En Colombia somos así, las noticias van y vienen y pocas son las que se quedan en nuestra cabeza.
En días pasados cuando el virus aquel era un chiste de mal gusto, del que solo se hablaba con seriedad en algunos países europeos, en nuestro país con todo y los grandes problemas, el titular era otro: un león llamado ‘Júpiter’. Las imágenes de este, rodaron en noticieros locales, nacionales y en el mismo CNN. Muchos lo amaron, otros criticaron y tildaron de exagerado lo que se hacía por un león y cuestionaron el manejo de la información… en fin, el animal no pasó desapercibido y poco a poco se convirtió en un símbolo.
Aquí más allá de un león que vivió 18 años saludable y aparentemente feliz, rescatado de la mala suerte de un circo en el que se lucraban con su madre, más allá de un león que besaba y abrazaba a su cuidadora y que fue ‘arrebatado’ de sus brazos por un entidad que estaba obligada a protegerlo y darle una vida digna, más allá de las investigaciones de la Fiscalía por la ineficiencia de esa entidad (el Dagma) y de los esfuerzos de trasladar el animal por aire para darle los cuidados médicos (que muchos salieron a criticar), salió a flote uno de los males de nuestro país: la inoperancia de varias de sus entidades y el poco respeto que se tiene por la vida, de un animal o de cualquier ser.
Yo, la verdad, no entiendo por qué no podemos ser un poco empáticos. He conocido personas que critican las labores animalistas con todo tipo de argumentos, pero de esas personas no he visto la primera que se eche una causa solidaria sobre la espalda, cualquiera que sea. Son buenos activistas en redes, pero jamás salen a la calle a reclamar nada porque realmente no les interesa, o eso parece. Hablan de los niños de África y de la Guajira, de las mujeres abusadas, de los habitantes de calle, pero lo hacen detrás de una pantalla, lo exclaman cuando ven una noticia, pero no gastan un mínimo esfuerzo por luchar por nadie y aún así critican a quienes defienden a un animal.
En esta cuarentena, en la que parece que la vida floreciera sin nosotros (pues son muchas las imágenes que llegan de animales que parecen gozar a sus anchas por el hecho de que no estemos), le quiero hacer una respetuosa invitación, no vengo a ‘venderle animales’, ni a decirle que los llore, ni que los abrace como Ana Julia, ni que gaste su dinero para ayudarlos y ni siquiera le pido que los mire, pero respete a los que lo hacen porque no se imagina los esfuerzos que hay detrás, muchos los llaman locos, insensatos, exagerados…¡pero cómo la sufren!, mucho más cuando hay entidades de papel que entre lo que dicen que hacen y lo que hacen, de verdad, hay una distancia tan grande como de la Tierra a Júpiter…ojalá y esta historia de un ‘rey’ muerto y en los huesos no se repita.
El tema que has abordado hoy es uno de esos que se quedan en los tintero pero que significan mucho en la sociedad.
Un abrazo Martha.
Gracias coo siempre. Te mando un abrazote
Es verdad se crítica mucho pero no hacemos nada se afirma el refrán DEL DICHO AL HECHO HAY MUCHO TRECHO Gracias Martica buen escrito
Gracias por leerme y por tu comentario 🙂
Excelente articulo,tan acertado de principio a fin como siempre.Felicitaciones querida amiga.
Gracias por tus comentarios siempre tan generosos
Excelente articulo,tan acertado de principio a fin como siempre.Felicitaciones querida amigo.
te felicito por el artículo ahí queda para que la gente reflexione y se porte mejor con los animales.
Completamente de acuerdo Martica, hay que hacer mås y criticas menos. Toda vida es valiosa.
Gracias Sol un abracito ♥️