Vivió 91 años con plena lucidez, consciente y observador del camino que también ayudó a trazar en el devenir y desarrollo de Pereira. Desde su atalaya, contemplaba con satisfacción los frutos de aquella simiente inteligente que sembró y que convirtió la tierra en paradigma de crecimiento.
“FALOSA”, denominación hipocorística creada a partir de las primeras sílabas de su nombre, fue la expresión que lo acercó con sencillez, cariño y familiaridad a la gente. También se convirtió en el sello de lo que escribía en sus columnas y en su identificación pública. Sirvió a la comunidad, desde lo oficial y lo privado, con profesionalismo, convicción y honradez.
Pero hay algo esencial que lo hace digno de reconocimiento imperecedero: su papel como formador y conductor de nuevas generaciones. Con visión generosa, incorporó a jóvenes recién egresados de la universidad en sus gabinetes municipales y en otros cargos de gran responsabilidad. De ello da testimonio quien esto escribe, al convertirse a los 26 años de edad en el primer Secretario de Hacienda de Pereira, de Educación y haberlo reemplazado interinamente en la Alcaldía cuando él se retiró. Fabio Alfonso fue el primer burgomaestre de la ciudad ya como capital de Risaralda y, a la vez, el último alcalde en el régimen administrativo de Caldas.
Ese equipo maravilloso de colaboradores, en su mayoría menores de 35 años, marcó el inicio de una nueva generación en el manejo de lo público. De allí surgieron figuras que han dado gloria a la ciudad, al departamento y al país.
Al hacer balance de su trayectoria, dijo con serenidad: “No tengo frustraciones, pero sí inmensas alegrías”. Ingeniero civil con visión de futuro, determinó el Plan Piloto de Pereira, impulsado también por el alcalde Gustavo Orozco (q. e. p. d.), decisivo en la transformación urbana. No en vano solía decir en los Consejos de Gobierno que “ingeniero” provenía de “ingenioso” y que ese debía ser el espíritu para apuntalar el progreso. Además, dejó ejemplo de transparencia y manejo pulcro de los recursos, escasos entonces y ahora, lo que hacía más urgente evitar despilfarro y corrupción.
En entrevista con Pilar Salcedo en eldiario.com.co, expresó: “Son innumerables los que han descollado en la historia de Pereira, cada uno desde su espacio en el deporte, la ciencia y la política”, y agregó: “Como a mí me tocó vivir en la política, debo decir que hay tres personajes fundamentales en el desarrollo de Pereira: Camilo Mejía Duque como senador, César Gaviria Trujillo como presidente de la República y Gonzalo Vallejo Restrepo”.
Son muchas las obras y previsiones que FALOSA concretó como alcalde en varias ocasiones. Fue periodista de pluma elegante, promotor de la cultura ciudadana, respetuoso, cercano a los ciudadanos, congresista, liberal de convicciones firmes, hombre de familia y amigo leal, serio pero con buen humor.
Merece especial exaltación su papel en la consecución de la sede de los X Juegos Deportivos Nacionales de 1974, su organización y la construcción de los escenarios deportivos que catapultaron el desarrollo de Pereira dos décadas hacia adelante, a pesar de contar con poco presupuesto. Fabio Alfonso integró la Junta Organizadora en representación del ministro de Educación. También sobresalió en la consolidación de la Corporación Deportiva Centenario de Pereira, que hizo realidad la construcción del Estadio, como lo consignó Francisco Polanco Ripoll, su presidente, en el libro Historia de la Villa Olímpica de Pereira.
Se ha ido un gigante. ¡Honor a su memoria!
Un abrazo solidario a Anita Giraldo, a sus hijas Adriana, Lina María, Ana Milena, a sus nietos, y a sus familiares Alberto López y Humberto Tobón.
Paz por siempre.