Alguien cercano me hizo llegar un resumen de un artículo publicado el 3 de enero por el fisosofo e investigador de la Universidad de Vanderbilt , Robert B Talisse, sobre el tema de la polarización política en los Estados Unidos .
Me puse en la tarea de llegar al original del artículo publicado en el boletín The Conversation, un espacio en la Web, coordinado por académicos y periodistas a nivel de varios países, donde se trabaja con rigor, al decir de sus responsables, los temas de actualidad.
El investigador, escribe su artículo haciendo referencia reiterada a su último libro «Sustaining Democracy». Resulta que el autor se ha dedicado a estudiar los temas de la política y la democracia.
Dice el Profesor Talisse, que la polarización en sí no es mala, la define como la distancia ideológica entre partidos opuestos. Que cuando las distancias son muy grandes pueden presentarse situaciones frustrantes pero que en sí misma es necesaria y útil para darle opciones a los electores e incluso a los Congresistas de los partidos.
Qué hay dos tipos de polarización; la propiamente política y la de creencias o de grupo. Esta última la califica de peligrosa.
Afirma el profesor, traducido de manera libre y escogiendo parcialmente algunos párrafos, lo siguiente :
«La polarización de creencias, también llamada polarización de grupo, es diferente. La interacción con otras personas de ideas afines transforma a las personas en versiones más extremas de sí mismas. Estos yoes más extremos también tienen demasiada confianza y, por lo tanto, están más preparados para participar en comportamientos riesgosos.»
«La polarización de creencias también lleva a las personas a abrazar sentimientos más intensamente negativos hacia personas con diferentes puntos de vista. A medida que se inclinan hacia el extremismo, llegan a definirse a sí mismos y a los demás principalmente en términos de partidismo. Con el tiempo, la política se expande más allá de las ideas políticas y abarca estilos de vida completos.»
«La polarización de creencias es tóxica para las relaciones de los ciudadanos entre sí. Pero la disfunción política a gran escala radica en cómo la polarización política y de creencias trabajan juntas en un bucle que se refuerza mutuamente. Cuando la ciudadanía se divide en dos clanes que están obsesionados con el animus contra el otro, los políticos tienen incentivos para amplificar la hostilidad hacia sus oponentes partidistas.»
«Pero eso no es todo. Como explico en mi libro, a medida que la sociedad se clasifica en estilos de vida «liberales» y «conservadores», la gente se dedica cada vez más a vigilar las fronteras entre «nosotros» y «ellos». Y a medida que las alianzas de las personas se centran en la hostilidad hacia aquellos que no están de acuerdo, se vuelven más conformistas e intolerantes con las diferencias entre ellos mismos.»
«Las personas se vuelven menos capaces de lidiar con los desacuerdos y eventualmente se convierten en ciudadanos que creen que la democracia solo es posible cuando todos están de acuerdo con ellos. Esa es una postura profundamente antidemocrática.»
» Y debido a que la ciudadanía está dividida sobre opciones de estilo de vida en lugar de ideas políticas, los funcionarios se ven liberados de la presión electoral habitual para promover una plataforma legislativa. Pueden obtener la reelección simplemente basándose en su antagonismo.»
«A medida que los políticos aumentan sus divisiones, los ciudadanos reciben indicaciones para afianzar la segregación partidista. Esto produce una polarización de creencias adicional, que a su vez recompensa la intransigencia política. Mientras tanto, los procesos políticos constructivos se sumergen en lo meramente simbólico y tribal, mientras que la capacidad de las personas para una ciudadanía democrática responsable se erosiona. «
«La respuesta a la polarización no puede implicar un llamado a la unanimidad o el abandono de las rivalidades partidistas. Una democracia sin divisiones políticas no es democracia en absoluto.»
«La tarea es hacer que las diferencias políticas entre las personas sean más civiles, restablecer la capacidad de disentir respetuosamente. Pero esto no se puede lograr simplemente conduciendo las discusiones políticas de manera diferente. Las investigaciones indican que una vez que las personas están polarizadas, la exposición incluso a las expresiones civiles del punto de vista del otro lado crea más polarización.»
«Este es un caso de la diferencia crucial entre prevención y cura. «Concluye el profesor que lo que se debe hacer es gestionar la polarización :
«La polarización es un problema que no se puede resolver, solo se maneja. Hace que las relaciones entre los oponentes políticos sean tóxicas, pero también daña las relaciones entre los aliados.
«Aumenta la conformidad dentro de las coaliciones, reduciendo los conceptos de la gente sobre qué niveles de desacuerdo son tolerables en grupos de ideas afines.»
«Entonces, puede ser que la gestión de la polarización implique trabajar para contrarrestar la conformidad mediante la participación en desacuerdos respetuosos con las personas que vemos como aliados. Al tomar medidas para recordar que la política siempre implica disputas, incluso entre quienes votan por los mismos candidatos y se afilian al mismo partido, los estadounidenses pueden comenzar a redescubrir la capacidad de disentir respetuosamente con los oponentes.»
Hasta aquí el profesor Robert B Talisse.
Aunque el artículo hace referencia a los Estados Unidos me parece qué hay enfoques y verdades de validez general. Hay que huirle a la que quiero llamar unanimidad de rebaño; y esto aplica para todas las orillas. Me parece descubrir en las explicaciones del profesor algo que aquí veo a diario .
Entre contrarios , no se debate con argumentos, se descalifica, se ofende . De entrada no se acepta la condición de estar entre iguales y por lo tanto no hay intercambio alguno de ideas.
Pero además entre los de supuestamente el mismo lado, tampoco se anima la discusión y el debate, parece reinar un unanimismo extremo, que evade la controversia .
En muchos grupos incluso , el que se sale de la fila es invitado a que abandone el espacio.
En días pasados en son de broma, le decía a una amiga que parecía que hubiéramos adoptado el juego de hablar y no contestar para evitar tener que pagar el aguinaldo, según la costumbre del pasado. Queda la duda, se está de acuerdo o en desacuerdo ?
Hace poco , y desde el otro ángulo, alguien descalificó mi candidato a la Cámara acusándolo de pelele de otro, simplemente porque había trabajado con él en el pasado. A eso se remitía todo su alegato . Y no se crea que esto ocurre con personas que tienen limitaciones para comunicarse o que les falta información; no señor , esto se está dando de manera general. Hasta en las mejores familias como apunta el refranero .
Animémonos a alimentar el debate respetuoso y con argumentos, entre aliados y con opositores, atendiendo aquello de gestionar la polarización para bien de las democracia.
Para finalizar y no hacerme más extenso, el artículo habla de cómo muchos investigadores del tema ven a los Estados Unidos acercarse a un punto de inflexión, y remarca el hecho de que a pesar de que todas las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales fueron concluidas y documentadas, todavía a un año del asalto al Capitolio el 6 de enero del 2021, muchos republicanos no sueltan la creencia de que les robaron las elecciones.
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Saludos
Luis Enrique ArangoP/D Mis condolencias a los familiares y relacionados del escritor y amigo, Miguel Alvarez De Los Rios; paz en su tumba


