
Plan perfecto, vacaciones soñadas y una experiencia inolvidable.
Quién no ha soñado con un crucero por los mares del mundo, con los lujos de un hotel 5 estrellas, casinos, orquestas, menú internacional, mejor dicho a cuerpo de rey.
Un programa en familia, en excursión o en pareja y para nunca olvidar.
Todo perfecto, menos el desenlace, la noticia de la pandemia que los toma por sorpresa y en aguas internacionales sin saber que hacer.
Hay contagiados, enfermos y sanos, en un espacio que, en segundos, se tornó reducido y peligroso para compartir con los demás turistas, la cuarentena tomaba otras dimensiones.
Ahora, llegaba lo peor, los posibles lugares de desembarco no aparecen, los países cierran sus costas y no hay dónde atracar.
Colombia no fue ajena a la tragedia y el gobernador de nuestra isla, de San Andrés y Providencia, negó totalmente permiso de desembarque, ni siquiera los enfermos.
El gobernador de nuestro archipiélago Everth Hawkins manifestó después a los medios que fue la decisión más difícil de su vida, no autorizar el ingreso de los turistas y tripulantes.
A esta fecha ya la situación más o menos se ha venido solucionando, desde Miami, donde permitieron en un gesto humanitario que el barco atracara, pero otro de nacionalidad australiana con cerca de 80 entre pasajeros y tripulantes, medio los atendieron desde Uruguay en el mismo barco, pero solo hasta ahí.
Cómo mirar y analizar está situación: discriminación, intolerancia, deshumanización, segregación o hasta racismo, la verdad, no sabe uno hasta donde somos capaces de llegar y actuar, cuando la vida está de por medio.
Nos quedan muchos interrogantes que dejarán estás acciones, y la más comentada es, hasta dónde ese actuar con unas personas que, llenos de pánico y desesperación, convivieron con la realidad de la muerte, a sus pies y en sus camarotes contiguos.
La diferencia entre #Quédateencasa y #Quédateenelbarco, es abismal, y hoy más que nunca entiendo que está Pandemia del Covid 19, nos dejará patrones de comportamiento que deben ser revisados, absolutamente por todos.
Terminando la columna, recibí la noticia que prolonga la cuarentena por 15 días más, hecho que nos dejará más que sacrificios, muchas reflexiones en nuestro interior, en la familia y la sociedad.
No más promesas ni golpes de pecho, la pandemia del Covid 19, ya nos coronó a todos de virus, y debemos asumir nuestras propias transformaciones y las de la sociedad.



Me hacía justamente, la misma reflexión. Que tristeza y falta de todo con esta pobre gente!