Me piden opinión acerca del alias puesto al presidente, Gustavo Petro, de: “el guerrillero Cacas”.
Primero que todo él fue un guerrillero amnistiado como otros progresistas insurrectos e independentistas, entre ellos: José Mujica, “Pepe”, en Uruguay; Salvador Sánchez, en El Salvador; Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil; Martin Luther King, en los Estados Unidos; Nelson Mandela, en Sudáfrica; y Mahatma Gandhi, en la India; quienes de jóvenes arriesgaron sus vidas por una justa causa, y por la utopía revolucionaria.
Estas personalidades, no obstante haber sido perseguidos, vilipendiados, y torturados, alcanzaron un amplio reconocimiento mundial y un lugar destacado en la historia.
Sucede que los enemigos gratuitos del presidente Petro se refieren al “Cacas” es porque –a raíz de un meme falso– se difundió (solo entre ellos) semejante adefesio: que ese apodo surgió porque dizque cuando él era ideólogo de la guerrilla… se defecaba sobre los cuerpos de los indefensos prisioneros. ¿Habrá entre nuestros lectores quien crea semejante atrocidad, ah…?
Pues resulta que esa versión ha sido plenamente desmentida infinidad de veces por varias agencias nacionales e internacionales, creadas para la investigación de noticias falsas; pero… la maldad de sus detractores ya infligió el daño para que, mientras él viva, lo sigan atacando y difamando con tan aberrante mentira.
Calculen el daño moral e inhumano que le vienen causando al mandatario, y a la historia de Colombia, con esa infamia… ¡hasta dónde llega la maldad y la ignominia!
Esto es una prueba más de la irracionalidad con que los detractores de Petro intentan hacerle oposición. ¿Por qué será que tienen que recurrir a tantas y tan bajas artimañas?
Por contradictores que sean de Petro, y por el odio visceral que destilan y le profesan, es imperdonable y repudiable ese ataque tan falaz, despiadado y virulento.
Esto solo lleva a la propia degradación de estos mismos detractores, pues no han entendido que el odio es una aversión tóxica que hace más daño al que lo siente que a quien se odia: odiar a alguien es como beberse un veneno, y esperar a que muera la otra persona. Sus declaraciones sólo develan el nivel de su perfidia y trapacería.
Pero… lo más grave es que estamos ante la macabra estrategia de las Fake News, que está atrapando, en el mundo entero, a personas incultas, desinformadas o morbosas que se inclinan a creer más fácilmente en la calumnia que en la verdad y que no tienen ningún reparo en replicarla aún a sabiendas de su falsedad.
En toda democracia, la oposición es necesaria; pero no, este tipo de oposición, sin argumentos y basada en calumnias. Esto solo nos lleva a la degradación de la democracia misma.
Pruebas reina de la falsedad
En los enlaces siguientes pueden apreciar la certificación fidedigna e incontrovertible de que ese señalamiento es rotundamente falso:
・https://www.lasillavacia.com/detector-de-mentiras/falso/el-alias-de-petro-en-el-M19-no-era-el-cacas/
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* Periodista y corrector de estilo