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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

Actualidad¡Constituyente! ¡Constituyente! ¿Constituyente?

¡Constituyente! ¡Constituyente! ¿Constituyente?

Con estas palabras, el presidente Petro propuso realizar una Asamblea Nacional Constituyente:” Si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente, en medio de este estado y bajo la Constitución de Colombia, no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y lo impiden, entonces Colombia tiene que ir a una Asamblea Constituyente” (swissinfo.ch/spa/lideres 16 marzo 2024).  Esta propuesta ha sido descartada y aceptada respectivamente, por algunos opositores y seguidores del actual mandatario, sin mayores análisis.

Según el artículo 103 de la Constitución Política de Colombia, una Constituyente es uno de los mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía, los otros son: el voto, el plebiscito, el referendo, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria de mandato.

En tiempos recientes, en la presidencia del Dr. Uribe fue convocado un Referendo para aprobar algunas leyes lesivas y regresivas en contra de la mayoría del pueblo colombiano, que demostró no ser tan ignorante derrotando la propuesta gobiernista en las urnas, en un referendo los ciudadanos participantes deben responder Si o No, a cada una de las preguntas.

El artículo 376 permite convocar a una Asamblea nacional Constituyente: ”Mediante ley aprobada por mayoría de los miembros de una y otra cámara, el Congreso podrá disponer que el pueblo en votación popular decida si convoca  una Asamblea Constituyente  con la competencia, el periodo y la composición que la misma  ley determine” (www.secretariasenado.gov.co). Una Asamblea Constituyente es:” Un organismo colegiado que tiene como función reformar o redactar la Constitución. Se suele definir como la” reunión de personas, representantes del pueblo, que tienen a su cargo dictar la ley fundamental de organización de un Estado o modificar la existente” (www.corteidh.or.cr).

El presidente, aduciéndose perseguido por las instituciones que no permiten aprobar sus reformas y propuestas de campaña, opina que con una Constituyente podría transformar instituciones para que así se pueda cumplir el mandato del pueblo, argumento que no parece suficiente para justificar tal propuesta.

Parece olvidar Petro, que esa Asamblea debe ser citada por un Congreso donde no cuenta con mayorías, y que debe ser aprobada por la tercera parte de quienes salgan a votar; pero ¿Quién movilizará a los colombianos para participar en este Asamblea Constituyente? En un país altamente polarizado, los partidos de oposición y el gobierno tendrán que darse la pela, gastar dinero en promocionar el voto favorable o desfavorable a la citación a la Asamblea y  facilitar transporte a quienes se animen a ir a las urnas, caso en el cual el gobierno no tendrá ninguna ventaja o prelación frente a los partidos opositores; la manera casi alborozada con que Vargas Lleras manifestó estar de acuerdo con citar dicha Asamblea,  pareciera mostrar que la oposición tiene confianza para participar en este evento y hacer fracasar la citación al constituyente primario; o de llevarse a cabo la Asamblea Constituyente, impedir que una reforma a la constitución concrete las conquistas sociales que reclaman grandes sectores de la población, tradicionalmente  excluidos o discriminados. Por el contrario, si Petro y sus seguidores no ganan la mayoría de los escaños en esa hipotética Constituyente, la derecha podría echar abajo los avances sociales de los últimos años y el presidente se habría pegado un tiro en un pie.

Hay quienes descalifican la propuesta de Constituyente de Petro, incluso críticos opositores que pretenden hacerlo ver como un tirano que quiere quedarse en el poder, hay que refrescarle la memoria a algunos de ellos, incluido el exministro de la Defensa Juan Carlos Pinzón, recordándole que fue su jefe el Dr. Uribe, quien intentó la cosa en el pasado, con amigos cómplices que argumentaron que  solo era cambiar un “articulito de la Constitución”;  luego el señor Uribe intentó conseguir en un tercer periodo con la teoría de que Colombia sufriría “una hecatombe“ si él, no continuaba en el poder (la hecatombe fue para Uribe, develar todos los abusos de su política de seguridad y sus alianzas non santas). Para desbaratar esas teorías de la oposición, Petro precisó que la Constituyente tendría seis propósitos: “Implementación efectiva del proceso de paz de 2016, una reforma judicial, un reordenamiento territorial, la necesidad de garantizar las condiciones básicas de vida, el cambio climático y un diálogo para el fin de la violencia y la reconciliación” (elpais.com/america-colombia19 marzo 2024).

Por su parte el presidente Petro intenta descalificar a las maquinarias políticas, económicas y a sus más connotados líderes, argumentando que debe ser el pueblo, no esos viejos dirigentes y maquinarias que siempre han manejado al país, los que lleguen a la Constituyente y escriban la nueva Constitución, como Diría Serpa ¡mamola ¡ Ni Vargas Lleras, ni Gaviria, ni Cepeda del partido conservador, ni los grandes gamonales se marginarán de participar en esa convocatoria, la única manera de marginarlos sería derrotarlos en las urnas con representantes del pueblo ¿Dónde están los líderes populares capaces de semejante hazaña? ¿Quién financiaría y con que dineros a esos líderes? La verdad, para financiarlos se necesitaría una” vaca”, y solo los grandes gremios estarían en capacidad de dar aportes suficientes, supongo que, de hacerse dicha vaca sería en provecho de la vieja casta política y empresarial, no en el de los líderes populares: afros, indígenas, desplazados y excluidos de la sociedad.

Entre las críticas válidas a la propuesta del jefe de estado, está la del exministro de defensa Pinzón en el sentido que el presidente carece de respaldo en el Congreso y del tiempo necesario para llevarla a cabo durante su mandato, argumento totalmente cierto. “No luce necesaria una nueva asamblea nacional constituyente en estos momentos, expresó Antonio Navarro Wolff. Quien fue compañero de Petro en la guerrilla del M-19”. “En opinión del senador Ariel Ávila, de la Alianza Verde y quien apoyó a Petro en 2022 “los consensos se logran en el Congreso de la República y no abriendo una caja de Pandora como lo es una Asamblea Nacional constituyente”. “El analista político Ramiro Bejarano advirtió:” Una Constituyente para que Petro imponga sus reformas en contra de la mayoría de las fuerzas sociales y políticas es un atentado a la democracia, esa propuesta es el camino tortuoso de una reelección tramposa” (swissinfo.ch/spa/lideres 16 marzo 2024).

Sobre la posibilidad de reformar la Constitución y sus afectaciones a la Economía, Eduardo Sarmiento sostiene:” Los hechos se han encargado de confirmar que el programa de reforma presupuestal de Petro en la campaña presidencial no es compatible con el modelo que sube la tasa de interés y revalúa el tipo de cambio. La reforma constitucional propuesta se sale del cauce. No es otra cosa que la ampliación del fuero presidencial para aumentar el gasto público e incumplir la regla fiscal, lo cual ocasionaría una reducción en el ahorro que no es sostenible”. “El error de Petro y del Ministro de Hacienda reside en cambiar un mandato constitucional que en el caso colombiano evita muchos de los desaciertos de América Latina provenientes del fuero excesivo al presidente en el gasto público” (Reforma Constitucional, “El Espectador” domingo 31 de marzo de 2024, Página 13).

Sobre la susodicha propuesta, una columnista sostiene que desde hace diez días se volvió tema de conversación y debate entre amigos y opositores al gobierno y, que es una Constituyente petrista que jamás pasará:” Es como si nunca hubieran leído un manual de historia reciente. Porque desde 1991 se han propuesto 729 cambios constitucionales, de los cuales solo se han aprobado sesenta, que han costado sangre, disciplina y un enorme capital político. Es el caso de la reelección pagada con toneladas de “mermelada” para su aprobación en 2005, que dejó a dos ministros y una congresista presos. Eso, a pesar de que el presidente de entonces tenía 70% de popularidad” (Lo que los une. “El Espectador” domingo 24 marzo de 2024, página 64 Lariza Pizano).

Creo que el siguiente artículo, resume el pensamiento de los colombianos no fanáticos: “Apoyo muchas de las reformas buscadas por Petro, pero estoy en contra de una propuesta de Constituyente, que me parece innecesaria, improvisada, inoportuna, contradictoria, ambigua y peligrosa. Es innecesaria, pues el problema para que el gobierno no logre sus cambios no está en la Constitución que, aunque requiere ajustes, es un marco normativo que Colombia apoya y es apropiado para lograr las transformaciones que necesitamos. Es más, la mayor parte de los ocho puntos que Petro señaló en un trino como propósitos de su Constituyente. Como la implementación de los acuerdos de paz, la reforma agraria o el mejoramiento de la calidad de vida de los grupos desfavorecidos, no requiere una reforma constitucional. Incluso ya están desarrollados con fuerza en su Plan de Desarrollo, aprobado como ley. Esto muestra la improvisación de su propuesta constituyente” (A favor del cambio y en contra de la constituyente, “El Espectador” domingo 24 marzo de 2024, página 64 Rodrigo Uprimny).

En fin, Petro lamentablemente va casi por la mitad de su mandato. Sin tiempo, ni justificaciones suficientes para hacer su Constituyente, su propuesta solo fue otra cortina de humo que se disipará al vaivén de la brisa.           

4 COMENTARIOS

  1. Realmente las reformas presentadas por el Dr. Gustavo Perro, son necesarias, pero no embarcarse en una Asamblea Nacional Constituyente que sólo lo descartaría más, pues sin mayorías en el Legislativo, es un caso perdido. El único camino sería el castigo en las urnas, para esos bandidos que nos han negado nuestros derechos.

    • Hola don Néstor: la Constituyente parece ser una aventura sin mucho futuro, a menos que fuera impuesta de manera dictatorial, lo que para mí no tendría legitimidad, y que puede terminar como un desastre.

    • Hola Andrés: somos apasionados y poco reflexivos, por eso se explica que adoremos hadra bandidos, pero tenemos que aprender a ser más analíticos y no volver amigo o enemigo a quien solo piensa diferente de nosotros, saludos y bendiciones.

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