La vida está llena de hechos contradictorios, ironías, paradojas y sarcasmos que sorprenden al más incrédulo. Empezaré por contarles un suceso divertido que por cierto es apócrifo. Es célebre el hecho supuestamente protagonizado por Winston Churchill, el primer ministro inglés, durante la segunda guerra mundial. Reconocido por su ingenio, se le atribuye esta anécdota: Lady Astor, primera mujer en ocupar un escaño en dicho Parlamento (y gran rival política), hipotéticamente le dijo: «Si yo fuese su mujer, envenenaría su té.» A lo que Sir Winston respondió: «Señora, si usted fuera mi esposa… yo me lo bebería».
Otro personaje muy admirado en la literatura universal, quizás uno de los fundadores del realismo mágico y el más cáustico con sus respuestas en las conversaciones, es el argentino Jorge Luis Borges. En una entrevista —en Roma— un periodista trataba de ponerlo en aprietos y como no lo lograba, finalmente probó con algo que le pareció más provocativo: ¿En su país todavía hay caníbales?, a lo que aquél contestó: «Ya no, nos los comimos a todos».
Pero si se puede hablar de cénit en la ironía es precisamente por Borges. Él, que era un argentino de pura cepa, nacido en el barrio Palermo de Buenos Aires, amado por sus coterráneos y uno de los símbolos más importantes de la cultura de su país, detestaba a Carlos Gardel de quien afirmaba que se había tirado el tango, que lo había vuelto sensiblero y dramático. Pero, además —y en contravía de sus paisanos— odiaba su mayor pasión: el fútbol, y eso incluía a todas sus aristas y a sus ídolos. Y para colmo, políticamente detestó siempre a Perón, a Evita y a todo lo que se les aproximara. Sus compatriotas, sin embargo, le perdonaron invariablemente todas aquellas ironías.
Otra anécdota increíble se expresa en la frase «No nos gusta como suenan y la música de la guitarra está pasando de moda» que pronunciaron los propietarios de Decca Recording Company —la empresa discográfica más grande de Gran Bretaña— en 1962 al rechazar a los Beatles.
La ironía y el sarcasmo dicen que son primas de la inteligencia y en verdad requieren de un gran ingenio. Les dejo algunas simpáticas frases que han hecho carrera como símbolos de aquellas parientas: «La experiencia es como un peine que te dan justo cuando te quedas calvo». Y sobre el mismo tema: «La experiencia es algo maravilloso. Te permite reconocer un error cuando lo vuelves a cometer».
Acerca del papel de los humanos en el universo les traigo estas dos, muy acertadas por cierto: «La historia nos ha enseñado que el hombre y las naciones se comportan sabiamente cuando han agotado todas las alternativas», atribuida a Abba Evan y «Un optimista piensa que este es el mejor mundo posible. Un pesimista tiene miedo de que eso sea verdad» de Robert Oppenheimer.
¿Qué tal esta de Oscar Wilde?: «Algunas personas llevan alegría a donde sea que vayan; otras la generan cuando se marchan». ¿Recuerdan la escoba detrás de la puerta?
Les concluyo con estas contundentes y maravillosas, la primera de Grucho Marx: «La televisión es muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me voy a otra habitación a leer un libro» y, a propósito del mes de las madres, esta de R.W.Emerson: «Jamás ha habido un niño tan adorable que la madre no quiera poner a dormir». Feliz día de la madre para las que aún viven y amor eterno para las que se marcharon.
Y tengo ñapa. Esta de Bill Murray: «La mejor forma de explicarle a tus hijos los impuestos es comiéndote el treinta por ciento de su helado». ¡Genial y magistralmente didáctica!
Bueno, querido exalcalde Ernesto, además de haberlo hecho bien escribe excelentemente. Le completo las de Borges: Se dice que apoyó la dictadura de Videla pero, asambrado de las bellaquerías, alguna vez se encontró con unos izquierdistas en una reunión donde conspirarían contra la disctadura. Alguien se dirigió al escritor y le dijo: ¿»usted aquí»‘. Borges, con la velocidad del rayo, respondió: «no nos une el amor sino el espanto». Saludos.
Jaime Bedoya Medina
¡Qué buena compilación!, me gustó.
Y, ¿qué hacer cuando en uno que otro caso no entienden el sarcasmo? Mientras llega el momento, queda divertirse.
Que ironía, por eso es mejor ser rico que pobre porque perder también es ganar…un poco.