Por AURA RÍOS
Luego de los cambios que el mundo ha venido experimentando con la llegada de la pandemia Covid-19, la vida de los más citadinos ha tomado otro rumbo. Post pandemia, la mayoría de las actividades del día a día se virtualizaron; estudio virtual, trabajo virtual, reuniones de negocios virtuales, contratación virtual, compras online, banca virtual, asesoría jurídica y litigio virtual, consulta médica en la misma forma, comida a domicilio, entre muchas otras.
Por consiguiente, la transformación llevó a un gran número de colombianos a salir de las grandes ciudades; esto, gracias a que los negocios inmobiliarios no fueron la excepción al cambio. Hoy la gente prefiere comprar vivienda a las afueras de las grandes urbes. Dentro de los sitios predilectos están los más cercanos a las capitales. En el caso puntual del interior del país, han tenido gran acogida los lugares más próximos a la capital, Anapoima, Tocaima, La Mesa, La Vega, Girardot y Melgar en Cundinamarca; Villa de Leyva, Paipa, Monguí, Duitama y sus alrededores en Boyacá. Estos lugares, en su gran mayoría gozan de amplias zonas verdes, aire puro, campo abierto, casas campestres con piscina, árboles frutales, jardín, espacio para mascotas; también son muy apetecidas las fincas agrícolas.
Lo anterior es posible gracias a que la virtualidad no exige permanecer en un sitio determinado para desarrollar las actividades del diario vivir, incluido el trabajo de oficina, los únicos requisitos son: i) tener un buen plan de internet, ii) un teléfono celular y iii) una computadora. Esa es la razón por la cual los más jóvenes y arriesgados prefieren vivir a las afueras, donde inclusive se puede practicar deportes al aire libre sin restricción alguna, el costo de vida es más económico que en las ciudades, no hay que hacer fila en ninguna parte, jamás tendrán que abordar transporte masivo, muy bajos o cero índices de delincuencia dependiendo del sitio, y un reducido número de contagios.
A la hora de salir a descansar, también toma importancia el turismo ecológico, aire puro, cabañas privadas o Glamping, contacto con la naturaleza, caminata ecológica, rápel, senderismo, cabalgatas, ciclismo, ciclo montañismo, cuatrimotos; inclusive, se pueden visitar con los protocolos del caso, algunas reservas naturales, restaurantes campestres, campos de golf, vida sana, cuerpo y mente sanos.
La pandemia nos cambió la vida y la forma de pensar, entre otras cosas, aprendimos que la libertad no tiene precio, esa es la razón por la cual huimos de la ciudad cuando anuncian el encierro obligatorio; una muestra de esto es el gran éxodo de bogotanos este jueves en la noche; pero no salían a pagar hotel, iban para su casa de descanso. El viernes las principales avenidas estaban desocupadas, como si fuera primero de enero; pero no necesariamente por las restricciones impuestas por el gobierno local, simplemente, cuando inició la restricción a las cero horas del viernes 16 de abril, ya muchos descansaban tranquilos fuera de Bogotá.
Por lo tanto, este cambio de vida y de forma de pensar producto de la pandemia, obliga a las empresas de turismo a reactivar la economía ofreciendo planes que garanticen confort y descanso al aire libre. Hoy encontramos varios lugares que ofrecen este tipo de paquetes vacacionales y seguramente en los próximos años surgirán muchos más, esto en la medida que hemos aprendido a respetar y valorar la naturaleza, el descanso y la tranquilidad.
Hoy los inversionistas del sector turismo, le apuestan a financiar proyectos ecoturísticos, donde puedan ofrecer privacidad, tradición, calidez, naturaleza, paz, aventura, diversión, exclusiva atención personalizada, gastronomía al gusto del cliente, actividades de campo al aire libre, como cabalgatas, trekking, pesca y paseos en 4×4; o simplemente relajarse y deleitarse, observando la riqueza de la flora y fauna del lugar.
“El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo.”
Sócrates.
Bonito artículo sobre el trabajo virtual alejado del núcleo empresarial, al que nos estamos acostumbrando.
Menos mal hay un ganador y es el turismo y de ahí se desprenden las actividades conexas que tiene doble beneficio al que las utiliza y el que las vende. Cambios para algunos con beneficios. Oportuno escrito
Excelente Doctora, muy real su análisis. Además un tema de gran interés y actualidad
Una columna escrita pensando en el futuro. La virtualidad y los cambios se quedarán cuando termine la pandemia.
Muy cierto doctora Aura, es un cambio radical
Excelente tu columna.
Me encantó!! Gracais por compartir tan valioso análisis.
Excelente artículo, la columnista destaca el valor, avance y ventajas de la virtualidad.
Es claro que la nueva generación es totalmente virtual, un mundo virtual con mentes virtuales.
Interesante columna, rescata el valor del campo.
Esta es la nueva normalidad.
Excelente columna, Aurita, enfocada a ese cambio esencial que está dando la vida de los citadinos.