Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLA BASURA: VIENE Y JUEGA

LA BASURA: VIENE Y JUEGA

 

Aunque la temática de basuras en Pereira es más permanente que cíclica, cada vez que alza la voz la ciudadanía y los medios registran los avatares de desperdicios regados en las vías públicas, entonces las autoridades anuncian planes para lograr medidas definitivas que rápidamente se abandonan sin pena ni contundencia. El del momento lo han bautizado “Plan Rescate” con tres ejes que giran alrededor de la recuperación y limpieza, la cultura ciudadana y la aplicación formal y directa de comparendos ambientales a cargo de la Policía. De acuerdo con lo sabido no es extraño, (perdón por el pesimismo), que pronto se estará de nuevo en la crucial situación de ahora y, por lo tanto, vuelve y juega el círculo del ratón. En el anterior período del Concejo, frente al malestar general, sesionó con citación de los entes pertinentes, incluyendo la Policía y el Ministerio Público (Personería) para tomar decisiones al respecto. Los cabildantes allí expresaron que no querían “escuchar más exposiciones sino soluciones reales a este problema”. También se dijo que “la ciudad se convirtió en un relleno sanitario” y hasta se denunció por parte del concejal Diego Medina que no existe “la adecuación suficiente para realizar la labor de la recolección de basuras”. Se aprobó otro plan y se nombró una comisión accidental con el fin de hacer seguimiento y evitar que lo acordado se quedará en el aire. La Metropolitana se comprometió a destinar dos agentes exclusivos para patrullar puntos del desorden y a imponer sanciones. Asimismo, se responsabilizó de organizar una sección para el fomento de la cultura ciudadana y hacer campañas de conducta ambiental con los integrantes de los cuadrantes. Sería de gran utilidad saber qué resultados arrojó, además de lo previsto desde el año 2020, fecha en que se habían identificado 90 lugares destinados por indisciplinados sociales para depositar residuos y escombros ¿De verdad, ¿qué sucedió?

Es una lástima que el sector privado organizado ya no haga parte de la Junta de la Empresa de Aseo desde la cual coadyuvaba en la misión y así trascendía corporativamente los cambios por terminación de períodos electorales. Esa colaboración de la sociedad civil permitía contribuir al seguimiento y en especial a incentivar la participación de la comunidad con una pedagogía cívica continua y sostenible que debe incluir a la escolaridad educativa como responsabilidad y obligación con la ecología y el entorno. Varios gerentes de la Empresa emprendieron campañas sin mayores recursos. Aún en el reciente ejercicio, se fue consciente de involucrar a la gente del común, a empresarios, amas de casa, a los comercios para que esta aspiración del orden sea una distinción de los habitantes de la urbe. Para nada se gana una operación de limpieza con adecuada logística y cumplimiento de horarios y días de recorridos, sino interviene la población en condición de usuaria comprometida. De no ser así, los gerentes serán siempre los fusibles que pagarán con sus puestos y los operadores con sus contratos; la culpabilidad en esa dirección no se puede mimetizar. Los habitantes tienen que ser el soporte que haga brillar la visión colectiva. Los alcaldes no deben desgreñarse por la presión misma. Deben liderar lo ya expresado en el sentido de propiciar un plan cívico presupuestado que tenga como objeto establecer la tan mencionada cultura ciudadana en el manejo de desechos de toda especie. Un termómetro en el que miden los turistas, propios y extranjeros, cuando llegan a una ciudad en cuanto a su gente, sus autoridades, su nivel cultural, su orgullo puesto en el gentilicio, es constatar el estado de limpieza y mantenimiento de los parques, calles, el mobiliario público y su cuidado. En modo adverso, da la impresión de descuido, abandono, sin modales, insoluble, sin mirar el progreso y el bienestar humano ¡Qué pesar!

En muchas ocasiones esta columna se ha referido a la mala costumbre basuriega, en la seguridad de repetirse después el mismo cuento. Ojalá en el devenir esto no sea así y será posible si todos apuestan por respetar a la ciudad donde se ha nacido o que, por cualquier circunstancia, en ella se vive.

 

2 COMENTARIOS

  1. Estimado Jaime:

    Qué bueno que pones en la mesa el tema de las basuras, con este magnífico título: «LA BASURA: VIENE Y JUEGA».

    Hace poco se realizó en «Foro Ambiental de Pereira» en el que se tocó de manera tangencial el tema de las basuras, asunto que dejaron a cargo del gerente de Atesa quien, por supuesto, atribuyó, el problema que esta columna pone de relieve, a la incultura ciudadana e invoca a los ciudadanos a que cambien sus hábitos, pero no aborda o reconoce los grandes problemas derivados de la gestión a ellos encomendada. Solo como un ejemplo, Colombia está en mora de poner en práctica la «SEPARACIÓN DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS EN LA FUENTE», pese a que La resolución No. 2184 de 2019 del Ministerio de ambiente «supuestamente» obliga a todos los ciudadanos (as) colombianos (as) a separar los residuos orgánicos en la fuente a partir del 1 de enero de 2020 y reglamenta el código de colores blanco, negro y verde para la separación de residuos. Sin embargo, cuando se efectúa la recolección, los recolectores juntan las dos bolsas y colocan en el mismo vehículo los unos y los otros. Obviamente en el vertedero se mezclan como si no se hubiesen separado.

    Las consecuencias son enormes: Se emiten gases de efecto invernadero, gases de mal olor, compuestos orgánicos volátiles y partículas en suspensión tales como dióxido de carbono (CO2) y gas metano. La emisión de metano es la más significativa ya que es responsable de más del 25% del calentamiento global, es 80 veces más dañino que el CO2 y permanece en la atmósfera durante 20 años después de su emisión.

    A esto agréguese que la agricultura colombiana se practica, en su inmensa mayoría, con insumos químicos importados que representan unas 1,5 millones de toneladas por más de 2 billones de pesos y que éstos, a la vez que degradan los suelos, contaminan las aguas, tanto las de riego como las de consumo humano.

    Todos los municipios colombianos deberían tener un sistema de recolección independiente de los residuos orgánicos y establecer o estimular el montaje de biofactorías para proveer a los agicultores de incumos orgánicos. En Pereira, entiendo que esta administración no pudo abordar este tema porque finalizando el gobierno anterior amplió por 10 años más de la concesión

    Agrego a esta nota links de dos columnas que publiqué en El Opinadero sobre estos temas:

    «Separación de residuos orgánicos» https://elopinadero.com.co/separacion-de-residuos-organicos/

    «¿y los orgánicos que?» https://elopinadero.com.co/y-los-residuos-organicos-que/

  2. Ya es justo que la población se pronuncie para el tema de aprovechamiento de los residuos sólidos urbanosy le den un uso adecuado a la norma que existe, se empiece a sancionar los responsables. Administradores publicos, Operativos y usuarios. Acompañado de una campaña de cultura ciudadana, Solo así se puede iniciar unos cambios a mediano plazo.
    Antes de que sea demasiado tarde.
    Iniciar con líderes, directores de entidades y colegios universidades, comercio, entidades religiosas, juntas de acción comunal.
    Vincular organizadamente los recicladores y centros de acopio de inorgánicos recuperables, centros comerciales y restaurantes de todo tipo.
    Crear los mecanismos y estrategias dirigidas al aprovechamiento, transformación.
    Como resultados tenemos, mejorar la calidad de vida ambiental, emplebilidad, productividad en la industria y el campo, economía y desarrollo en el aprovechamiento de este recurso que,se pierde como basura.
    Además un resurgir de una cultura limpia que mejora a largo plazo cambiar la vida del habitante de calle dando más oportunidad aprovechar su recurso dentro del mismo sistema organizativo.

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