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Director Fundador

ActualidadLlorar humaniza

Llorar humaniza

 

Llorar como reacción a un padecimiento psicológico es una de las emociones más intensas que puede experimentar un ser humano. Desde el punto de vista evolutivo, de las neurociencias y de los determinantes sociales que configuran una cultura específica, tiene repercusiones tanto en el individuo como en la comunidad.  La etología, como área de la biología y la psicología experimental, ha realizado aportes importantes a la comprensión de la función evolutiva que cumple esta reacción emocional. El zoólogo Oren Hasson, de la Universidad de Tel Aviv, considera que las lágrimas muestran la vulnerabilidad del individuo, lo que hace que los demás se acerquen al él con una actitud compasiva; esto contribuye a aumentar la cohesión del grupo. Por ejemplo, desde la perspectiva ontogenética (desarrollo de un organismo desde la fecundación), el llanto en el bebé pretende asegurar la proximidad de la madre para obtener protección y apoyo. Las investigaciones neurobiológicas han encontrado que al llorar se activan aproximadamente veinte áreas cerebrales; estas tres son las más implicadas: la amígdala cerebral, el hipotálamo y el giro del cíngulo. También se ha encontrado que aumenta la irrigación sanguínea hacia el cerebro: en condiciones normales, el corazón bombea el 20 % de la sangre hacia este órgano, ¡y en condiciones de llanto, se eleva al 25 %!

Otro elemento implicado es el hormonal. Que las mujeres lloren más que los hombres (como se ha visto de manera consistente en los estudios) no es por una causa cultural: ¡no! A mayor testosterona (la hormona más importante del hombre), menos probabilidad de llanto; mientras que la prolactina (encargada de la lactancia) produce el efecto contrario. El bioquímico William H. Frey, del centro médico St. Paul-Ramsey de Minnesota, cuando analizó el contenido de las lágrimas encontró cloruro de potasio y manganeso, endorfinas, prolactina, adrenocorticotropina y leucina-encefalina. ¿Saben qué genera el exceso de estas sustancias en el organismo? Depresión crónica, estrés y ansiedad. ¡Esto quiere decir que a través del llanto, el organismo de manera natural y fisiológica expulsa aquellas sustancias que están implicadas en la producción de diferentes disfunciones, trastornos o enfermedades!

Como último aporte de las investigaciones, cuando cesa el llanto, el cerebro libera endorfinas, unos neurotransmisores que producen tranquilidad y generan sensación de beneplácito, esperanza y fe. Otras especies animales también lloran, pero la humana es la única que puede interpretar su significado, lo que hace que se sienta vulnerable, por lo cual convoca la cercanía, la protección y la solidaridad de sus semejantes; además –como lo acabamos de describir–, es un potente antídoto contra los mayores males que aquejan a la civilización actual: ansiedad, depresión y estrés. A través del llanto se pueden liberar conflictos, sombras y sufrimientos que aquejan al ser, mientras lo ayudan a sanar las heridas que se han ido produciendo a lo largo de la existencia.

Uriel Escobar Barrios, M.D.

www.urielescobar.com.co

 

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