I parte.
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J.A: Hola, Juan.
J.P: Jesús, hola.
J.A: El día de hoy nos encontramos con Juan Pablo Giraldo Hincapié, joven talentoso que integra dentro de sus actividades y quehaceres diarios profesionales y artísticos muchas facetas.
J.P: Ajá.
J.A: Coméntanos, a grosso modo, ¿a qué te dedicas?
J.P: Yo alguna vez traté de definirlo como un artista audiovisual, es lo que resume el compilado de lo que conlleva esto que hago: me he dedicado mucho a hacer post producción y producción de audio para audiovisuales en general; he sido músico por más de 10 años; me he desenvuelto un poco en la realización de vídeo, y en la fotografía; también me gusta mucho el tema del barismo, he trabajado un poco con el tema del café. Entonces yo soy un apasionado de la vida, digámoslo así también, lo que me encanta de vivir es poder dedicarme a lo que me plazca en el momento, y como yo voy aprendiendo con lo que la vida me va poniendo en el camino.
J.A: Maravilloso, Juan. Tocando un poco la faceta de músico, empecemos por charlar de las agrupaciones de las que has hecho parte, con qué instrumentos.
J.P: Creo que he tocado en más de 20 agrupaciones a lo largo de mi carrera musical, desde reguetón hasta pop, rock. En algún momento de mi vida, cuando entré a la universidad, empecé a tocar en una estudiantina, que es un formato de orquesta para cuerdas pulsadas: en vez de violines hay bandolas, en vez de violas hay tiples… Yo ahí tocaba el contrabajo, que es el instrumento que yo escogí para hacer mi carrera en la universidad. Por muchos motivos emocionales no pude terminar la universidad. Luego me dediqué al emprendimiento, tuve varios emprendimientos pequeños. Entonces, cuando estaba en mi faceta más empírica, fue donde empecé a tocar jazz, y ahí conocí a Jonathan Álvarez, que es una de las personas que más ha influenciado mi vida en términos generales, porque desde que lo conocí hasta hace poco que fuimos muy amigos, él me enseñó muchas cosas. Entonces desde ese momento empecé a tocar jazz con él, en el bajo eléctrico. Desde hace 3 años me estoy dedicando, casi que 100%, a la interpretación de la música de la Costa Atlántica, en específico el género bullerengue, que ahí es de donde sale Sacadiablos.
J.A: Sacadiablos, agrupación que nace en Santa Rosa de Cabal.
J.P: Ajá.
J.A: ¿Cuál es o son tus funciones en este grupo?
J.P: Sobre Sacadiablos, creo que también es pertinente hablar de lo que yo he hecho. Sacadiablos empezó como un colectivo, en donde éramos cuatro personas que nos gustaba mucho el bullerengue y que queríamos hacer muchas cosas, pero sostener un grupo musical es una tarea muy compleja por todas las emociones que se mueven alrededor del arte; además he sentido que en la música hay una sensación no sé si agobio o de lucha, donde las personas se toman la música demasiado pasional. En ese orden de ideas a veces tener un grupo es como tener una relación. Entonces siempre hay peleas, la gente se toma las cosas muy personal, incluyéndome porque a mí también me ha pasado. Entonces Sacadiablos ha tenido muchas facetas, donde empezamos nosotros cuatro y al final de todo terminamos dos. Yo decidí tomar la batuta hace aproximadamente 6 meses, y de esto para acá, prácticamente yo he dirigido Sacadiablos en todos los aspectos. Entonces mi función en este momento es ser, entre otras cosas, tamborero, músico de sesión, productor musical, diseñador, curador; también promotor de eventos, gestor de eventos, gestor cultural, mánager. He sido de todo, en este momento estoy en toda esa parte.
J.A: De todo, hermano.
J.P: Sí. Sacadiablos en este momento tiene tres frentes, del que hace parte el frente musical, del que estoy hablando principalmente por la pregunta que me hiciste. En el segundo frente queremos hacer por otro lado música que ayude a la sanación y a la comprensión de las emociones, con varios talleres. Por ejemplo, hay uno que se llama “Movimiento y Tambó”, hay otro que se llama “La voz como instrumento madre”; y otro que se llama “El muro de los lamentos”, que es un proyecto mucho más comunitario, donde queremos sacar a relucir los dolores que vive la gente en un muro, literalmente, que es una escultura móvil, y por medio de la música del bullerengue convertimos esos dolores en música. El tercer frente es el del café, donde yo también estoy dirigiendo toda la parte de emprendimiento de lo que es Sacadiablos como café ritual. Aquí el café también nos ayuda a darnos una identidad, porque nosotros hacemos bullerengue pero el bullerengue es de la Costa Atlántica como dije ahora, y a nosotros el café nos ha envuelto toda la vida porque somos de la montaña, entonces decimos que no tocamos bullerengue normal sino bullerengue montañero, y en ese sentido nos da esa identidad más profunda de lo que es el bullerengue para nosotros desde esta perspectiva del interior del país; además sostiene un poco desde la parte económica los procesos culturales. Entonces estoy en eso.
J.A: Bueno, precisamente hemos hablado de como integras todas las cosas a las que te dedicas. Aquí se evidencia como Sacadiablos hace lo mismo, integra la educación, las cultura cafetera, la historia atlántica colombiana, los modos de expresión. Digamos que también hay una cuestión en la que has participado, con el jazz en este caso, y es La Ruta del Cóndor.
J.P: Sí.
J.A: ¿Qué simboliza ese nombre: La Ruta del Cóndor? ¿La cordillera tal vez? ¿Las regiones montañosas colombianas? ¿Suramérica entera?
J.P: Bueno, La Ruta del Cóndor en realidad es un proyecto de Jonathan Álvarez, un guitarrista de Pereira, como dije ahora yo lo conocí creo que hace 8 años, y poco después de haberlo conocido él compuso ese álbum. Lo hizo en un momento en el que había pasado nueve días caminando por el Parque Nacional de los Nevados, y de cada uno de esos días sacó un tema; entonces tiene un tema para la Laguna del Otún, por ejemplo, un tema para los arenales, tiene un tema para cada volcán. Entonces por su historia yo me enamoré de ese proyecto, e hice parte de él casi la mitad de mi carrera musical, tocando el bajo eléctrico. Yo creo que a pesar de que he tocado ahí, en este momento ya no me siento parte de ese proyecto, en este momento ya no toco con La Ruta del Cóndor, pero fue una escuela muy grande para mí, o sea, aprecio mucho lo que sucedió porque fuimos a muchos festivales de jazz tocando los temas, que son una fusión entre flamenco, jazz y música colombiana, lo que ha aportado mucho a mi vida musical en cuanto a lo que yo quiero hacer y transmitir a través de la música.
Pablito mi admiración y cariño total hacia ti 🫶🏻
Me encantó la historia de Juan Pablo,todos mis deseos para que siga logrando todo lo que se proponga.
Gracias a Jesús Albeiro por siempre compartir, para ti también muchos éxitos y que DIOS te bendiga.