El espectáculo de la política en Pereira es más un circo romano que busca divertir a un electorado ignorante, olvidadizo y conveniente, que de plano desconoce el “arte de gobernar” como lo denominaron Platón o Aristóteles, éste último en su libro La ética nicomaquea plantea que la investigación sobre la ética conlleva a la política, cuestión que poco le interesa al pragmatismo de los políticos de carroña.
Son tiempos pasados en los cuales la política era ejercida por personas decentes, que por lo menos guardaban las formas y honraban el respeto a sus contrincantes y a la ciudadanía. Con esto no quiero decir que todos eran un dechado de virtudes, pues también hubo ladrones, corruptos y delincuentes persiguiendo y obteniendo el poder político, pero sin duda al contradictor se trataba con mayor respeto.
En estos tiempos de deterioro ético y moral de la sociedad y de la política se ha puesto en evidencia las nuevas maneras de hacer campaña electoral. Aunque en el juego del todo vale, es claro que no entran ciertos políticos y políticas que con altura están asumiendo el debate por la ciudad y el departamento.
Pero dos claros ejemplos de lo planteado se concretan en políticos como Daniel Silva y Juan Pablo Gallo.
El primero, Daniel Silva, joven promesa del Polo Democrático en 2018 se destiñó rápidamente; llegó a la Asamblea Departamental en las elecciones de 2018 en una alianza con el partido Verde, Colombia Humana y otros movimientos políticos que hoy hacen parte del Pacto Histórico. Su paso por la Asamblea fue sin pena, ni gloria, no hizo un solo debate de control político serio y nunca se declaró en oposición al gobernador Tamayo y si lo hizo no se sintió como opositor.
Es claro que su control político nunca existió porque -según me informaron- recibió de Tamayo todos los cargos que este último le aflojó, incluso se dice que le entregó la empresa de Aguas y Aseo del Departamento, donde es lugarteniente y ponedor de puestos.
Frente a la enorme ausencia de logros como diputado del Departamento a Silva no le quedó más que continuar con el agotado tema de haber alcanzado la pérdida de investidura de Carlos Enrique Soto.
Como buen carroñero su lema para la campaña a la Gobernación es: “Yo voto por el que derrotó a Soto”, más indelicada, agresiva y de mal gusto no puede ser esa frase, demuestra cierta necrofagia en un candidato que se hace llamar alternativo y con dicho comportamiento se aleja sustancialmente de propuestas decentes y de la ética que se requiere y espera de un político que se distancia de la maquinaria tradicional.
Para Aristóteles la verdad o la falsedad de un discurso dependía de los hechos y Mao afirmaba: “los hechos son el criterio de la verdad”.
O sea que al calor de los hechos, Silva demuestra ser un politiquero tradicional que de alternativo solo tiene la fachada, es prácticamente una máscara.
El otro personaje que bien podría poner en el recibidor de su casa el cuadro de Goya “Saturno devorando a sus hijos” para representar lo que verdaderamente constituye como político, es Juan Pablo Gallo.
Ha devorado la alcaldía de Pereira y al partido Liberal con su insaciable avaricia. Se montó en la campaña a la Alcaldía en 2015 con el lema de derrotar la maquinaria de Soto y obtuvo el premio gracias al cansancio ciudadano de la época, muchas personas apoyaron su proyecto con la firme esperanza de que la ciudad cambiara.
Lo que nunca contó en su candidatura es que su fin era erigirse como en nuevo gamonal, aplicando la política clientelista que prometió acabar.
El último episodio de su práctica carroñera fue la rueda de prensa que hizo contra Mauricio Salazar –que tampoco es pera en dulce-, imputándole la muerte de los chimpancés. Acto más de campaña en favor de su protegido y ya vencido Maicol Lopera que de real preocupación por los animales.
En fin, el espectáculo de la política en Pereira es más un circo romano que busca divertir a un electorado ignorante, olvidadizo y conveniente que de plano desconoce el “arte de gobernar” como lo denominaron Platón o Aristóteles, éste último en su libro La ética nicomaquea plantea que la investigación sobre la ética conlleva a la política, cuestión que poco le interesa al pragmatismo de los políticos de carroña.
Aclaro que votaré en blanco tanto a la Alcaldía, como a la Gobernación y que mi único voto seguro es por Carlos Alfredo Crosthwaite al Concejo de Pereira, en la lista de Alternativos # 10.
@adrigonco
su comentario, lleno de rabia y resentimiento por Daniel Silva no tiene eco en las gentes de Pereira y Risaralda…Silva a demostrado honorabilidad, seriedad y rectitud y no ser juguete de los que tiene el poder en Risaralda y tiene aptitudes para ser un gobernador intachable, que cumplirá lo que prometió en su campaña por todo Risaralday que puede sacra adelante éste depto., sin corrupción y sin politiquería… respcto de del senador Gallo, es todo un ……aliado de bandidos, politiqueros y gente con afán de repartirse los impuestos de los pereiranos con su títere maicol….