Por: Juan Carlos Parra Sanabria
Los seres humanos, progresamos y avanzamos gracias a los desafíos. Los tiempos difíciles hacen de este residente planetario un individuo creativo y fuerte, cada vez más resistente a los obstáculos, a los tiempos violentos que amenacen la supervivencia de la especie. El homo sapiens se levanta después de cada tormenta, camina erguido, domina o se defiende de los fenómenos naturales y les da forma y explicación a todos sus interrogantes, se alza en miles de guerras por el amor, el poder, el territorio y las debilidades que le hinchan el ego, pero siempre ha sucumbido a una pregunta: Qué fue primero, ¿el huevo o la gallina?
Al centro del huracán llegan pensadores griegos, ahora encontramos la cuestión: – ¿defender la vida o la economía? – vamos navegando en medio de una falacia, la famosa pregunta nos pone indefensos ante un círculo vicioso con tertuliadores de talla Aristotélica, físicos como Stephen Hawking y David Papineau, entre otros.
Discusión que toma importancia en las épocas actuales, después de la reunión virtual del G20, donde varios mandatarios se ubicaron en polos opuestos, por sus opiniones frente a las medidas para prevenir el contagio del corona virus en sus países, frente a la propuesta de una cuarentena obligatoria, el presidente de Argentina Alberto Fernández dijo: «Ante el dilema de preservar la economía o la vida, no dudamos: elegimos la vida». Pero el presidente de Estados Unidos dijo que quiere reabrir la economía del país después del domingo 12 de abril y desde Brasil, el mandatario Jair Bolsonaro se ha alineado con Donald Trump al priorizar la economía sobre los cierres impulsados por expertos en salud pública.
Qué es primero, ¿la vida o la economía?, en medio de una pandemia mundial, Un enemigo invisible que ha arrodillado al más petulante de los países y deja a todos los gobiernos del mundo contra las cuerdas, Colombia no fue la excepción, para mitigar el riesgo se ordenó a todos los habitantes someterse a una cuarentena por medio del decreto 457 de 2020, la fecha límite de este ejercicio de prevención de contagio era el 13 de abril, pero al acercarse el día final del encierro de los colombianos, se escuchó el rumor por todas la esquinas que la cuarentena se iba a extender.
Se responsabiliza a los empresarios y banqueros por presionar al gobierno para que implemente una cuarentena inteligente, en la cual, puedan salir muchas entidades a trabajar pero que se tomen medidas de prevención, en el otro lado, hay sectores que se oponen por el riesgo de contagio que tiene el corona virus.
La discusión va contaminada por un debate pobre, bajo, de inescrupulosos simpatizantes de líderes políticos a nivel nacional, algunos pretenden ocultar que el sector financiero se ha portado mal con el pueblo colombiano, disfrazan ese monigote agiotista en una oveja inofensiva en medio de un pantano plagado de lobos hambrientos, otros tienen muy claro que los trabajadores son los que tienen las peores condiciones de salubridad, están en los escenarios de mayor riesgo y que serán los sacrificados hasta en sus sistemas de transporte.
Por ahora la cuarentena se extiende, no se puede cerrar el debate, podemos citar las palabras del columnista Thierry Ways: “No hay otro camino, pues no hay disyuntiva entre vida y economía. Si se apaga una, se apaga la otra.”
El escenario de la vida, cobra validez por encima de cualquier otro interés.
La economía: un escenario donde se juegan intereses políticos, sociales y hasta la presidencia de un país: Trump, en EEUU., así como otra intereses empresariales, a nivel local, nacional e internacional.
Y algo aun mas grave: la decisión , de elegir entre : si salgo a trabajar y tengo sustento para mi hogar o salgo y me contagio.?