Por Olga Caro
Que en Colombia matan mucho, que aquí se muere más por “plomonía” que por pulmonía; nos hemos acostumbrado a llorar a nuestros hermanos e hijos y aquí no pasa nada, ahora con la pandemia pasa y todo es culpa del virus Covid-19 pero en menos de una semana 13 jóvenes han fallecido en el país.
En el Valle, 5 menores de edad fueron cruelmente asesinados y el país no se volcó a protestar por sus jóvenes como pasa por otras causas y ahora 9 fallecieron en Nariño y es un tema de ajuste de cuentas entre grupos dedicados al microtráfico de estupefacientes en la zona, según las hipótesis de las autoridades.
Según el presidente Iván Duque, los homicidios y muertes violentas se han reducido y la cifra es la menor en los últimos 40 años, tal como lo anunció en su programa de televisión el pasado domingo 16 de agosto, pero las masacres continúan y lo peor es que ahora son nuestros jóvenes las víctimas.
Los siete hombres y las dos mujeres muertas en Samaniego eran universitarios que volvieron a su región tras el cambio de las clases presenciales por virtuales por la cuarentena y pese a estar prohibidas las reuniones de grupos, ellos desearon encontrarse con sus amigos y allí hallaron la muerte; eran más de 20 personas las que estaban en el lugar.
Las autoridades destacan que esto se debe a un ajuste de cuentas entre grupos de microtráfico pero la situación va más allá que marcar a todas las víctima en un mismo problema que agobia al país desde hace varios años y por lo que poco se hace, en Nariño en dos meses más de 20 personas han perdido la vida en hechos violentos.
No da tranquilidad escuchar que todo está bien, da tranquilidad saber que no pasa nada malo, es por esto que las cifras asustan y que se requieren acciones urgentes porque no todo el mundo está muriendo por Covid-19 y el país tiene otras necesidades que atender.