OJO CON EL CINE
Uno no sabe a ciencia cierta cuándo fue que nacieron los Festivales de Cine, lo que más se recuerda, cuando se desea acudir a la memoria para hablar del tema, son los famosos premios que se inventó Hollywood para resaltar la calidad de muchos de los que participan en la elaboración de una película.
Aparece entonces en una esquinita del cerebro, el año 1925, cuando la burocracia dura del celuloide se inventó ese muñeco dorado llamado Òscar, el cual, en una ceremonia de caché, se le entregó a un pequeño y selecto grupo de personas que habían hecho ese año, “la mejor película”, a los mejores actores y a los mejores inventores de historias. Y se hizo una fiesta muy barroca y se vistieron todos con trajes de luces (y sombras) y se mostraron las mejores joyas entre ellos y a puerta muy cerrada, se embriagaron por montones y los premiados, desde ese momento (y hasta hoy), se convirtieron en material de lujo y costoso, para ser utilizado en nuevas producciones. Se cotizaron, dijeron los periodistas (muy pocos fueron los invitados, lo más probable es que eran de empresas parecidas a SEMANA, RCN y Caracol, si mal no estoy, que es lo que suele suceder).
Después se dieron los festivales elegantes y finos y sofisticados y costosos, así fueran los inicialistas, que son los que hoy día se conocen como los más poderosos. Y después nacieron otros y ya hoy, hay cientos, miles, que se conocen y reconocen como eventos que sirven para catapultar las producciones, dependiendo de su género y sus historias y que, gracias a ellos, algunas cintas que estarían condenadas a no verse jamás, las podemos disfrutar en nuestras salas, independiente de la pobreza o riqueza que defina nuestras patrias.
En Cartagena, hace más de dos décadas, nació en pleno Festival, una organización que aglutina a la gran mayoría de los Festivales que tiene nuestra Colombia del alma, la ANAFE y esa organización ha servido para fortalecer esta actividad cultural que permite circular el cine difícil que se produce en todo este globo terráqueo. Gracias a ella, tenemos Salud muchos festivales, eventos y muestras y gracias a ella, casi todos, nos hemos animado (y sus directivas han contribuido) a permanecer y no desfallecer en dicha tarea.
Esta semana estaremos en de nuevo en dicho Festival, el número 63, que pinta muy bien, así no tenga la sección de Premios, que es lo más propio de estos certámenes, pero veremos muy buen cine, estaremos entre amigos, compartiremos de nuevo nuestras nuevas experiencias con toda esa gente que está en el mundo del cine en nuestro país y traeremos ideas para darle un nuevo toque a nuestro Encuentro Nacional de Críticos y Periodistas de Cine (el número 25), que llenará de fantasía, cine, inteligencia, pensamiento y hasta sueños, a los pereiranos en una nueva fiesta de cumpleaños de nuestra morena Pereira. En agosto nos vemos, dijo Gabo.
4T0. FESTIVAL DE CINE DE CORTOMETRAJES DIRIGIDOS Y/O PRODUCIDOS POR MUJERES.
Y también en agosto, en Salento, estaremos los amantes del cine, unos diìtas antes de nuestro Encuentro, realizando el cuarto Festival que este bello municipio le dedica al talento femenino y el cual, nos ha demostrado que va en crecimiento. Mucho talento, mucha imaginería, mucha creatividad y demasiada verraquera han demostrado las sardinas, jóvenes, maduras y grandes mujeres que han participado con sus películas en las versionas anteriores. Este año no va a ser inferior.
De nuevo, como dijo Gabo: EN AGOSTO NOS VEMOS.