El “golazo” de los niños Down

En la noche del domingo 17 de marzo en el estadio Hernán Ramírez Villegas una imagen atrapó las miradas del público al inicio del partido del Deportivo Pereira frente a las Águilas Doradas.  Se trata de un grupo de niños con síndrome de Down que acompañan a los jugadores en los actos protocolarios.  La aparición fue fugaz -como una ráfaga de viento suave en el calor de la contienda deportiva.  Pero dejó en la retina del espectador una sensación de ternura que apretó los corazones y enmudeció el alma.  ¿Quiénes eran?  ¿Qué hacían allí en el estadio?  ¿Quién los llevó? Ni una palabra por los altavoces, ni una aclaración de los narradores y comentaristas del canal que transmitió por la televisión el vibrante choque.  Vestidos de camiseta blanca, pantaloneta negra y medias que marcan la diferencia: rayas de colores en un pie y bolas en el otro, enseñaban que los humanos nos identificamos en la diferencia Eran los héroes de la contienda al lado de otros héroes, hasta ese instante desconocidos, viviendo su momento de gloria.   El motivo de su presencia allí fue recordar el Día Mundial del Síndrome de Down, que se cumple precisamente hoy 21 de marzo, y para celebrarlo las directivas del Deportivo Pereira invitaron al gramado a una delegación de la Fundación Colsalud, ubicada en la Calle 2 # 11B-07, que dirige la sicóloga Adriana Marulanda Muñoz, organización que fue constituida el 29 de septiembre del año 2004 por un grupo de hombres cívicos de la ciudad como una entidad sin ánimo de lucro con el propósito de “trabajar por la inclusión social de sectores que permitan la construcción de un mundo más equitativo, incluyente y justo para todos”.  Nos hubiera gustado haberlos visto derrochar su talento como suelen hacerlo en sus presentaciones en distintos escenarios.  O al menos, que hubieran portado una pancarta o un pendón para hacerle publicidad a la fundación.  Pero igual, vivieron su instante de gloria y nadie les quita lo bailado. Los chicos de la fundación Colsalud anotaron un gol inolvidable.  Superior al de Faber Gil (que empató el duelo en el minuto 20( o al de Jeison Suárez  (que en el minuto 89, que aseguró la victoria del del equipo matecaña.   Porque con su sola presencia, los chicos del «Café  Alma Dulce» -donde venden comestibles y atienden a los visitantes al lado de sus progenitore- llegaron directo al corazón de la afición.  Próximamente los ciento diez columnistas de El Opinadero tendremos oportunidad de vivir la experiencia al lado de sus protagonistas, de conocer la forma cómo el equipo de trabajo de la fundación Colsalud ha logrado el milagro de potenciar las habilidades y capacidades de cada uno de estos chicos para transformar sus vidas y las de sus padres y cuidadores, facilitándoles su desarrollo sico- afectivo e inclusión social.  Será el reencuentro anual de la comunidad de opinadores, esta vez con un propósito altruista, apreciar y valorar el papel de una organización sin ánimo de lucro que merece el reconocimiento y reclama el compromiso de todos quienes estemos en condiciones de compartir.  Será hasta entonces.  Allá los esperamos.

Posdata: Reconocimiento especial al doctor Maurier Valencia Hernández, un líder silencioso y efectivo que con su visión y altruismo ha contribuido con Colsalud desde el momento de su creación.

Ad. El Día Mundial del Síndrome de Down se celebra el 21 de marzo desde el año 2012 por un decreto establecido en las Naciones Unidas1. El principal objetivo de esta celebración es crear conciencia dentro de la sociedad del valor que tienen estas personas, a pesar de su discapacidad intelectual. La incidencia del Síndrome Down se sitúa entre uno por cada mil nacimientos nivel mundial. La expectativa de vida es de 50 años, contra 10 años a principios de 19002.