«Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos…
Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú…
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar…»
Las frases anteriores se atribuyen a Pablo Neruda, chileno (1904_1973) y contiene muchas verdades. Pensando en ello, enlazamos el siguiente mensaje de Elli Michler, para usar adecuadamente el tiempo:
TE DESEO
“No te deseo un regalo cualquiera,
te deseo aquello que la mayoría no tiene,
te deseo tiempo, para reír y divertirte,
si lo usas adecuadamente podrás obtener de él lo que quieras.
Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar,
no solo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.
Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas,
sino para que siempre estés contenta/o.
Te deseo tiempo, no solo para que transcurra,
sino para que te quede:
tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza
y no solo para que lo veas en el reloj.
Te deseo tiempo para que toques las estrellas
y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tú.
Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar,
no tiene sentido añorar.
Te deseo tiempo para que te encuentres contigo misma/o,
para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.
También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.
Te deseo de corazón que tengas tiempo,
tiempo para la vida y para tu vida”.
Y alguien más cercano como Ramón Bautista “Palito” Ortega, cantante y compositor argentino, nos dejó la siguiente frase en una de sus obras musicales: El tiempo pasa y se nos va la vida y lo que pasa ya no vuelve más, hay que vivir mirando hacia adelante, pues la vida es una y pronto se nos va.
Obviamente, la frase inicial de Ortega es muy acertada, pero en su segunda parte nos invita a dilucidar un interrogante que surge cuando deja establecido que esta existencia es toda la vida y no hay más o como dice el cantante colombiano Juanes “la vida es un ratico”.
Es hora de refrendar dicho concepto y replantear con toda la lógica, el sentido común y la razón que no vivimos únicamente esta existencia, que esta existencia es el resultado de miles anteriores y eso tiene un fundamento o argumento: Si sólo viviéramos esta existencia señalaríamos de injusto a la inteligencia superior o energía o sustancia única que nos creó, porque unos nacemos en colchón de plumas y otros en colchón de piedra.
He ahí entonces que debemos entender que llegamos a expiar o a cruzar cuentas y todo llega por compensación; muy merecida la compensación porque la vida le paga sus buenas acciones o se las cobra o lo que es lo mismo, es la forma de aclarar que no vivimos solo este ratico y la vida es eterna y continuada por las reencarnaciones y así lo obliga la ley universal del progreso natural de las cosas en toda la creación.
De ahí que este eterno presente y este tiempo que transcurre es nuestro ahora para siempre y lo que nos desea Eli Michler y el mensaje de Pablo Neruda no son solo para esta existencia sino para toda la vida que la componen miles de existencias; y aquí estamos, seguimos, avanzamos y vamos siempre, más allá… ¿Cierto, Joaquín Trincado?.
(La gráfica pertenece a un cuadro surrealista de Salvador Dalí).
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