Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadNUEVA HAMPA, NUEVA ÉLITE

NUEVA HAMPA, NUEVA ÉLITE

Tradicionalmente, desde el punto de vista sociológico, se ha conocido el concepto “hampa”, para referirse a personas o grupos de personas que se asocian para cometer toda suerte de fechorías: Atracos, asaltos bancarios, robo de ganado o caballos, por mencionar algunos tipos.

Quienes cometen esta clase de conductas son en cierto modo, fácilmente perceptibles, porque adoptan actitudes sospechosas y sigilosas, pero cuando actúan, generan gran zozobra y mucho rechazo en la comunidad, y claro está, en el Código Penal se encontrarán las normas con las cuales se podría castigar a “esos delincuentes”, como se les ha conocido también.

Pero desde hace varias décadas, una nueva “hampa” ha emergido, ¡y de qué manera y con qué agallas!

Esta nueva generación de hampones actúa a la vista de todo el mundo, viste traje y corbata, posan de “gente de bien”, se desplazan en lujosos automóviles, y aunque resulte increíble, gozan de prestigio y son aplaudidos en muchos círculos sociales, incluidos los populares. Vamos a ver su origen familiar, y muchos de ellos eran unos simples “manguimochos”, casi unos “patirrajados”, pero de la noche a la mañana dieron un salto socioeconómico espectacular: Ya tienen lujosas mansiones, camionetas de alta gama, adquirieron fincas de recreo, invierten en papeles, preferentemente en paraísos fiscales. Se ha constituido con esta generación de hampones, una nueva élite, muy poderosa y también se ha tornado peligrosa para quienes levanten la voz para desnudarlos ante la opinión pública, porque esa nueva élite está dispuesta a hacer lo que sea con tal de mantener sus privilegios.

¿Cómo ha surgido esta nueva hampa, esta nueva élite? La respuesta está en que esta gente ha hecho de la “corrupción” su modus vivendi, estos no acuden al asalto a mano armada, no, ellos se hacen elegir, bien por el “voto popular”, convertido hoy en otra mercancía que se compra y se vende al mejor postor, o han hecho lobby para que los nombren o elijan en cargos claves, claro está, de las entidades del Estado: Desde presidentes de la república, congresistas y gerentes de grandes empresas estatales y ministros hasta alcaldes, gobernadores y otros de menor rango. Estos de menor rango, empiezan su carrera desde más abajo, por ejemplo, dirigentes comunitarios, pasando por concejales, diputados, y ahí van. En una palabra, la denominada movilidad social, no como la conocimos en el sentido clásico cuyos ejes han sido la educación y el trabajo digno, entre otros aspectos; no, estos trepan sin pararle muchas bolas a esos elementos que acabo de mencionar, o si han adquirido un que otro título, poco se preocupan por profundizar sus áreas de conocimiento. Un Ernesto Macías, es un buen ejemplo.

Han trepado a la dirección del Estado y al “control” de los órganos de control, en nombre de la democracia, eso sí, montaron su aparato de corrupción, toda una empresa criminal, dispuesta a limpiarse el que sabemos cómo decía Rodolfo Hernández, recientemente fallecido, antes de la campaña presidencial de 2022.

La lista se ha tornado interminable: Primero se robaron los Departamentos, recuerdan en la década de los años 70s?, el Robo a Caldas, el robo de las Licoreras, Michelsen Uribe y su auto robo bancario; y más escalofriante aún, cómo prepararon el camino para robarse la plata de la salud con su ley 100/93 (y empieza a aparecer uno de los más conspicuos representantes de esa nueva élite: Álvaro Uribe Vélez. Pavimentaron el camino constitucional y legalmente para que nada les pase. Los órganos de control, los controlan ellos.

Hoy tenemos el robo a REFICAR, 8 ó 9 millones de pesos; Odebreche y su financiación de las campañas Santos y Duque; los 70 mil millones abudineados en el Mintic; 11 millones de dólares para adquirir “Pegasus”, pagados a una empresa con sede en el Estado terrorista y genocida de Israel, para vigilar a la oposición y perseguir a los líderes del estallido social; y, lo que denunció el senador Antonio José López, del partido de la U (para que no digan que son calumnias de Petro), 100 billones de pesos literalmente mecatiados durante la pandemia: Qué criminales, bellacos y abominables, señores expresidente Duque, exministro de salud, y el ex director de la UNGRD. Contrataron hasta polvorerías para suministro de tapabocas ($37.500 millones). Entre tanto, los trabajadores de la salud sufrían lo indecible sin salarios y sin los elementos necesarios para atender a los pacientes infectados de Covid 19. Un crimen de Estado fraguado contra el pueblo colombiano desde la cúspide del gobierno.

Esa es la nueva hampa, la nueva élite, tan corrupta como criminal y peligrosa. Y, ¿qué hicieron los señores Barbosa, Felipe Córdoba y la señora Cabello, fiscal, contralor y procuradora de la época? Nada, léase bien, nada! ¿Por qué? La respuesta es fácil: pertenecen a esa misma nueva élite, y entre bomberos no se pisan las mangueras.

El nuevo Contralor general de la República y la señora Fiscal Adriana Camargo, tienen el deber legal y la obligación moral de darle respuestas concretas y claras al pueblo colombiano por todas estas fechorías cometidas en el inmediato pasado, de lo contrario, señor Presidente Petro, haga lo necesario para que se ponga en marcha una Comisión Internacional contra la Corrupción, tal como lo propuso en la campaña que lo llevó a la presidencia de la república.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos