Próximo a cumplirse tres años de Gobierno bajo las banderas del “cambio”, el presidente Gustavo Petro, elegido dentro de un claro proyecto socialista, difícilmente ha podido materializar su propuesta política, pues solo dos iniciativas; la reforma tributaria y la pensional, han logrado su aprobación en medio de fuertes polémicas. En lo concerniente con la reforma tributaria, apuntó a un recaudo de $19.7 billones en 2023 y un promedio de $20 billones en los siguientes tres años, para finalmente recoger $80.21 billones hasta 2026, recursos con destino al gasto social, quedando claro que un tercio de esta reforma en el 2023 sería para la salud, la que agoniza por asfixia económica con el famoso chu chu chu, anticipado por Petro. Estamos frente a una dolorosa realidad con la salud colapsada. Lo preocupante, no son las filas pidiendo turnos o reclamando medicamentos, lo realmente angustiante son las vidas, pues ya superamos la barrera de la posibilidad de su recuperación. La calamidad pública se acentuará por la falta de medicamentos, recursos humanos y experiencia técnica. Echamos al traste 30 años experiencia, cuando lo indicado era corregir y no destruir. Cínicamente lo dijo Petro, el chu chu chu es problema de las EPS, no del Gobierno. En cuanto a la reforma pensional, cuya vigencia será a partir del 1 de julio de este año, basada en un sistema de pilares, nada conveniente para la juventud, es absolutamente insostenible en el tiempo, siendo financiada a expensas de generaciones futuras, debiendo los jóvenes encontrar la forma de sostenerla dentro de 20 o 30 años, indicó Marc Hofstetter, PH. D. en economía y profesor de la misma Facultad de la Universidad de Los Andes. La reforma plantea medidas para ampliar la cobertura como la pensión familiar y el aporte por semanas, a más de otras como la pensión anticipada, pero el problema de fondo radica en el mercado laboral que exige una reforma efectiva para poder generar oportunidades de empleo y facilitar la cotización. La entrada en vigencia de la reforma pensional dentro de dos meses y medio la hará fracasar, ya que el sistema actual, y concretamente Colpensiones, que recibiría 8 millones más de afiliados, no está preparada para implementar una reforma de esta magnitud. La “paz total”, fracaso absoluto del gobierno Petro, que creyó llegar a ella negociando con criminales de todos los pelambres, sacando de las cárceles a reconocidos delincuentes para nombrarlos pomposamente “Gestores de Paz”, lo llevó a decir en Acacías, Meta, la semana pasada, que las cárceles deberían desaparecer, pues la “naturaleza humana hace que la persona se corrija en libertad, no en prisión”. Tras cerca de tres años en el poder, la realidad es que los grupos criminales se han multiplicado y han aumentado miedosamente su fuerza, por lo que la paz está bastante lejana. Es innegable que los gobiernos que se autodenominan socialistas han demostrado ser de hecho un gran engaño para sus pueblos. La historia nos muestra que, lejos de traer igualdad y justicia, estos regímenes sumen a sus países en la miseria, la corrupción y la ruina. Cuba, Venezuela, Nicaragua, son ejemplos claros de cómo la promesa de un socialismo reivindicante, termina en opresión, pobreza y desesperanza para todos sus ciudadanos, menos para quienes gobiernan. Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Daniel Ortega, son historias patéticas de vergonzosos latrocinios.
Alberto Zuluaga Trujillo. Alzutru45@hotmail.com
Ninguno de los modelos socialistas ha triunfado a lo largo de la historia en ninguna parte del planeta. Lo único que han demostrado, pero sobre todo en Latinoamérica es que son un mayor foco de corrupción y de discursos utópicos irrealizables .
Buenos. Días
Buen. Artículo. Radiografia. De. Las. Políticas
Fracazadas del. Socialismo