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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadPíldoras para un país sin memoria

Píldoras para un país sin memoria

Lucy es una chica que sufre de amnesia por culpa de un grave accidente que la lleva a olvidar todo lo que vive durante las últimas horas.  Cada día para ella es un nuevo comienzo, en donde no recuerda absolutamente nada del día anterior; para lo que Henry, su enamorado, recurre a una serie de estrategias para lograr que ella recupere plenamente la memoria.  Así transcurre la comedia romántica norteamericana COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ (2004), dirigida por Peter Segal y protagonizada por ADAM SANDLER y DREW BARRYMORE…

¡Qué maravilla de país el que teníamos antes de Petro y no lo sabíamos! 

Los 20 años del uribismo fueron un bálsamo para una nación espoliada, masacrada y burlada durante los 200 años de vida república, antes de la mano firme y el corazón grande.  Todos los indicadores mostraban el crecimiento del bienestar de los colombianos cuando el paisa gobernaba directamente o por intermedio de sus ungidos, y, tener que llegar el guerrillero de Petro a tirarse el regocijo.  Si todo era alegría por los cuatro puntos cardinales de la patria (el país más feliz del mundo según la encuesta de 9.000 millones de pesos que contrató Simoncito Gaviria, cuando era director de Planeación Nacional); la gente salía riendo de sus parcelas cuando llegaban amables y educados paramilitares animando su desalojo al ritmo de motosierras y traqueteo de metralla. O cómo hacían fiesta los humildes muchachos al ponerse sus botas nuevas que no les importaba calzarse al revés, frente al pelotón de fusilamiento que se alistaba, en medio de risas contagiosas por el espectáculo, a hacer sonar la pólvora. Y qué tal las parrandas que armaban de tres días o más en las plazas de olvidados municipios en donde se celebraran certámenes relámpago de fútbol (picaítos), con las cabezas de los decapitados según la lista que iban leyendo y donde eran invitados ineludibles todos los habitantes, o como espectadores, o como balones.

Qué bellos eran los robos multimillonarios que mostraban esa capacidad de emprendimiento de los connacionales: Reficar, Navelena, Odebrecht, la SAE (con madrina de lujo a bordo), la UNP, entre otros, tiernamente abudineados sin que haya culpables; ni qué hablar de los paseos maravillosos por las ciudades implorando atención médica (eso sí, con buena música en la ambulancia para hacer más ameno el rato), mientras que Palacino (Salud Coop), terminaba de inspeccionar los nuevos campos de golf. ¡Eso sí era vida y nunca lo valoramos!  

El bandido de Petro reduce la erradicación de hoja de coca y los mercados mundiales se inundan de la pasta y en Europa el kilogramo cae por debajo de los 18.000 euros, qué tal, que irresponsabilidad.   Ya hasta las vacas Lecheras se tienen que ir cargadas para salvar el negocio.  Y, encima de todo, se compromete a perseguir, no a los «patianchos» que la cultivan, sino a prístinos empresarios que se usufrutuan del negocio y que esconden grandes fortunas en paraísos fiscales (muchos de ellos vinculados al jet set nacional, propietarios de aviones en los que con el mismo confort transportaban a los visitantes del Ubérrimo, como a los embarques para multiplicar la inversión, y para mostrar su grandeza piden a gritos glifosato y mano dura contra los dueños de los cultivos.  ¿No les parece todo un descaro que no valoren tanto amor y sacrifico por el país?

Vivíamos cómo Alicia en el país de las maravillas y no lo valoramos mostrando un inconformismo injustificado, y ciudades en donde el uribismo era más fuerte, se convirtieron en un polvorín.  ¡Qué desagradecidos con el innombrable! ¡Teníamos tantas cosas buenas y nunca las estimamos!

Se alborotó el avispero en plena pandemia.  Cómo les parece, en plena crisis humanitaria cuando se obligó al confinamiento masivo de ciudadanos varios meses, sin una libra de arroz para el almuerzo, pero, eso sí, con buena música y televisión entretenida que ayudo a paliar el caos.  Además, el excelentísimo señor presidente Duque, nos entretuvo a montones como payaso haciéndonos reír cada tarde (gracias, presi), y repartía millones de pesos entre los más fieles seguidores.  Ese corazón tan grande fue lo que más nos ayudó a salir adelante.  Sin contar con los 100 jóvenes que perdieron sus ojos por las balas criminales del Estado, o los más de 40 muertos (que reporta las Naciones Unidas), aunque los informes de investigadores internos dan una cifra que podría llegar al centenar de jóvenes asesinados y desaparecidos en las marchas de 2021.

Y, no.  A la gente se le olvidó muy pronto todo el corazón puesto en cada agresión, en cada bala asesina disparada, tanto por agentes del gobierno como por actuaciones encubiertas de civiles.  Aún recuerdan al criminal de Cali Andrés Escobar que se deleitó haciendo puntería contra los vergajos de la primera línea que esquivaban cada disparo. O, quizás, recuerden a un tal LUCAS VILLA, que fue asesinado dos días después de que el alcalde de Pereira, Carlos Maya, convocara a la conformación de grupos de autodefensa.  

La calentura siguió y creció y el trompón de Petro sobrepasó a todos los mejores hombres de bien que se comprometían a salvaguardar el país del comunismo, del castrochavismo y a combatir la revolución molecular disipada.  Ni la persecución, ni la difamación, ni los fraudes electorales lograron frenarlo.  Y, para colmo de males, se vino la votación más grande de toda la historia de Colombia, con más de 11.3 millones de votos por un «NADIES», que para mayores males escogió como su fórmula vicepresidencial a una negra (en un país de ascendencia anglo-sajona con trazas de arios como el nuestro).  ¡Qué tal el atrevimiento! 

Negra igualada que le mandó a cambiar los tendidos a las camas de su sede, siguiendo los mismos protocolos y procedimientos de contratación como lo hacían los anteriores, en vez de haber comprado chinchorros y ruanas como seguramente se merece.  Y, qué tal lo atrevida de ir en helicóptero a visitar a su familia a un pueblo de negros, cuando este honor de los viajes y esquemas de seguridad solamente le corresponden a la gente de bien como el gran colombiano (con sus 300 guardaespaldas pagos con los impuestos de todos los colombianos), o al Ñeñe Hernández (el casi hermano y financiador de Duque), o al presidente de LIBERLAND, Juan Guaidó. 

Que Francia Márquez se traiga a vivir a los suyos a uno de los barrios del sur de Bogotá y que no joda (cómo se le ocurre alquilar una casa en donde vive la madre de una prestigiosa dama senadora valluna que a los únicos negros que soporta son a aquellos que trabajan como sus esclavos y a su lamesuelas Popo Polo). 

Encima de todo, ahora Petro nos quiere meter la reforma laboral cuando los trabajadores no necesitan ningún cambio porque son felices con lo que tienen.  No hay nada mejor que un trabajador tenga que laborar los domingos o que les liquiden ese día y parte del recargo nocturno como hora normal.  Y, si no, miren la reacción heroica de los motorratones de RAPI, que exigen que les recorten tanto bienestar que reciben de sus nobles empleadores.  Eso sí es amor al trabajo.

¿Yo no entiendo por qué se han tenido que ir del país millones de compatriotas, si Colombia es un paraíso en donde las oportunidades pululan y todos los que habían prometido abandonar el territorio colombiano, si ganaba Petro, continúan aquí tan campantes despotricando del gobierno que no les expropió nada? 

Muchos de los que maldicen el gobierno Petro se parecen a los cinco colombianos pertenecientes al grupo Tercera Fuerza, de orientación neonazi, que viajaron a Alemania para apoyar las marchas de grupos de ultraderecha de ese país, y que fueron agredidos brutalmente por los neonazis alemanes al ser confundidos con refugiados sirios. Esto sucedió en 2015 en la ciudad de Dresden, cuando los cinco colombianos, con banderas y símbolos nazis, quisieron unírseles. Los maltrechos hombres fueron rescatados por la policía alemana y tuvieron que enfrentar cargos penales por portar distintivos nazis.

A Petro y a Francia, le han hecho la guerra desde el día mismo de su posesión, con un método que en su momento se utilizó en el año 1940, el jefe del partido Conservador y jefe de la oposición Laureano Gómez, cuando prometió hacer invivible la patria, contra las reformas que pretendían hacer los gobiernos liberales que permanecían en el poder, y en un contubernio con los grandes medios de comunicación y económicos conservadores, iniciaron esa gran ofensiva que terminó en lo que se conoció como la Violencia Política, que arrojó más de 300 mil muertos.

Ahora hablan de un golpe de Estado blando contra Petro, que consiste en promover hechos no violentos para crear un clima de malestar nacional, especialmente minando a los votantes de Petro, haciendo todo tipo de acciones de desprestigio y deslegitimación del gobierno actual, con intrigas, calumnias, falsas noticias y rumores que creen el ambiente propicio, si llegare al caso, del levantamiento en armas de algún sector de las fuerzas militares del país para tomare el gobierno.

La extrema derecha colombiana, que ha obtenido gran parte de sus riquezas proveniente de la expoliación de los recursos del Estado, utiliza todas las armas en sus manos y se aferra hasta con las uñas y los dientes a la teta de lo público y no tiene límites en sus ambiciones personales, disfrazadas de servicio a la LIBERTAD Y ORDEN, como pregonan algunos gobernadores y alcaldes, que pretenden heredarle a sus encubridores los gobiernos de sus territorios en las elecciones del mes de octubre próximo.

Con lo que sucede en Colombia hoy, hay que aplicar la misma estrategia de Henry, el enamorado de Lucy, de la película COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ, repitiendo todos los días el por qué gano Petro con una votación tan inmensa, aun contra todas las cosas infames que emplearon para tratar de impedir su triunfo; hay que recordarle a la gente quienes se han robado al país y como se han confabulado clanes políticos saqueadores de los recursos de las entidades y entes territoriales; hay que poner siempre el dedo en la llaga señalando quiénes y por qué alimentan la guerra.

Los temas como la reforma a la salud son inaplazables, y que asuntos de transcendencia nacional y con afectación en el campo internacional como lo es la PAZ TOTAL, hay que sacarlo adelante a pesar de las inmensas dificultades.

«Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.»

ISABEL ALLENDE

AÑADIDURA ÚNICA.  Ante las acusaciones contra el hermano de Petro y contra Nicolás Petro, existe un consenso general, especialmente entre petristas, que sean investigados rigurosamente, y de ser culpables de la comisión de delitos, que caiga todo el peso de la Ley sobre ellos.  Estoy convencido que el presidente no espera menos.

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