Por ONÉSIMO VÁSQUEZ POSADA
El derribo de monumentos se ha convertido en los recientes meses en símbolos de la protesta contra el racismo, la desigualdad y la opresión.
Vimos caer varias estatuas de Cristóbal Colón en Boston, Miami y Richmond, en el 2020 y otra suya que fue decapitada por ser considerado el defensor de la esclavitud o el responsable del genocidio indígena en la región.
También, le dio la vuelta al mundo el video de manifestantes arrojando al agua la estatua de Edward Colston, un vendedor de esclavos de Bristol. Colston fue arrancado de su pedestal y fue llevado rodando hasta un río, de donde fue finalmente retirado por las autoridades de la ciudad.
Otras estatuas como las del rey Leopoldo II de Bélgica (verdadero genocida, con más de 8 millones de personas asesinadas por su ambición sin límites en el Congo Belga; en el s XIX), Winston Churchill, primer ministro británico y otras cuantas también fueron pintadas y atacadas alrededor del mundo.
En Colombia el viernes 7 de mayo de 2021 fue derribada la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en Bogotá su fundador el 6 de agosto de 1538.
Para Luisa Sánchez, directora del Departamento de Antropología de la Universidad Javeriana, la opinión pública se ha concentrado en el árbol y no en el bosque, es decir, “estamos muy determinados en saber qué va a pasar con la estatua, si estuvo bien, si estuvo mal, si es legítimo haberla tumbado”.
Pero en realidad lo que deberíamos ver es el bosque. “El bosque nos está mostrando que hoy en día tenemos una preocupación y una indignación colectiva. Están atacando ciertos símbolos, porque quieren expresar que están siendo atravesados por unas grandes preocupaciones y por un sentimiento de indignación colectiva”, afirmó la docente.
– ¿Qué hay detrás del derribo de la estatua de Belalcázar en Popayán y Cali?
“La historia la escriben los vencederos” es una verdad de Perogrullo,
Y nuestra historia no ha sido la excepción, escrita en narrativa partidaria y al amaño de unos pocos.
Los vencederos pasaron desde esa lógica, en un abrir y cerrar de ojos; de criminales y genocidas a héroes y dignos de monumentos, construyéndose un relato y una “verdad” al servicio de los amos, de los dueños de la tierra y del poder político y cultural.
Sebastián de Belalcázar cuya efigie fue erigida en El Morro de Tulcán en 1937 (Morro de Tulcán principal sitio arqueológico de Popayán antiguo cementerio indígena de la época precolombina, aproximadamente entre los años 500 y 1600 D.C. También templo sagrado donde se adoraba a los dioses, el sol, la luna, las estrellas y la lluvia…)
Dentro de esa visión el poeta Guillermo Valencia y otros intelectuales de la época, plantearon que en El Morro de Tulcán se debería erigir la estatua del «Cacique Pubén», en honor a la historia indígena precolombina; esta estatua fue encargada al escultor colombiano Rómulo Rozo.
La obra de Rozo desapareció “misteriosamente” nunca ha visto la luz del sol según me lo confirma un amigo poeta que vivió 10 años en la ciudad blanca.
El monumento a Belalcázar fue izado allí de manera intencional, se quería demostrar el poder de los vencedores y resaltar de manera soterrada la ignominia y la miseria de los vencidos.
Desheredados que todo lo tenían antes de la llegada de los europeos.
Fue establecida como símbolo máximo, jactancia del dominio del hombre occidental y sus descendientes.
En la mañana del 28 de abril de 2021, durante las protestas en Colombia de 2021, la comunidad indígena del pueblo Misak derribó la estatua de Belalcázar, en Santiago de Cali quedando solamente el podio.
Erigido con motivo del cuarto centenario de la fundación de la ciudad 1938
En 1935 se estableció contacto con Victorio Macho (escultor también del monumento de Belalcázar en Popayán inaugurada en 1937), escultor español de gran renombre por la época.
La estatua fue elaborada en su totalidad en España, de donde fue trasladada por barco hasta Buenaventura, y de allí se transportó a lomo de mula hasta Cali Una vez en la ciudad, la estatua fue ensamblada y emplazada sobre un pedestal.
Nota: Belalcázar comentaba que 1535 hubo una gran hambruna entre los indígenas, ocasionada por sus acciones militares y alardeaba que hasta 100.000 nativos murieron de hambre y 50.000 fueron usados como alimento por los supervivientes.
La muerte de Jorge Robledo fue obra suya.
Robledo fundador de la ciudad-provincia de Santa Ana de los Caballeros Anserma 15 de agosto de 1539, San Jorge de Cartago el 9 de agosto de1540, Arma el 25 de julio de1542 (actual Aguadas caldas) y Antioquia, diciembre 4 de 1541 (fecha dada por su biógrafo Emilio robledo) luego unida a Santafé dando nacimiento a Santafé de Antioquia; ciudad madre de la Antioqueñidad.
Robledo fue una de sus tantas víctimas; celoso por el reciente ascenso al grado de mariscal adquirido en su viaje a España el 8 de enero de 1542 (que se prolongó hasta los primeros meses de 1545) y con un status privilegiado de nobleza debido a su matrimonio con la noble española María de Carvajal y Mendoza.
Asesinado por Belalcázar el 5 de octubre de 1546 después de la batalla de la Loma de Pozo al occidente de Pácora actual departamento de Caldas; ejecutado a garrote vil, (un collar de hierro en el cuello atravesado por un tornillo); junto a sus ayudantes de campo, Hernán Rodríguez de Souza, Baltazar de Ledesma y Juan Márquez Sanabria. Según Pedro Cieza de León, se sepultó su cuerpo y la cabeza de Robledo se expuso a modo de escarnio.
Belalcázar fue enjuiciado in absentia por este crimen, hallado culpable y condenado a muerte por este asesinato además de las torturas cometidas contra los aborígenes; aunque murió en Cartagena de Indias en 1551, antes de emprender el viaje de vuelta a España para apelar la decisión del tribunal.
“Apoteosis de la codicia humana”
Con tristeza para los apologistas de los “Conquistadores” europeos hay que decir que formaban auténticos clanes mafiosos de aquellos tiempos; encomenderos, gobernadores, adelantados o simples soldados conformaban verdaderas bandas criminales; bandidos del medioevo, aventureros occidentales la mayoría de ellos empobrecidos en busca de fortuna.
Todos llegaban endeudados por sus empresas de conquista.
Para entender la creación del sistema económico mundial que más tarde se llegó a conocer como capitalismo, hay que entender primero qué lo motivó.
“La deuda” el motor que impulsó la Conquista de América y el nacimiento de la economía moderna; grandes cantidades de lingotes de oro y plata pronto comenzaron a fluir a través de los océanos Atlántico y Pacífico, sentando las bases de lo que hemos llegado a conocer como la Economía mundial.
Estas deudas llevaron a los conquistadores a perseguir ventajas económicas a costa de todo.
Los relatos de los de la conquista de Perú o México revelan escenas de crueldad humana, una destrucción tan extrema y sistemática de las sociedades que es difícil imaginar cómo hubo seres humanos que pudieron llegar a ser capaces de infligir tales atrocidades.
Es por eso que los conquistadores son recordados como una especie de “apoteosis de la codicia humana”.
“Hacían la América” y a consta del dolor y la miseria de pueblos enteros o de verdaderas civilizaciones como fueron los Incas en los andes o la riquísima cultura de Mesoamérica (Aztecas y Mayas); construían una riqueza ensangrentada; para luego matarse entre ellos, como fue el caso de los Pizarro en el Perú y de otros muchos aventureros de baja estofa.
Conclusión:
-Para mí el fenómeno del derribamiento de estatuas y monumentos obedece a una misma Genesis del ocaso de la narrativa histórica occidental.
-Su retórica de impronta racista y excluyente se está resquebrajando.
-No es aceptable ya la explotación a la que son víctimas millones de seres humanos; por ejemplo, las ocho personas más ricas del mundo, todos hombres, acumulan en sus carteras más riqueza que la mitad de la población del mundo más pobre, unos 3.600 millones de personas.
-La pandemia dejo al desnudo innumerables empleos frágiles al servicio de unos pocos.
-Desnudó la debilidad del capitalismo y sus respuestas en un mundo globalizado en todo sentido.
-Muchas comunidades exigen la reconstrucción de su memoria histórica y colectiva; reclaman un relato real y coherente de su memoria comunitaria.
-Piden la creación de un nuevo imaginario colectivo que no este al servicio de los intereses de los poderosos de turno.
-La creación de una nueva simbología mas cercana a las necesidades de los pueblos.
El monumento de Cali a la resistencia creado en un esfuerzo colectivo comunitario de alto significado simbólico parecer ser un ejemplo a seguir.
-Demandan la reconstrucción académica de instituciones y universidades que investigan la historia; muchas de ellas habitando castillos imaginarios de marfil; muy alejados sus intereses de las realidades de las personas de a pie en su tradición y cotidianidad.
-En conclusión, somos testigos de un período de cambios,
espectadores de profundas transformaciones en nuestra sociedad.