UNA EXPOSICIÓN QUE DESPEJA DUDAS PEDAGÓGICAS
El trabajo de la tesis doctoral de Isabel Cristina Morales Carvajal, rectora en la I.E. Byron Gaviria, en Pereira, es realizada con la sensibilidad desde el arte, la enseñanza y la pedagogía. Se desarrolla de manera colectiva y colaborativa con docentes y una cantidad sustancial de niños y niñas de la I.E. Rodrigo Arenas Betancourt que, con la capacidad espontanea de describir creativamente el mundo, desarrollaron un gran trabajo plastico como componente humano para comunicar.
Esta mirada del arte interpretada en la muestra A/R/Tografia «Investigar, crear, Educar.» de Isabel, en la sala de exposición Carlos Drews Castro, tiene un encanto serio y responsable; contenidos que asombran con el resultado que tienen y guardan las pinturas, fotografías, videos y fichas técnicas ampliadas, una línea de tiempo que deposita en el espectador una reflexión que lo lleva a sus sentidos; porque las implícitas obras llevan una carga cromática, compositiva y estética, mostrando la unidad de teoría y práctica sin perder la importancia del ser humano como centro de todo contenido, además explica y aclara los conceptos de su teoría, en que los desarrollos didácticos y académicos de los participantes se unificaron en un magistral montaje que ella supo sortear.
Dice Isabel, «con esta mirada la enseñanza-aprendizaje de técnicas artísticas pasa a un segundo plano, especialmente en los primeros años y se propone la experiencia como base, el conocimiento de los materiales, la observación, la escucha, el movimiento y en general la sensibilización artística que crea una experiencia estética y educa al niño no solo como creador, sino como espectador, apreciador y crítico. Con metodologías como el Aprendizaje Basado en Proyectos y el Aprendizaje Basado en la Creación, las artes pueden desarrollarse en la escuela de manera interdisciplinaria, creando espacios lúdicos donde haya expresiones individuales y grupales y conocimiento adquirido a través de experiencias que provocan placer y despiertan la imaginación, la creatividad y el estímulo de los sentidos. (Díez, 2014; Caero, 2018).»
Asimismo, nos dice que, «La Experiencia Estética se propone desde una mirada de lo cotidiano, la cual conjuga percepciones, sentimientos y emociones; es la impresión personal que produce el encuentro con el mundo, objetos o situaciones y la forma en que se crean emocional y cognitivamente esas percepciones y conocimientos creados por la experiencia. (Dewey, 2003; Mandoky, 2005).»
La presencia de los estamentos académicos en la investigación científica, cobijada por lo humano, (más que exacto demostrable), es una responsable para que el aprendizaje de las asignaturas, debe tener un tamiz sensible y estético, para crear un patrón o criterio autónomo en los docentes y estudiantes, para una mejor comprensión del desarrollo de la vida y el mundo, teniendo en cuenta que, todo participante de la producción y el conocimientos es autor y constructor de vida y esto debe ser amplio e incluyente.
De manera magistral su director de tesis y docente de la U. de Caldas, experto en estos lenguajes Luis Fernando Loaiza Zuluaga, escribió «Acompañamos a Isabel a recorrer los vestigios que ella misma encuentra/produce. In-vestigium recorremos con nuestros pies para sostener el armazón que llamamos cuerpo con el fin de que la mirada del espectador emerja, reconfigure nuestro interior y nos permite ver nuestro propio entorno desde otro lugar. Revisitamos las huellas de sus experiencias mientras vamos dejando nuestras propias huellas a nuestro paso.
Todas las responsabilidades que le asignamos a la educación artística respecto al impacto que produce en la vida de los niños quedan bajo un gran interrogante si la propia experiencia sensible de los maestros no ha sido estimulada a través de los lenguajes artísticos. Por tal motivo, nos hacemos testigos y cómplices de una experiencia en la que las miradas y los cuerpos se cruzan y entretejen una urdimbre colectiva de pequeños actos poéticos, retratados con el lente de quien sueña con una escuela que se expresa de forma genuina.»
Esto confirma que las pedagogías del arte en la escuela, es un mundo que atrapa al niño y al joven en una caminata por la periferia de lo cotidiano, el sentimiento sobre las cosas. El encuentro entre estudiantes y docentes sirve para construir el mundo ideal, como patrimonio vivo de lo intangible que, se mantiene móvil dentro del claustro, esto es destacable, el objetivo o la apuesta sería, sacarlas a la calle para visibilizar que otro mundo es posible y, transversalizar con cosas que nutren el espíritu los corazones para descolonizarlos. Ignorar una piedra, un árbol, un pájaro que pasa, seria estar muerto habitando un cuerpo en deslizamiento que no sabe ver.
Este trabajo nos invita a desarrollar el afecto para contemplar las pequeñas cosas donde habita el universo, y, es definitivo a la hora de transformar el ser.