LAS EPS Y SU RAPIÑA BILLONARIA

Nuevamente se puso álgido el debate con relación a la financiación de la salud, y esta vez el detonante fue el aumento de un 5.4% de la Unidad de Pago por Capitación UPC, que es la suma fija de dinero que el Estado gira a las EPS por cada afiliado (a) que tenga. El incremento, aparentemente bajito, significa que durante 2025, dichas EPS recibirán la bicoca de 95 billones de pesos.

Inmediatamente saltaron al escenario organizaciones que integran a las EPS como ACEMI (Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral), y claro no podían faltar los Peñalosa, los Vargas Lleras, los Santos, Uribes, Gaviria Trujillo y un largo etc, señalando temerariamente, por supuesto, que el gobierno de Petro busca estatizar la salud, que es criminal aumentar sólo el 5.4.% la UPC, y ahora pretenden trasladarle el peso de la crisis de la salud al gobierno actual, cuando son ellos y solo ellos, los responsables del perverso sistema actual en salud. Y claro, no podían faltar las cajas de resonancia de los medios burgueses de comunicación.

Lo serio y responsable de todos esos personajes y de sus medios de bolsillo, sería pedir mínimamente, cuentas sobre hechos y no meros relatos, como los siguientes:

1. Esas EPS le deben a un gran número de hospitales, clínicas y otras instituciones, públicas y privadas, conocidas como IPS, alrededor de 25 billones de pesos. Oigan, señores, por qué deben semejante suma si el Estado les ha girado puntualmente el dinero público para ello?
2. Esas mismas EPS deben hacer unas reservas técnicas para atender probables eventualidades, pero a hoy se tienen documentados cerca de 15 billones. Dónde está el dinero, señores de las EPS?
3. Hace apenas unos meses, la Contraloría General de la República, determinó hallazgos fiscales por una suma superior a los 6 billones de pesos.

Lo anterior por mencionar apenas unos casos, pues si trajéramos a colación lo sucedido con SaludCoop o Cafesalud, entre otras, quebradas por cuenta de la corrupción mafiosa que se apoderó de esas EPS, no acabaríamos nunca.

Y lo siguiente, no menos importante: Unas EPS se dedicaron a montar con el dinero público, sus propias clínicas privadas (integración vertical se llama eso), para atender casos de alta complejidad, facturando entre sí sumas multimillonarias, porque de paso, nunca les ha importado poner el acento en el nivel primario de salud, esto es, en la prevención y promoción.

Lo dicho, es la rapiña por coger la mayor tajada posible de billonarios recursos públicos, que los reciben las EPS, sin que le tengan que rendir cuentas a nadie, porque eso sí, tuvieron presidentes y congresistas que les redondearon la papaya, montando la figura del “velo corporativo”, es decir, para que puedan saquear los recursos públicos sin que se les pueda pedir cuentas.

¡La nota! Que venga el año 2025, y nos encontremos en los debates de país con responsabilidad. Y que se venga la lucha popular por sacar adelante las reformas que requiere el pueblo colombiano como la laboral y la salud.