Descrestar en lenguaje coloquial puede significar: alelar, tomar el pelo o salir con algo inesperado. A raíz del escándalo de los contratos entre supuestas “autoridades diplomáticas de un país imaginario y algunos alcaldes colombianos”, y otras metidas de pata de nuestros gobernantes, un querido amigo me sugirió escribir un artículo sobre el tema, opinando que las actuaciones son motivadas por la vanidad de jóvenes funcionarios obsesionados por descollar entre sus pares, dejar huellas inolvidables, o preparar futuros escenarios políticos. Inicialmente estoy de acuerdo con esa tesis, pero creo que además hay otra causa, nuestra idiosincrasia: una sociedad de mestizos acomplejados (que se creen blancos), discriminados (el hijo de blanco e india, era mirado con desprecio por los blancos y por indios, ninguno lo consideraba uno de los suyos), y arribistas.
Como bien lo anota Osvaldo Parra, director editorial de “aldianoticiaseje” es insólito que en pleno siglo XXI y en la época de las Tic, redes sociales etc. sucedan situaciones que revelan demasiada ingenuidad: ”Que aparezca en las ciudades de Pereira y Manizales un señor Randy Thompson, sin credenciales diplomáticas, pero representando a un país raro de los Balcanes occidentales en Europa llamado Liberland, y que las autoridades municipales les abran las puertas con tapete rojo y hasta firmen convenios, pues la verdad eso parece chiste”(aldianoticiaseje.com); definitivamente estos mandatarios pecan por vanidad y egolatría, no me atrevería a insinuar corrupción, pero si afán de negocios.
En el caso de Liberland y los supuestos y cuestionados “premios a los mejores alcaldes” denunciados por “la silla vacía”, que en 2018 se concedieron a ocho alcaldes colombianos, y este año a Rodrigo Toro mandatario de Santa Rosa de cabal, todos ellos actuaron al estilo de las autoridades del Embajador en la India, película que desnuda nuestra calidad de mestizos segundones y perdedores, demostrando nuestra falta de identidad y desapego por lo nuestro, que reemplazamos por una xenofilia vergonzosa: que nos hace adorar lo extranjero, e hincarnos en tierra para buscar su aprobación.
Una segunda hipótesis tiene más sustento documental, es la inveterada costumbre de las autoridades nacionales de pintar pajaritos de oro a los provincianos. La expresión “A DESCRESTAR CALENTANOS” según el diccionario cachaco es una frase empleada para denotar que oportunamente se ha caído en cuenta del engaño del que se iba a ser víctima. (Facebook.com).
“Según el diccionario de la Real Academia Española, el verbo “descrestar” tiene en Colombia dos significados: engañar, estafar o timar; y causar admiración o asombro, impresionar. De ahí el dicho popular “descrestar calentanos”. Los llaneros lo somos –calentanos- y por eso históricamente hemos sido engañados, estafados y timados por el poder central, o los poderes, mejor, entronizados en la capital del país” (La estrategia del descreste. Delbuenvivir.wordpress. com. Julio 4, 2019.Sérvulo Velásquez). Según el autor, en 1819 pasada la guerra de independencia los llaneros de Arauca, Casanare y San Martín que aportaron ideas, armas, hombres, caballos, e intendencia a la causa, terminaron diezmados empobrecidos y burlados en sus aspiraciones de libertad, abandonados a su suerte por los nuevos amos en el poder: “Los aristócratas del interior del país. La historia del general Juan Nepomuceno Moreno, casanareño, ilustra de manera elocuente este hecho inocultable”.
La estrategia del descreste para los llanos, considera el señor Velásquez, empezó en la independencia, y señala que doscientos años después los orinoqueños descendientes de “los centauros indomables”, están sumidos en pobreza y olvido. De igual manera considera dramático el fin de las guerrillas liberales de los llanos en los años 50, “azuzadas desde Bogotá a la lucha armada para contener los desmanes de todo orden perpetrados por la derecha conservadora en el poder”, y al entregar las armas dejan los territorios condenados de nuevo al aislamiento y la pobreza.
¿No suena esto igual al caso del vacío territorial dejado por las Farc luego de su negociación de paz? Territorios ocupados por grupos de narcotraficantes que simulan ser organizaciones guerrilleras o paramilitares, ante la pasividad (¿o indiferencia?) de un estado incapaz de combatirlas a sangre y fuego.
En su memorial de agravios recuerda Don Sérvulo la tragedia de Quebradablanca en 1974 y el colapso de la vía al llano en el 2019. ¿No suena esto (de nuevo) muy parecido a las promesas de redención para las comunidades afro diseminadas por el Chocó y el litoral Pacífico en general, incluidas Tumaco y Buenaventura?
Mejor no hablar de descrestes del pasado. ¿Quién no recuerda tragedia causada por el huracán Iota en Providencia, las promesas de Duque y las casas de 600 millones de pesos, denunciadas como de baja calidad y con sobrecostos? Otra descrestada a calentanos.
El odioso señor Carrasquilla, ex Ministro de Hacienda adorado por los seguidores de Uribe y Duque, perverso ministro, de quien especularon era uno de los personajes de los Panamá Papers, que por tanto no pagaba impuestos en el país (el mismo que simulando ignorancia, dijo no saber el precio de una docena de huevos); ese que pretendió poner a los trabajadores colombianos a tributar como si ganaran sueldos en dólares, al tiempo que otorgaba jugosas exenciones tributarias a las grandes empresas. Otro descrestador de calentanos. Otro de los descrestes fue la empresa de “bonos de agua” montada cuando era funcionario público:”Las cosas son simples. Una reforma constitucional que Alberto Carrasquilla tramitó en su paso anterior por el ministerio, reglamentada luego por su sucesor, permitió a los municipios necesitados de acueducto y alcantarillados endeudarse a 19 años, con las transferencias del sistema general de participaciones (SGP) como garantía, tasas de interés que bordearon la usura, prohibición de pago adelantado”.
“El esquema financiero que Alberto Carrasquilla diseño quebró a los municipio y enriqueció a los privados” (eltiempo.com/opinión, 12 de Septiembre 2018).
Otro caso de descreste a los calentanos pobres del país lo protagonizaron, los “llorosos” empresarios colombianos”, que ante la nueva Reforma Tributaria, y aprovechando la “generosidad” de Caracol, RCN y otros medios de comunicación, que les “hacían largas entrevistas, con fines pedagógicos” ¡no propagandísticos! ( que quede claro), que nunca han dicho cuánto dinero ahorraron por la generosidad de Uribe (y su ministro de ingrata recordación Juan Luis Londoño de la Cuesta), no pagar recargos nocturnos desde las 6 p.m. y reconocerlos solo después de las 10 p.m.; rebajar los dominicales; eliminar la mesada 14, ponerle IVA del 7% a la panela, y autorizar los trabajos por cooperativas (tercerización laboral).
Habría al menos una tercera manera de descrestar calentanos, mediante corrupción, consistente en contratar obras faraónicas, no siempre necesarias que, en un país de corruptos inescrupulosos y entes de control venales e inoperantes, funciona de lujo, como dirían los malandros primos Nule, Emilio Tapias, los hermanos Moreno Rojas; personajes que deberán disculparme por no nombrar a todos sus colegas de fechorías, pues el listado tendría el volumen del directorio telefónico de Bogotá.
Para no repasar casos de corrupción, y no volver a nombrar: Reficar, Foncolpuertos, y mil etcéteras más; solo tocaré el caso de Odebrecht que ha envíado tras las rejas a varios mandatarios suramericanos, e incluso provocó el suicidio de Alan García para evitarse ese calvario, pero que aquí en “amnesialandia” (léase Colombia), luego de la muerte del testigo principal ha quedado tan encriptado, que no toca a ningún ex mandatario, yo supongo, que todos los presuntos implicados dirán, como en el chiste del odontólogo: “Hagámonos pasito doctor”.
Para reafirmar mi última hipótesis, refrescaré el actual escándalo de la SAE, bienes de la mafia desaparecidos en la gestión del auto –calificado mejor funcionario, el sapientísimo fiscal Dr. Barbosa, sin datos ni cifras exactas sobre los miles de millones de pesos en bienes de la mafia, desaparecidos, evaporados, al mejor estilo del genio de Aladino (el de “las mil y una noches”), capaz de hacer desaparecer y ubicar en otro sitio un castillo o palacio ¿Será que contrataron sus servicios para trasladar esos bienes a sitios donde las autoridades colombianas carecen de jurisdicción para recuperarlos?
No puedo omitir el caso extremo de descrestada de calentanos; el personaje, una funcionaria que permitió crear de verbo Abudinear por sus actuaciones: adelantar 70 mil millones de pesos, que desaparecieron sin dejar huellas, hacer el denuncio del caso (de manera tardía y ¿maliciosa?), auto-absolverse en los medios gobiernistas; y ahora pedir ser admitida como víctima, a raíz de presuntos quebrantos emocionales por las denuncias en su contra. Solo falta que salga condenada la nación y castigados los colombianos a pagar con nuestros impuestos 3 o 4 kilos de oro para compensar por sus padecimientos morales, a tan sobria funcionaria y dama ejemplar.
¡Dejemos de descrestarnos! ¿Vale?
Con mucho gusto Rafa, me alegro le gusten mis escritos, mil saludos y bendiciones.
Hombre Danilo, pienso que haces una síntesis muy precisa al inicio, y es «nuestra» identidad de «mestizos acomplejados» llevamos algo más de 200 años sin poder montar un proyecto propio de nación. No sé trata de una incapacidad per se, sino de una herencia cultural arraigada de taimados. Gracias por compartir sus crónicas, un abrazo.
Mil gracias apreciado Guillermo, está patria nuestra no ha dejado de ser boba, y de sus riquezas y del pueblo ingenuo se aprovechan, políticos, contratistas y todo tipo de vividores, mil saludos .
El recorrido que haces por la funesta historia nacional es, en verdad, muy interesante, acertado y valioso. Resumes en un corto artículo doscientos años de tragedias nacionales. Excelente despliegue informativo.
Nada raro don Néstor en «país de ciegos….», Nos viven robando y nosotros de imbéciles hasta nos hacemos matar por defenderlos, pobre pueblo colombiano.
Y con la bendición de su jefe el presidente Duque, puede ser que hasta la hayan condecorado por su honestidad. Ahora no resulte que les salimos a deber.
Mil gracias querido amigo por su generosidad y bonhomia.mil saludos y recuerdos.
Qué sabroso recuento de decretadas, Danilo. Cordial saludo y gracias por compartirme los escritos.