No improvise, señor Alcalde

Por Juan Carlos Parra Sanabria

Cuando leo las noticias y observo que todos los expresidentes sin excepción, salen a respaldar a la vicepresidente, de plano, ya es un motivo de sospecha para cualquier ciudadano de a pie.

En Pereira tenemos un caso típico, en el cual, el Alcalde no tiene más que hacer que vender el patrimonio de un municipio, no se le ocurre más.

 ¿Y el concejo municipal?, hace el “control político”, digo -perdón- le firma las facultades extraordinarias para que puedan vender, liquidar y realizar cualquier feria de las pulgas.

Como dato curioso, algunos de los ex alcaldes han salido a defender este adefesio. Ernesto Zuluaga, por ejemplo, dice en uno de sus artículos, que son “decisiones gerenciales”, qué acto tan soberbio y de fina coquetería. Claro, todos los alcaldes venden un pedacito de municipio, los que tenemos más de cuarenta años  recordamos cómo se han ido feriando  las empresas de energía, la telefónica, aseo, los colegios: Técnico Superior en la calle 21 con carrera 13, donde acabaron con un plantel educativo con una arquitectura clásica, para demolerlo y hacer una hermosa y rimbombante estación de gas (sarcasmo), lo mismo ocurrió con el colegio Juvenal Cano Moreno, el cual fue vendido para crear un centro comercial .

Siempre los alcaldes y sus grupos políticos han difundido mentiras para atrapar incautos que los respalden como moscas con una cucharada de miel; De las empresas públicas decían que los obreros no trabajaban, que ganaban mucho dinero, que la telefónica era insostenible, que estaba desactualizada y anquilosada, que sería muy difícil competir y eso repetían los del pueblito.

Lo cierto es que todas las transacciones se realizaron; las empresas se vendieron y esos dineros se esfumaron, como el agua entre los dedos, y siempre señalaron a sus empleados de corruptos, como lo hacen ahora con el Instituto de Movilidad de Pereira.

El debate está muy bueno y empieza a tomar color  porque el alcalde Carlos Maya debe contarle a los pereiranos cual es el concepto de la comisión de participación ciudadana, de la que habla el articulo 11 de la Ley 1310 de 2009. Sería muy grave que no se haya creado el organismo democrático, en el cual están representados los diferentes sectores de la sociedad, supuestamente para asesorar al alcalde en este tipo de asuntos, ¿ eso lo podremos llamar también como corrupción o no?, les pregunto a ustedes:  ¿cómo se llama cuando el ciudadano no cumple con la Ley? Y ¿cómo se llama cuando el alcalde es el que pasa por alto la Ley?

Buscamos un motivo serio para liquidar el instituto de Movilidad, quizás los indicadores  del plan local de seguridad vial no se alcanzaron, pero tenemos tamaña sorpresa, nadie en la administración conoce esta herramienta obligatoria para los municipios y que es la carta de navegación para tomar las medidas necesarias para reducir los índices de siniestralidad vial y mejorar la movilidad.   Entonces volvemos a preguntar, ¿cómo hace el alcalde para tomar sus decisiones, si anda a la deriva?, La muestra es que no puede cumplir  con su plan local de seguridad vial, porque no lo tiene, entonces cómo han tomado las decisiones para invertir los dineros de la agencia nacional de la seguridad vial y la ANSV cómo hace para mandar recursos a un municipio sin plan local de seguridad vial?

¿Están improvisando?, peor aún, cuando no tiene la comisión de participación ciudadana que le obliga a crear la Ley 1310 de 2009, creo que el alcalde no cumple con la norma, entonces no tiene la moral para señalar de corruptos a los empleados del Instituto de Movilidad.

Mi abuelita siempre dijo:  el que tenga rabo de paja, que no se arrime a la candela.