Por: FERLEY HENAO OSPINA
ferleyhenao@gmail.com
Este país donde se asesina a todo aquel que pueda ganar unas elecciones es lo que denominan democracia.
El 9 de abril de 1948 cayó inmolado el líder Jorge Eliecer Gaitán, víctima de esa lógica siniestra, con lo cual dejaron expedito el camino para que Laureano Gómez, el candidato minoritario del gobierno conservador “ganara” la presidencia en 1950. (Si es que ganar puede ser el término apropiado). Dicen que en esas elecciones, hasta los muertos salieron a votar.
En 1970, el presidente Carlos Lleras Restrepo ordenó toque de queda para saquear las elecciones en las que Rojas Pinilla ganó la presidencia. Lleras le entregó el gobierno a Pastrana y el fraude quedó instituido como otra herramienta de esta falsa democracia, o «democracia de papel» como la denominó Jorge Zalamea Borda en su «Sueño de las escalinatas».
Después, cayeron: Jaime Pardo Leal de la Unión Patriótica, candidato en las elecciones presidenciales de 1986, asesinado el 11 de octubre de 1987.
Bernardo Jaramillo Ossa, dirigente agrario del Urabá antioqueño, asumió la presidencia de la Unión Patriótica después del asesinato de Jaime Pardo Leal en 1987 y también fue asesinado el 22 de marzo de 1990.
Carlos Pizarro Leongómez, máximo comandante del M-19 asesinado el 26 de abril de 1990.
Álvaro Gómez Hurtado, considerado como uno de los hombres más influyentes de Colombia en el siglo XX, asesinado el 2 de noviembre de 1995.
Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato a la presidencia de Colombia en 1982 por el Nuevo Liberalismo y en 1989 por el Partido Liberal Colombiano, asesinado el 28 de agosto 1999.
Otros que no eran candidatos presidenciales, también han sido víctimas de la sistemática persecución al derecho a pensar distinto, que debería ser considerado pilar fundamental de la democracia:
Rodrigo Lara Bonilla, exministro de Justicia durante el gobierno de Belisario Betancur, cargo en el que se caracterizó por perseguir a los narcotraficantes del Cartel de Medellín, liderados por Pablo Escobar. El 30 de abril de 1984 fue asesinado en el norte de Bogotá por sicarios de Escobar.
Guillermo Cano Isaza, periodista de El Espectador, denunció los crímenes cometidos por Pablo Escobar y el Cartel de Medellín. Fue asesinado el 17 de diciembre de 1986 por sicarios del narcotráfico.
Carlos Mauro Hoyos Jiménez, procurador general de la Nación desde septiembre de 1987 hasta que fue secuestrado y asesinado, el 25 de enero de 1988, por sicarios del narcotraficante Pablo Escobar.
Ahora estamos viviendo otra oleada de terror en la que casi a diario se da cuenta de masacres en las que caen abatidos líderes en diferentes puntos de la geografía colombiana. Ser líder en Colombia es cometer el imperdonable crimen de pensar distinto.
Y no se nos olvide que la elección de Samper, de acuerdo con el proceso 8000, fue con recursos indebidos y si aquí funcionara la justicia debía haber sido destituido, por lo menos. La reelección de Uribe fue un fraude por el cual hay aún personas condenadas, la reelección de Santos está cuestionada por la supuesta inclusión de fondos de Odebrecht y la elección de Duque puesta en duda por fraude con fondos del narcotráfico en el escándalo denominado la Ñeñepolitica.
No es ni siquiera una democracia imperfecta lo que tenemos, es una dictadura que los poderosos usan para asaltar al resto de la sociedad.
Y ahora los voceros de esta «democracia» «perfecta», «pulcra», «transparente», «incuestionable» e «incontrovertible» se creen con el derecho a solicitar a los organismos internacionales que escudriñen minuciosamente la democracia de otros países. Cinismo puro. La más auténtica impudicia, desvergüenza y desfachatez.
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VIDEO COLUMNA
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PROXIMA COLUMNA, Domingo 18 de abril:
«19 de abril: ASESINARON LA DEMOCRACIA EN COLOMBIA» https://elopinadero.com.co
Muy buen artículo. Para tener en cuenta
Excelente radiografía del país de bandidos que tenemos, pero la impudicia no termina ahí, los canallas que llegan al poder se creen con derecho a saquear las arcas de la nación y nuestros bolsillos, desde Uribe para acá, todos ellos nos clavan impuestos y la corrupción se los devora, qué tristeza de este país de amnésicos y resignados, que ni ganas de protestar sienten ya.
Muy bueno el artículo que demuestra la suerte de los políticos que piensan diferente al gobierno de turno; también le falto Carlos Mauro Hoyos procurador general de la nacion asesinado el 25 de enero de 1988.
Gracias José, muy amable. Es cierto, faltó y voy a ver si lo puedo incluir en una edición más tarde