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LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadLa acuidad de un dibujo

La acuidad de un dibujo

Escribe Carlos:
“Durante muchos años, escribí una «Bitácora de Viaje». A cada página terminada, la ilustraba con garabatos y dibujos, siempre con referencia al tema tratado: rostros, manos, objetos, rayones. Allí consigné desesperanzas, dudas, alegrías, encuentros, conceptos, dolores, libros, películas, cursos, reflexiones.

Y poco a poco se fueron convirtiendo en referencias para desarrollar. Se volvieron paisajes…”

La obra de Carlos es el recorrido completo de la estética de un artista íntegro, tranquilo por demás, que es otro estado artístico.

Recorrer esta obra, es llegar a los límites entre que es sueño y realidad. En qué sentido digo esto.

Sus dibujos son la propuesta onírica que toca los rangos de la sensibilidad, su minuciosidad, pareciera imágenes de la época bizantina

-las imágenes aquiropoetas- de tal calibre, que alcanza a humanizar el papel y la punta de sus lápices. Lenguajes del claro oscuro, del diseño, una trazabilidad que imita la belleza desaparecida en el mundo contemporáneo, en la era digital, en la etapa más reciente, en la etapa de la Inteligencia Artificial (IA). Una política tecnológica que el maestro Carlos invierte. Uno no sabe si sus dibujos que tenemos al frente, son hechos por un humano o si, por el contrario, son impresos por una máquina, estás dudas por las calidades del difuminó son únicas, solo las logra él o si las queremos debemos utilizar los programas del diseño moderno.

En este orden de trazados que nos expone el artista referente, podemos apreciar, asimismo, una escala de valores cromáticos, rico en etapas planteadas en perspectivas atmosféricas, que dejan entrever un mundo onírico; extrañamente tocan el ojo del espectador asombrando el espíritu.

Unos dibujos de todos los tamaños, diferentes soporte y texturas, que dejan la misma impresión en sus pinturas, es por ello, que, los resultados del animus sensitivo de este creador, sufre de profundas reflexiones que interpreta magistralmente, una técnica y composición únicas, tocado por muchos colegas contemporáneos, que Carlos, admira con respeto para alimentar el alma de su taller que lo encarna con humildad, en su caja torácica, el corazón. Los contenidos en imágenes, que manipula con serenidad los inmortaliza, para entregarnos un mundo complejo: matices, huecos, sombreados, líneas, límites, luces, oscuridad, geometría, organicidad, proporción, conjunción, interrelación, ubicación, tridimensionalidad, lúdica y esténciles, entre otros elementos, de una unidad precisa, que alcanzan la corpulencia. Una obra que lleva anécdotas, e historias que maravilla al observador con su audición plástica.

Esas figuras que están ahí, aparecen de manera súbita en su vida diaria, como una revelación que muchos artistas buscan en la inspiración inexistente, que, por el contrario, él transpira para armar su propuesta que condensa toda una vida.

Este panorama aparece recurrente acompañada de alteridades producto de su sensación y percepción del mundo que mira con afecto, creo en su hilo conductor, en su estado apacible, rodeado de su pequeño edén, que muchos artistas han tenido, pero que son pocos a la hora de enunciarlos.

Sus pinturas tienen su propio referente que nos atrapa con una sutileza que lleva las imágenes capturadas de lo más ínfimo, a lo grandioso, a lo más anodino, algo liliputiense. Una propuesta de gran formato tocando los límites, que agotan la reflexión del espectador, tan solo a un golpe de vista. Son cromos de limites y matices, de espacios matéricos que pesan en el espacio en contexto del tiempo; unas imágenes de luz que llevan su propio rostro iluminado, con riña y dialogo entre colores sordos y brillantes, texturas rusticas porosas y lisas, que convierte el lienzo en una piel si esqueleto.

En fin…quizá son muchas las cosas que uno puede pensar y de hecho se llevan al papel, se escriben, pero sería mejor que ustedes recorran para sacar sus propias conclusiones.

8 COMENTARIOS

  1. La descripción que hace James Llanos Gómez, a quien desconozco, de la obra de Carlos Ramirez quizás es tan basta y rica como la del propio artista… quizás demasiado. Aunque es un buen inventario de lo que se encuentra en su trabajo, profundo, retador, inteligente, hubiera preferido recogerlo en menos palabras y más imágenes. Reconozco que no soy experto en su producción, sobre todo la más reciente, pero sí puedo decir que aun ante lo más pequeño, lo aparentemente menos impactante, siempre experimenté el talento y la fuerza de su creador. Sentí el asombro que se siente ante lo inusual y extraordinario. Por eso, a pesar de la estupenda interpretación de James, me quedo con las contadas imágenes que guardo en mi memoria, y que hubiera querido compartir con los lectores de este artículo.

  2. El maestro Carlos tiene la capacidad de plasmar en imágenes lo mas poetico de sus angeles y demonios y sus respectivas emociones, fan total de su obra.

  3. Cuando llegó el momento oportuno,Dios formó el cuerpo del hombre del polvo de la tierra y le insuflo en su nariz;aliento de vida y fué el hombre un ser viviente y este soplo está vida,vino llena de dones y talentos,los cuales muchos no hemos sabido explosionar.
    Carlos Ramírez mi hermano,desde niño lo descubrió y se fué dejando guiar por este sentir y con el paso de los años,lo ha perfeccionado,hasta lograr que su sueño sea una realidad.
    Nona Ramirez.
    Felicitaciones.

  4. Carlos Arturo es un alma creativa dentro de su propio mundo onírico. Espero que el publico disfrute, valore y reciba su particular forma de expresión.

  5. Un orgullo enorme tener un hermano de la talla de Carlos Arturo. A veces me pregunto si es de este mundo. Increíble. Felicitaciones. 👍👏

  6. Carlos Arturo, es maestro de maestros. Esta muestra es la cúspide de su madurez como artista. Ingrid Palacino, periodista amiga del alma

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