Juegos sin tronos

Ponerse en los zapatos del otro era un eufemismo que ahora no aplica, ni por el hielo que nieva en Navidad: Toca ponerse es en los calzones de … Por los ardores que eso produce o aunque sea apenas por el calor … cito.

Puestos entre esos del joven que inicia campaña presidencial, matoneado por sus excompañeros de juegos … O será que estos chicos nunca jugaron a la mismo? Será que Galancito y Larita ni fueron a la misma escuela, ni tampoco salieron a la misma calle, y ni siquiera jugaron desde escenarios, ¿a lo mismo? ¿O eran solo sus padres, los que amaban el mismo juego?

Al menos eso hacen pensar por las riñas de las nuevas jugadas… No parece que huelen siquiera a lo mismo: Un rancio alcanforado matiz de neo liberalismo en nada se parece a lo que esas dos figuras proyectan. Fueron parte inerte de eso y, sin culpa, están ahí.

No pueden decir que algo se ganara con esa «revolución de los bienvenidos al futuro», convertido en el drama de los venidos «a lo duro»; de perder todo vestigio de dignidad humana y optar por sesgos más animalistas… solo por un acto inocente de entrega ¡de banderas!

Haber arriado las banderas de Galán para ese rebrujo del que le dio la patada por el trasero, no tendrá forma o manera de ser pecado redimible. Vea: se prueba ahí que Dios perdona hasta lo más extremo, pero el tiempo … ¡NO!

Ese mucharejo en medio de los ahogos doloridos del huerfanito y sin ver por entre lágrimas, eligió al tipo equivocado. Y muy pronto se lo demostró aquel, cuando apenas el chico reiniciara pasos y solo encontrara la invitación a evacuar (en el buen sentido) dejando claro que no fue bienvenido nunca al Partido que primero renegó de su padre y luego le enseñó el trasero al benefactor de todo un período presidencial imborrable. Inolvidable, por pervertido y pervertidor de todo.

Porque a ese le gusta es en reversa, o todo lo contrario…¿excremental?

El zambo borroneó en la pizarra, cuando defendió como senador la legalización de la marihuana, en acto alcanforado pero en eso sí que aplica, vea: «la mona, aunque la vistan de seda, maracachafa se queda»… Los ardides pseudo-científicos disfrazando eso como medicinal, no dejan de recrear mulas y cerebros extraviados para revolcarse en el mísero negocio que inmoló a su padre. Pervertido y pervertidor. ¿Les recuerdo porqué lo asesinaron y cuáles eran sus luchas frente a la peste del narco? Oigo esa griterías: ¡suficiente ilustración!

Y el que le sigue en aspiración, también huérfano a manos de esos sicarios, es menos que todo: vivió al margen de cualquier lucha para reparar esa maquinaria partidista y se mantuvo en el juego del nieto de Lleritas con buenos pertrechos de «reservista». Ahora quiere deslumbrar ignorantes, con el brillo de lo que nunca honró. ¿Le comerán? ESTA HISTORIA CONTINUARÁ.