Por ONESIMO VASQUEZ POSADA
¿Qué hay detrás de la creación en el acto poético?, me pregunto.
La imagen proviene de un océano cambiante profundo,
inconmensurable, resbaladizo con enredos de vidas extrañas,
y el propio pequeño Yo translúcido que nos embriaga y posee.
La palabra, el verbo habitando en lo profundo del subconsciente
queriendo abrirse paso hasta lo evidente, hasta el papel en blanco
Y aquello solo es una puerta que proporciona un paisaje, una visión
a lo que apenas nace a los ojos del poeta.
¡El infinito, por supuesto, está detrás de cada creador ¡
Nadie puede copiar las cosas secretas
envueltas en el centro de la crisálida de tu alma.
El hecho de que las orugas se derriten casi por completo en una especie de pulpa en la crisálida antes de convertirse en mariposa
es una metáfora útil en momentos de preguntarnos
por la obra en proceso o terminada.
Solo somos auténticos la originalidad talvez no exista,
el esfuerzo de lo único es estéril
Es estéril la novedad; solo la verdad en la obra brilla y permanece;
Un poema por humilde que parezca no se sabe a quién llegará
Es caprichoso el viaje del eco de tu voz,
ni cuándo ni cómo será leída tu palabra.
No se necesita una obra maestra para tocar al otro. tocar su espíritu
Solo se necesita un ajuste particular para tocar al lector casual
Y solo tú podrías tener esa llave no la tires.
Es posible que la cerradura del alma de alguien o de otro creador
nunca se abra si lo haces…
ONESIMO VASQUEZ POSADA