Según el libre pensamiento y multitud de teorías, nada que sea obligado es bueno. Pero toda regla tiene su excepción. Uno de los peores males, la plaga fatal, la pandemia de muchos siglos, el coronavirus, ha logrado hacer estragos, mató mucha gente, creó caos, hizo sufrir a la gente y llevó a la ruina a millones de seres humanos. No cabe la menor duda que este mal no va a querer ser recordado nunca jamás. Pero no hay mal que por bien no venga; descartando todo lo malo y sus efectos negativos, haciendo un DOFA y sacando lo bueno que quedó del coronavirus, hay una serie de cosas, situaciones, efectos y resultados positivos que hay que destacar. Los seres humanos necesitamos mantener nuestro sistema nervioso y nuestra salud muy bien para poder llevar el día a día, de tal manera que es universal que se tomen vacaciones de 15 días y las horas de sueño sean 8 por día. Sin embargo nosotros, dizque por razones de trabajo, decimos que no se sacan las vacaciones y se duerme poco, por ahí el sistema nervioso empieza a fallar, llegan las fatigas y etc, etc. De otro lado no hay tiempo para la familia, ni para leer, ni para nada. El resultado es un estrés generalizado, no hay convivencia, hay divorcios y la familia se dispersa. Por eso, gracias coronavirus, en tan pocos días el sistema nervioso empieza una gran recuperación, a las malas podemos dormir 8 horas y más, hacemos siesta obligatoria, el cuerpo se relaja y se aspereza. El diálogo familiar, a pesar de los memes, se consolida, quienes poco ven a sus hijos, no tienen disculpa, los tienen a la mano, algo más de tiempo para conocerse. Los grupos de amigos se activan para tomar del pelo y divertirse. La preocupación laboral baja el nivel, aunque haya desespero de quienes pierden. No hay que madrugar en exceso y no hay jornadas hasta la madrugada. La recreación y el ocio dirigido lo agradece la mente, los juegos de mesa, las películas, la radio y tv, hacen que se piense en otras cosas positivas. La lectura, todo tipo de lectura, libros, revistas, documentos, internet literario, vuelven a ser utilizados sin disculpas, el intelecto crece y el hábito se crea. Las rutinas deportivas tipo gimn, fortalecen los músculos y el cardio, hay más relajamiento, por lo tanto se duerme y se piensa mejor. Todas estas actividades que se perdieron por la globalización y la tecnología hay que recuperarlas nuevamente. Esto se llama prevención en salud, nos enfermaremos menos, pensaremos y viviremos mucho mejor.


