“La firma de la ruta de la seda con China, es un paso histórico: Abre nuevas oportunidades de inversión, cooperación, tecnología y desarrollo sostenible para ambas naciones”.
Gustavo Petro.
La ruta de la seda es un proyecto liderado por China donde se busca fortalecer los lazos económicos con Europa, Asia, África y América Latina. En realidad hay que hablar de una nueva ruta de la seda (versión siglo XXI), ya que sus orígenes son milenarios. Hoy la ruta de la seda está activa y fortalecida; En América Latina hacen parte: Argentina, Uruguay, Chile, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Perú, Nicaragua y Colombia.
En el marco del foro China-CELAC en Pekín, Chile y Brasil cerraron varios acuerdos de cooperación. Es importante destacar que a este foro de Pekín, el presidente de Brasil, Lula Da Silva estuvo acompañado de más de 200 empresarios. El presidente de Chile, Boric fue acompañado de 60 empresarios. Diferente fue el caso de Colombia, donde el presidente Gustavo Petro, en un acto de sectarismo y de miopía comercial por parte del presidente del consejo intergremial, descalificando este evento por considerarlo una medida que lesionaría las relaciones comerciales con USA, decidió que no participaran empresarios colombianos en este histórico foro China-CELAC. Como lo dijo un pensador cubano: la historia lo juzgará. Grave error.
Lo cierto es que toda propuesta de Petro, rápidamente es negada por la oposición, así sea una moción para respaldar a los empresarios colombianos, tal como ocurrió con el presidente del consejo intergremial, al negarse a acompañar al presidente Petro a Pekín. Muy diferente el caso de los empresarios de Brasil y Chile que acompañaron a sus presidentes a firmar acuerdos importantes de cooperación con el gobierno de Pekín.
Es bastante paradójico que mientras el presidente Petro abra nuevos caminos para impulsar la economía y el comercio en la ruta de la seda, sus dirigentes empresariales, se nieguen a reconocer que pueden ampliar el mercado de sus productos por el simple hecho de que fuera una iniciativa de Petro. Como ya se ha evidenciado con sus posiciones sectarias frente a cualquier iniciativa que provenga del presidente Petro, prefieren incendiar el país, a reconocer los beneficios de sus propuestas.
La historia es bonita porque recoge el registro y las huellas de los hechos y los dichos, decía el expresidente Uribe en su segundo mandato: “El 87% del territorio colombiano se encuentra inexplotado para la exploración de petróleo. Invitamos a los empresarios chinos a que vengan a Colombia para trabajos de exploración de petróleo». Uribe acudió a un préstamo de China por valor de US400 millones del Banco de Desarrollo de China o también una inversión de US1000 millones de dólares”.
Parece que la memoria de nuestros dirigentes económicos y políticos fuera el olvido inmediato, o mejor aún: selectiva. Negar la importancia de un nuevo canal de comercialización que le permita a Colombia expandir sus productos como lo es la ruta de la seda, por el simple hecho de ser una propuesta de Petro, es un error histórico sin precedentes, solo muestra la pequeñez de sus dirigentes que se niegan a ver el futuro. Por fortuna para los empresarios colombianos, Petro los representó con tanta dignidad y visión, que logró firmar en Pekín acuerdos favorables para Colombia. Ojalá el presidente del consejo intergremial rectifique: Más vale tarde que nunca.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Mayo 2025
Ojalá ese tarde no sea tan tarde, por culpa de la mediocridad y la envidia !