papel de la prensa? Es develar cuando estos mismos mecanismos usurpan su carácter de servicio público para atender a necesidades específicas de unos pocos. En este orden de ideas, dentro de la cátedra universitaria debe tomarse como ejemplo la actividad ‘periodística’ de Vicky Dávila como aquello que intenta ser periodismo pero que en realidad no es más que una propaganda al servicio de grupos cerrados o clanes atestados a los dominios del poder. Y es que la honrosa profesión quedó desbaratada ante tamaño descaro de maximizar noticias o eventos contrarios a su ideología político, pero que pasa de agache frente a las informaciones delicadas de sus respectivos círculos. Por ejemplo, muy poquito se vio en las páginas de la Revista Semana la captura de Lucas Gnecco, exgobernador del Cesar, por cuenta de contratos irregulares, debe tenerse en cuenta que Gnecco es el suegro de la señora Dávila. Contrario a esto, como plan para fortalecer la propaganda, ha emprendido una feroz persecución mediática contra las personas que no son proestablecimiento o que en su defecto, han optado por ejercer una oposición legítima frente al terrible gobierno de Iván Duque. Esta situación no solo le ha hecho un gravísimo daño a la democracia, sino por supuesto, a la verdadera esencia del periodismo. ¿Cuál es la esencia del periodismo? Muchos, seguramente extrañarán a veteranos profesores periodistas que encendían las emisoras muy temprano en la mañana para constatar realidades objetivas en lo posible. En medio de esta conjetura, hay un punto de apoyo para las ciudadanías, las redes sociales crecieron con efervescencia para generar cientos de medios de comunicación alternativos con visiones y posiciones diferentes. Los usuarios cada vez se decantan por tomar este tipo de informaciones debido a que la credibilidad en los grandes medios parece rayar en igualdad con los partidos políticos tradicionales en Colombia, es decir, cada vez más solos. Un ejemplo claro de esto, es el noticiero de RCN y NTN 24 dirigidos por Claudia Gurisatti, cuyo rating diezmado ha puesto a pensar a sus directivos en posibles cierres de los canales, desatando una crisis sin precedentes. Entonces, ¿en dónde se puede encontrar el verdadero oficio periodístico? Mientras se hace esta pregunta, la propaganda se camufla y busca hacer alarde de sus imaginarios.
