Por ONÉSIMO VASQUEZ POSADA
1)UNA REALIDAD QUE NO SE PUEDE NEGAR.
Existe un consenso científico generalizado; los expertos del clima en todo el mundo están de acuerdo en que se está produciendo un calentamiento global y que la actividad humana lo provoca.
El cambio climático global es la peor amenaza existencial del género humano de nuestros tiempos; los impactos como el aumento del nivel del mar, condiciones extremas de calor o de lluvias y desastres naturales por todas partes y solo es el comienzo con los nuevos ciclos de inundaciones y sequías.
La inestabilidad económica será inevitable, afectará de manera desproporcionada a las personas más vulnerables, a las menos responsables y a las menos capaces de adaptarse a sus efectos.
Abordar el calentamiento global y acercase al cambio climático de manera estructurada, requiere acciones y cambios de políticas nacionales e internacionales.
Las personas, los hogares y las comunidades también tienen un papel; los habitantes de las principales naciones emisoras pueden cambiar su comportamiento diario y reducir su huella de carbono.
Los pescadores, agricultores y otros usuarios de recursos en los países en desarrollo también pueden adoptar prácticas más amigables con el clima y reducir su impacto con soluciones basadas en la naturaleza y su uso racional.
Se debe cerrar pronto la gran brecha en la opinión pública entre el decir y el hacer.
La evidencia es abrumadora: las temperaturas, la humedad y el aumento del nivel del mar sin precedentes; junto con muchos otros indicadores, muestran que la Tierra se está calentando rápidamente y que todas las emisiones que atrapan el calor que liberamos a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles están cambiando nuestro clima.
Recientes inundaciones en todas partes lo confirman y lo reafirman con desastrosas consecuencias; especialmente para los más pobres y desheredados en el planeta.
2) EL CAMBIO CLIMATICO Y NUESTROS CAMPOS
Económicamente; las gentes del campo son las victimas preferidas de este cambio planetario, la agricultura es y será la principal afligida de este desastre. Empobreciendo más y más a nuestros terruños rurales; agravando la realidad cotidiana; ya que la tierra cultivable es única fuente de ingresos y empleo en las zonas agrarias de todo mundo.
El cambio de las condiciones en las que se practica la agricultura tiene diversos efectos sobre la economía del campo, pero también sobre la estructura social de dichas zonas tan importantes para la economía de nuestras naciones.
El cambio climático tiene y tendrá múltiples efectos sobre la producción de alimentos, requiriendo la reorganización de la economía de nuestros campos; tarea difícil debido a nuestro sempiterno abandono de los entes gubernamentales hacia nuestros campesinos.
Este cambio global afectará inevitablemente los aspectos organizacionales y sociales de las fincas y granjas en Colombia y Latinoamérica.
Nuestro eje cafetero por supuesto no estará por fuera de dicho infortunio.
Debemos prepararnos, nuestra seguridad alimentaria está en juego.
3)LA EDUCACION.
Para responder con éxito a los desafíos que el cambio climático; se plantea a nuestras comunidades inmensos interrogantes y una responsabilidad general de todos los miembros de la pirámide social; se hace crucial que hablemos explícitamente sobre él, y de una manera que invite y dé la bienvenida al diálogo a un amplio espectro de personas; creo este será un factor decisivo el compromiso de todos.
Puede ser difícil iniciar conversaciones sobre este tema, pero puede ser demasiado fácil alienar o desconectar a otros sin saberlo, o hacer que profundicen su compromiso con sus propias perspectivas contrarias. El uso de códigos e información conveniente se hace imprescindible.
El manejo adecuado de la información será vital al implementar una cultura amigable hacia el planeta, esto es indispensable para nuestra propia sobrevivencia como especie.
Educar a los jóvenes en las escuelas y colegios, comprometiéndoles con hábitos saludables y ecológicos como el uso racional del plástico, por ejemplo.
La verdad es que nos queda cada vez menos tiempo para tratar de evitar las peores consecuencias de la crisis climática.
4) ¿QUE SE ESTA HACIENDO?
El 12 diciembre de 2015, se alcanzó un acuerdo histórico para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.
El Acuerdo de París se basa en el acuerdo mutuo de diversas ideologías e intereses de todo tipo y por primera vez logra que muchos países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo.
Como tal, traza un nuevo rumbo en el esfuerzo climático mundial.
El objetivo central del Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio atmosférico manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados.
Además, el acuerdo tiene por objeto aumentar la capacidad de los países para hacer frente a los efectos de dicho cambio y lograr que las corrientes de financiación sean coherentes con un nivel bajo de emisiones de gases de efecto invernadero.
Uno de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París como se dijo anteriormente, es mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 grados centígrados de aumento global, y preferiblemente limitarlo a 1,5 grados, deseo que parece una utopía ya que los intereses de algunos están por encima de la mayoría.
El último informe publicado en agosto de este año por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), es probable que supere los 1,5 grados temporalmente en los próximos 20 años, incluso si cada nación impulsa las medidas de reducción. Confirmando el desastre global y la irresponsabilidad del sistema capitalista que coloca el lucro por encima de todo y de todos.
Si queremos mantener la temperatura de la Tierra en 1,5 grados o lo intentamos, debemos reducir las emisiones de Co2 significativamente entre 2021 y 2031. Esta es la década de la decisión, y es el momento en el que tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo todos los habitantes de este hermoso planeta azul.
Japón, Gran Bretaña, la UE, Canadá y Estados Unidos, que representan el 55 por ciento del PIB mundial, se han unido para conseguir el objetivo de los de 1,5 grados; pero el otro 45 por ciento de los países todavía no está allí.
La clave es trabajar para que más países se unan.
China es el mayor emisor de CO2, y representa aproximadamente el 30 por ciento de las emisiones mundiales, después de Estados Unidos.
China se ha fijado el objetivo de lograr cero emisiones para 2060. Pero no se espera que sus emisiones comiencen a disminuir hasta alrededor de 2030.
La esperanza es que China y Estados Unidos puedan unirse en torno a un conjunto de objetivos ambiciosos y trabajar hacia el logro de los objetivos de París y Glasgow.
Tal cooperación significa reducir el nivel de emisiones y comenzar el proceso de transición de la estructura energética actual a la economía energética del futuro.
El compromiso por supuesto debe realizarse mutuamente entre china y estados unidos y todos los países industrializados ya que son los mayores emisores de Co2 en el mundo.
No se trata de culparse mutuamente ahora, se trata de tener una conversación respetuosa en la que se hable sobre lo que se necesita hacer y cómo cada uno de los países puede cumplir sus compromisos para lograrlo.
5) NUESTRA DEPENDENCIA DE LOS COMBUSTIBLES FOSILES.
Un análisis en profundidad de las ocho empresas líderes de combustibles fósiles; evaluando sus acciones reales y de compromiso con los ecosistemas planetarios, clasificándolas según sus resultados, políticas, divulgación: información y desinformación; las deja muy mal paradas, en su responsabilidad con el desastre que se ve llegar con la transformación del clima en el mundo.
El momento de actuar es ahora.
Pero la acción no es fácil, muchos intereses poderosos de la industria que representa a gigantes multinacionales han obstaculizado las soluciones reales y han difundido peligrosos mitos sobre el cambio meteorológico.
Una de las tácticas preferidas que utilizan estos grupos para sembrar confusión es promover estudios que ignoren o tergiversen la evidencia de miles de artículos publicados en revistas científicas bien establecidas y respetadas, que muestran que el calentamiento global está ocurriendo y que es causado por humanos.
No importa cuánto traten los interesados económicamente de encubrir la realidad, la evidencia no va a desaparecer.
6) CONCLUSONES.
Las generaciones futuras mirarán hacia atrás en nuestra tibia respuesta a la alteración del clima global y se preguntarán por qué el mundo no actuó antes y de manera más agresiva.
Una respuesta se puede encontrar en la concientización de la opinión pública sobre el cambio climático; las últimas encuestas muestran que la preocupación por dicho cambio da cifras del 91% de los habitantes del planeta,
muestran ya una preocupación mayor o menor por dicha alteración.
Implementar a corto y mediano plazo un cambio de modelo económico;
el modelo capitalista ha sido un continuo depredador en su hacer con los recursos del planeta.
Se deben aprobar de inmediato leyes para reducir las emisiones de carbono.
En mi opinión, la preocupación central aquí es nada menos que la integridad moral de la esfera pública.
La mayoría de las constituciones establecen que los gobiernos «obtienen sus poderes a través del consentimiento de los gobernados”. Pero cuando los intereses creados con un enorme poder económico y cultural distorsionan el debate público al introducir falsedades, la integridad de las deliberaciones de los ciudadanos se ve comprometida.
Lo mismo ocurre con los esfuerzos de la industria de los combustibles fósiles para distorsionar el discurso público sobre el tema urgente del cambio climático. Si las corporaciones y las empresas de relaciones públicas pueden alterar sistemáticamente el debate nacional a favor de sus propios intereses y en contra de los de la sociedad en su conjunto, entonces la democracia misma se ve socavada.
Creo que los gobiernos pueden y debe actuar para investigar este tema a fondo. Solo entonces podremos restaurar la confianza y la legitimidad de los estados y sus mandatos; al cumplir con el deber moral de nuestra sociedad y abordar el cambio climático a una escala acorde con su importancia.
Parece que cada vez que se aborda este tema, solo se logra hacer un diálogo de sordos, ojalá que los escritos respecto al tema ambiental en el opinadero permitan crear conciencia y generen conciencia y deseos de cambio en nuestro estilo de vida.
Muy bueno y oportuno artículo. Son los Gobiernos quienes deben empezar a cambiar: no más carros a gasolina, más energía limpia, no más rellenos sanitarios, no más minería, fracking, tala de bosques ni acciones que golpeen la Tierra. Más educación ambiental desde la Escuela.
En una sociedad sorda ante los ecos de la naturaleza que llora a través de los desastres en lo climático, nos queda persignarnos para que la misma no se cobre a través de sus quejidos lastimeros la vida de quienes la depredan de miles de formas en lo económico, social o político, son efectos de una causa irracional del ser humano.