Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLa Vorágine: denuncia de un genocidio vergonzoso

La Vorágine: denuncia de un genocidio vergonzoso

En memoria de huitotos, siona, boras, andoque y otros grupos étnicos, víctimas de los caucheros en la Amazonía.

Este año se conmemorarán los 100 años de esta novela: “Fue publicada en 1924 y está considerada un clásico de la literatura y latinoamericana. La novela, con algunas influencias del romanticismo y el modernismo, forma parte de las obras del realismo social latinoamericano” (Wikipedia). 

“Este libro es prácticamente una denuncia sobre la explotación de los caucheros en la selva amazónica a comienzos del siglo XX y eso lo hace muy importante para la literatura y la historia colombiana” (www.goodreads.com).  “La Vorágine es en muchos sentidos una novela colonial, hija de su tiempo; que denuncia las condiciones inhumanas a las que fueron sometidas las comunidades indígenas por la intromisión criolla y el comercio internacional en su territorio” (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

“La Vorágine, novela insigne de la literatura colombiana e hispanoamericana, retrata de manera singular la violencia. Nos muestra en los personajes cómo la búsqueda de la libertad a cualquier costo y de un futuro promisorio trae consigo la perdición” (investigaciones.uniatlantico.edu.co)

“Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia”. Se tachará de hipérbole, pero quizás no haya primera frase en la historia de la literatura colombiana o latinoamericana que rivalice con esta en términos de contundencia, de fuerza, de magistral abrebocas para lo que el libro tiene que ofrecer. Y, en efecto, todo está allí, en esa primera frase: La Vorágine es una novela que trata sobre el desamor (o la incapacidad de amar) y sobre la violencia, más que sobre cualquier otra cosa(casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

“Para entender la relación de La Vorágine con el genocidio que aconteció en la Amazonía hay que ir más atrás. Se podría decir que todo  empezó con la integración de Colombia como estado moderno a la red de económica del mercado Capitalista internacional durante el siglo XIX. Como la mayoría de países latinoamericanos, a falta de industria propia, Colombia se dedicaba a la exportación de materias primas, en una dinámica económica extractiva que se mantiene hasta el día de hoy (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

Europa que necesitaba materias primas, las obtuvo de países dominados militarmente por ellos (Colonialismo), logrando controlar su disponibilidad, sus  cantidades y precios, eliminando así de paso, a futuros competidores, que impidieran o dificultaran su crecimiento industrial, razón por la que después de la independencia de España, ingleses y franceses en especial,  nos asignaron el papel de exportadores de materias primas (que nuestros héroes revolucionarios aceptaron sumisamente), que aún seguimos desempeñando, y que en el caso de los combustibles fósiles  (llamados a desaparecer para combatir el cambio climático), algunos obtusos se empecinan en mantener sin mirar al futuro, originando reclamos injustificados al gobierno Petro.

” A finales del siglo XIX, la Amazonía, un territorio gigantesco que permanecía básicamente inexplorado por la sociedad debido a la impenetrabilidad de sus selvas y a la aparente ausencia de oro y plata comenzó a cautivar la mirada del comercio internacional” (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).  

El comercio internacional se interesó primero por la quina en el siglo XVII; “Acto seguido vendrían la garza blanca y la garza chumbita, dos especies de aves acuáticas que abundaban en la Orinoquía y en el Amazonas y cuyas plumas se cotizaban a gran valor en el mercado internacional por su uso como adorno en los sombreros y pieles de la alta sociedad occidental durante la “Belle Époque”. Lo cuestionable de este tipo de negocio es que:” El criterio de explotación ha sido el del lucro en corto plazo, sin preocuparse por aprovechar adecuadamente los recursos naturales, reponiendo o permitiendo la regeneración de estos” (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

El foco de la novela La Vorágine es el caucho, que a raíz del nacimiento de la industria automotriz  a finales del siglo XIX, logró una gran demanda mundial, un producto que proviene de varias especies del árbol Hevea, al que el pueblo amazónico Taino llamaba “ca- u- chu”  que en su lengua significa: árbol que llora. A pesar que Colombia, Ecuador, Brasil, Perú y Venezuela reclamaban como parte de su territorio diferentes partes de la Amazonía, por falta de definición de fronteras y la negligencia y el desinterés por esa región conocida como el Putumayo, una zona con poca presencia estatal  y nula presencia judicial, permitió que colonos de ascendencia europea y mestizos aprovechando el vacío institucional  establecieran empresas de exportación de caucho, convirtiéndose en la práctica, en autoridad en la región: ”con el beneplácito de los gobiernos nacionales  que veían en ellas un vehículo de “civilización” de una región poblada por  seres humanos que se negaban a reconocer como ciudadanos de sus países, pues era común en aquella época que se distinguiera entre “indios” y “racionales” incluso en documentos oficiales, como bien se alcanza a ver en las páginas de La Vorágine” (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

Una de las dificultades de los empresarios caucheros fue la falta de mano de obra,  que solucionaron esclavizando las comunidades indígenas de la región y algunos campesinos llegados de otras regiones a quienes prometieron riquezas y créditos, situación que denunció José Eustasio Rivera: “Más el crimen perpetuo no está en las selvas sino en dos libros: en el Diario y en el Mayor. Si su señoría los conociera, encontraría más lectura en el debe y el haber, ya que a muchos hombres se les lleva la cuenta por simple cálculo, según los que informan los capataces. Con todo, hallaría datos inicuos: peones que entregan cinco kilos de goma a cinco centavos y reciben camisetas a veinte pesos; indios que trabajan hace seis años, y aparecen debiendo aún el mañoco del primer mes; niños que heredan deudas enormes, procedentes del padre que les mataron, de la madre que les forzaron, hasta de las hermanas que les violaron, y que no cubrirán en toda su vida, porque cuando conozcan la pubertad, los solos gastos de su niñez les darán medio siglo de esclavitud (p. 135)”. (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

Las empresas caucheras y sus propietarios se enriquecieron rápidamente gracias a los crímenes, cada vez más violentos contra las comunidades: latigazos y torturas  para quienes no entregaban la cuota asignada, dejando algunos heridos, atados a la intemperie donde eran devorados lentamente por hormigas y gusanos, mutilaciones de brazos, piernas y genitales, prácticas de tiro al blanco para diversión de los capataces; todas esas prácticas fueron denunciadas en La Vorágine:” Estas son las queridas de nuestros amos. Se las cambiaron a sus parientes por sal, por telas o cachivaches o las arrancaron de sus bohíos como impuesto de esclavitud. Ellas no han conocido la serena inocencia que la infancia respira, ni tuvieron otro juguete que el pesado tarro de cargar agua o el hermanito sobre el cuadril. ¡Cuán impuro fue el holocausto de su trágica doncellez! Antes de los diez años, son compelidas al lecho, como a un suplicio; y, descaderadas por sus patrones, crecen entecas, taciturnas, ¡hasta que un día sufren el espanto de sentirse madres, sin comprender la maternidad! (p. 174) “. (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).  

“Allí,  los capataces y  los dueños no solo violaban sistemáticamente a las mujeres -muchas veces frente a sus hijos, padres, hermanos o parejas-, sino que habitualmente mantenían grupos de niñas indígenas de  ocho a quince años como esclavas sexuales a su disposición como lo denunció Benjamín Saldaña Rocca, un periodista peruano que fue el único en atreverse  a acusar  Julio César Arana, el dueño de la principal casa comercial de caucho, quién a pesar de ser peruano, operaba principalmente en los municipios de La Chorrera y El Encanto en el Amazonas colombiano”. (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).  

“Más allá de estas atrocidades, el sistema de endeude de las caucherías se podría caracterizar como una instancia repetida no solo de genocidio sino de etnocidio”. “pues más que individuos se endeuda la “tribu” entera, lo cual dio lugar no solo a un proceso de esclavización y de apropiación de sus cuerpos, sino de expropiación de su vida comunitaria, de sus paisajes y sus territorios” (casamacondo.co Memorias de un genocidio 12/14/2023).

Estas violaciones a los derechos de comunidades ancestrales, cometidas por extranjeros,  facilitadas por el desprecio y desapego hacia los nativos americanos, son una de las mayores vergüenzas nacionales; deberían servir para reflexionar sobre el marginamiento en que los ha mantenido la sociedad blanca, elitista y excluyente.                              

8 COMENTARIOS

  1. Excelente artículo,Danilo. La triste historia de nuestra patria que no ha sido más que el escenario de desplazamientos, usurpaciones, saqueos,vejamenes, sumisión de muchos y dominio de pocos; escenario de generación de una violencia que ha alcanzado los límites de la barbaridad y el desprecio por la vida.

  2. Mil gracias por su comentario, a veces no se hablaba de esos atropellos, pero hace poco se puso de moda entre algunos políticos decir que enseñar a la juventud los horrores y abusos que ha vivido su país dizque se llama «adoctrinamiento», que imbéciles; «quien no conoce su historia,está condenado a repetirla».Mil saludos y bendiciones.

  3. Mientras exista el ser humano sobre la faz de la tierra, habrá el ánimo de dominar a los más débiles, gracias Don José Danilo.

    • Mil gracias por su comentario don Néstor,las grandes fortunas se hacen con sangre y sufrimientos de «pobres» y humildes, las multinacionales se lucraron, se lucran de nuestras riquezas, allá se enriquecen y aquí mueren de hambre y necesidad millones de seres humanos, muchos considerados de segunda categoría.Mil saludos y bendiciones.

      • Buen día Danilo por compartirme este documento histórico y enriquecedor.

        Si uno busca en el diccionario encuentra que «Vorágine» es Remolino impetuoso que hacen en algunos parajes las aguas del mar, de los ríos o de los lagos. Si lo llevamos al contexto, la vorágine es una época impetuosa y oscura que se vivió en el Amazonas con relación al tema del caucho.

        Pero acá en Colombia no es la única vorágine que se ha vivido. Actualmente se escuchan denuncias permanentes en diferentes lugares de la nación con relación a la explotación desmedida de los recursos propias de una región, acompañado del silenciamiento de las personas inmersas en esta situación ya sea con dinero, destierro o violencia ( Beneficiados y perjudicados).

        Es una invitación a conocer la historia de nuestro país y enlazarla con nuestro presente para que no vuelva a suceder. Este tipo de información nos da malicia para actuar, reconociendo el peligro cuando se denuncia ya que decir la verdad ha sido, es y será peligroso pero no excusa para callar porque al final nos toca cargar con el desastre.

        Este documento es una invitación a denunciar de manera inteligente a través de la información seria y la formación permanente con relación al tema en cuestión.

        Muchas gracias Danilo.

        Le seguiré escribiendo en todo lo que me envíe.

        Feliz día.

        • Hola apreciado amigo isdaen Jr. : Maravilloso comentario; con la «apertura económica» de Gaviria y el T.L.C. de Uribe, acabamos de condenarnos a no tener industrias y seguiremos entregando a precio de gata ciega nuestros valiosos recuerdos naturales, que deberíamos transformar y convertir en mercancía para comerciar. Mil saludos y bendiciones.

    • Tengo 38 años y no recuerdo que el colegio me hubieran hablado de como el país tuvo que pasar por estás atrocidades y pues tocará seguir leyendo novelas como estas
      Muchas gracias por el aporte

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos